Denuncian la doble vulnerabilidad que están enfrentando en este momento Los Pueblos Indígenas de la Amazonía exigen “protección para las comunidades” ante el Covid-19

Gregorio Díaz Mirabal, Coordinador General de la COICA
Gregorio Díaz Mirabal, Coordinador General de la COICA

En la Pan Amazonía, el descaso secular hacia los pueblos, una vez más se está haciendo presente, inclusive con gobiernos que no sólo no ayudan, sino que agravan la situación

La declaración habla en nombre de 511 Pueblos Indígenas, y más de 66 Pueblos en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial, cuidadores ancestrales de la selva amazónica, basados “en una relación holística con su territorio”

La nota hace 14 exigencias y demandas, que parten de la “protección para las comunidades indígenas” y “el fortalecimiento de los sistemas de salud pública”, que ayuden a proteger a los más vulnerables

La nota exige que "los gobiernos prioricen los derechos a la vida digna, la salud, la integridad física, consentimiento y la autodeterminación de los Pueblos Indígenas"

COICA
El Covid-19 se ha convertido en un problema mundial, en el que independientemente de raza y condición social, todos somos víctimas potenciales. Esa situación se agrava cuando aquellos que son afectados no disponen de recursos básicos en el campo de la vivienda y de la sanidad. Esa es una realidad muy presente en la Pan Amazonía, donde el descaso secular hacia los pueblos, una vez más se está haciendo presente, inclusive con gobiernos que no sólo no ayudan, sino que agravan la situación.

En esa tesitura, este 31 de marzo, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y sus organizaciones miembros de los nueve países de la cuenca amazónica, ha emitido una declaración en la que denuncian que “los pueblos indígenas afrontamos una doble vulnerabilidad producto no sólo de la exclusión y marginación histórica a la que hemos sido sometidos sino también como resultado de las características y condiciones geográficas en las que pervivimos en las tierras y territorios ancestrales debido a la dificultad de acceso”.

Eso se agrava, como recoge la nota, por el hecho de no contar con protocolos específicos “para prevenir el contagio en poblaciones vulnerables”, algo recogido en los tratados internacionales desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948. La declaración habla en nombre de 511 Pueblos Indígenas, y más de 66 Pueblos en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial, cuidadores ancestrales de la selva amazónica, basados “en una relación holística con su territorio”.

La nota pone de manifiesto que esto se ve agravado por la actividad extractivista, que continúa en estos últimos días, a pesar del toque de queda y estados de excepción, provocando, con la ayuda de los Estados, “flagelos sociales y ambientales catastróficos para la pervivencia de los pueblos indígenas en nuestro territorio”. De hecho, la nota es una nueva denuncia, algo que se ha venido llevando a cabo desde hace muchos años en instancias nacionales e internacionales.

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Ante esta realidad, la nota hace 14 exigencias y demandas, que parten de la “protección para las comunidades indígenas” y “el fortalecimiento de los sistemas de salud pública”, que ayuden a proteger a los más vulnerables, algo que si no se lleva a cabo será considerado como “un acto genocida”. La nota solicita la intervención de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos indígenas ante las Naciones Unidas, y de la propia ONU, para que estén vigilantes. Del mismo modo, solicitan “la cooperación internacional con fines solidarios y humanitarios”, que ayuden a “suplir las necesidades básicas de las comunidades”.

Al mismo tiempo, piden la participación de las organizaciones de los pueblos indígenas “para mantener a las comunidades libres de contagio y aseguradas en temas fundamentales como alimentación y salud integral”, lo que incluye permitir las actividades de auto sustento, la información y detección temprana de los casos de Covid-19 y la llegada de insumos de alimentación e higiene personal. También se exige el control en los territorios invadidos por petroleros, mineros, madereros y personas ajenas a los territorios, siempre visando “que los gobiernos prioricen los derechos a la vida digna, la salud, la integridad física, consentimiento y la autodeterminación de los Pueblos Indígenas sobre las actividades extractivas en sus territorios”.

La situación se agrava, según la nota de la COICA, porque la crisis económica que debe surgir en el futuro, va a “intensificar la extracción de recursos naturales frente a las deudas contraídas por los gobiernos con los organismos multinacionales”. Por eso, se pide la creación de “redes de solidaridad que nos permitan afrontar esta crisis”, reconociendo finalmente “la labor heroica de los trabajadores de la salud, los científicos, los campesinos y todas las personas que luchan día a día por salvar vidas, proveer de alimentos y encontrar soluciones para que el mundo pueda salir de esta crisis que lo azota”.

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