Defender la casa común se ha convertido en un riesgo cada vez mayor, poniendo en riesgo no sólo la vida de quienes asumen esas causas, así como de sus familias. Lo mismo se puede decir del periodismo, especialmente aquellos que llevan a cabo un ejercicio crítico de su profesión. Este 27 de septiembre, Honduras se convertía una vez más en un país manchado por la sangre de los inocentes.

En la ciudad de Patuca eran asesinados, dentro de su propia casa, José Antonio Teruel, de 72 años, destacadísimo defensor de la Casa Común y miembro de la red Caritas de Honduras, su esposa, Aracely Zavala, de 70 años, de comprometida trayectoria en el movimiento magisterial, y su hermano, Marco Tulio Zavala, de 68 años. En el caso de Toño Teruel, lo que parece que le ha costado la vida, ha sido su oposición a la presencia de una represa en la región.

Este martes, 29 de septiembre, la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana – REMAM ha emitido un comunicado, firmado por su presidente, Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, México, junto con la REMAM de los diferentes países que forman parte de la red, en el que se afirma que “nos solidarizamos con el dolor del pueblo de Honduras ante el asesinato” de los tres miembros de la misma familia, “así como del comunicador, don Luis Almendares, conocido por su espíritu solidario y ejercicio crítico del periodismo”, también asesinado el mismo 27 de septiembre en la ciudad de Comayagua, consecuencia de las denuncias que solía realizar.

En el escrito, la REMAM ha expresado su más sentido pésame y solidaridad a las familias de los fallecidos Teruel, Zavala y Almendares. Al mismo tiempo, desde la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana dicen que “asumimos con compromiso el legado preclaro de don José Antonio Teruel en su lucha por una sociedad democrática con justicia social, como lo hizo por muchos años desde diversos ámbitos, como el de la coordinación del programa de Participación Ciudadana en Caritas de Honduras”.

Del defensor de la casa común, la REMAM dice haber sido un “testimonio como entusiasta defensor de los ríos, de la biodiversidad, de las áreas forestales y protegidas y de los seres humanos víctimas de un modelo de sociedad en la que, como nos enseña el papa Francisco, “Si tenemos en cuenta que el ser humano… tiene una dignidad especialísima, no podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas” (LS, 43)”.

Junto con eso, la REMAM, como ya ha hecho Caritas Honduras, hace un llamado “a las autoridades competentes para que sin demora y del modo más exhaustivo se realicen las investigaciones que conduzcan a la aclaración de estos asesinatos que claman justicia y que rechazan la impunidad que tiene al pueblo en indefensión”. Al mismo tiempo, exigen que los gobiernos de Centroamérica y México, que son los países que forman parte de esta nueva red eclesial, “demuestren con claridad su compromiso por el cuidado de nuestra Casa Común, para bien de todos, especialmente de los pobres, de los pueblos originarios y de las futuras generaciones”.

En un país como Honduras, donde los derechos democráticos se han visto cercenados repetidamente en los últimos años, la REMAM toma postura ante esta situación, queriendo acompañar “al pueblo hondureño en sus anhelos de una sociedad con verdadera democracia, con justicia social, no condenada a la violencia criminal y política, que pueda ver un horizonte de desarrollo humano integral para sus niños y niñas”.

Comunicado REMAM. PDF by Jesús Bastante on Scribd