Casi 1.400 modificaciones previstas al Documento de Síntesis Radcliffe: En este Sínodo “estamos aprendiendo cómo tomar decisiones juntos, cómo escucharnos unos a otros”

Padre Radcliffe en la Sala de Prensa
Padre Radcliffe en la Sala de Prensa

La diferencia de este Sínodo es haber aprendido a ser Iglesia juntos, sentados alrededor de una mesa

Un Sínodo que es “una profunda experiencia de comunión”

Necesidad de que los jóvenes sean escuchados, incluidos en procesos de discernimiento, de lectura de la historia, así como en los procesos de decisión

En las últimas horas de la primera sesión de la Asamblea Sinodal del Sínodo de la Sinodalidad, los miembros de la Asamblea han trabajado el Documento de Síntesis, que ha recibido, según informó Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, 1251 modos colectivos y 126 individuales, que serán tenidos en cuenta. Un Documento que ha tenido un consenso y que será redactado en su versión definitiva para ser leído y votado el sábado por la tarde, teniendo que ser aprobado en votación electrónica cada uno de los puntos por mayoría absoluta, siendo divulgado al final de la votación.

Hna. Maria Inazia

Luces para interpretar la realidad

Sorprendida ante algo que no es habitual para una monja de clausura, la Madre Maria Ignazia Angelini, asistente espiritual del Sínodo, ha visto esta experiencia como oportunidad para compartir su experiencia monástica, un momento revolucionario en la medida en que se ha tenido que profundizar en la capacidad de escucha para conocer las diferentes realidades, en un momento difícil en que se necesitan luces para poder interpretar esa realidad. Las diferentes realidades y procedencias las ve como una innovación, que espera sea continuada.

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El otro asistente espiritual, el padre Timothy Radcliffe, que destacó la importancia de los medios de comunicación para el buen andar del Sínodo, insistió en que “la sinodalidad forma parte de mi manera de ser”, algo vivido como dominico. Este cuarto Sínodo en el que participa lo ve como muy diferente a los otros, donde no hubo diálogo y sí pronunciar discursos preparados previamente. La diferencia de este Sínodo es haber aprendido a ser Iglesia juntos, sentados alrededor de una mesa, en una forma que revela mucho más claramente el rol del obispo, un gran cambio con respecto al pasado.

Ante las expectativas de cambio que muchas personas tienen, dice que no es una visión correcta, pues este es un Sínodo para descubrir cómo ser Iglesia de forma nueva. No lo ve como un Sínodo para tomar decisiones específicas y sí para escuchar a las diferentes culturas y de la Tradición, de cómo fueron evolucionando las cosas a lo largo de la historia, resaltando que “estamos aprendiendo cómo tomar decisiones juntos, cómo escucharnos unos a otros”, el inicio de un proceso de aprendizaje, que puede tener errores, resaltando la importancia de la escucha recíproca en un mundo de violencia.

Una profunda experiencia de comunión

Un Sínodo que es “una profunda experiencia de comunión”, según el hermano Alois Loeser, prior de la Comunidad de Taizé, que lo ve como señal de apertura a todos los cristianos y al mundo, algo vivido en la Vigilia Ecuménica del 30 de septiembre, destacando igualmente la presencia de cristianos de otras confesiones, lo que permite avanzar en el ecumenismo espiritual, pues todos hemos sido bautizados en Cristo y nos hace miembros de un cuerpo. Los momentos de escucha, en los que se ha hablado de temas difíciles, lo ve como un paso importante. Una forma de ser Iglesia que espera que se irradie en el mundo entero, fruto de la preparación de dos años, que ha permitido entrar en una nueva forma de ser Iglesia.

Una Asamblea Sinodal que ha provocado una evolución en las personas que llegaron con reticencias ante este proceso, según el prior de Taizé, algo que es fruto de una verdadera escucha, que ha transformado a los participantes. A pesar de las numerosas diversidades y la necesidad de entender las culturas, también eclesiales, es un camino en el que debemos seguir avanzando.

Hno. Alois de Taizé

Miedos al método sinodal de quien no lo entiende

En ese sentido, el padre Radcliffe afirmó que muchas personas le tienen miedo al método sinodal, y lo tienen porque no lo entienden. Mientras unas lo interpretan con los ojos de la fe, otras lo hacen desde una lectura ideológica, lo que no es correcto. El objetivo no es la ruptura, que es el miedo de estas personas, destacando la importancia de comunicar al mundo que “este Sínodo es una herramienta de oración y de fe”. Reconociendo las diferencias culturales presentes, eso no es visto por el dominico como un conflicto ideológico, considerando propio del catolicismo la acogida de una diversidad que nos enriquece, pues las preocupaciones son diferentes dependiendo del lugar en que se vive la fe. Una opinión refrendada por el Hno. Alois que llamó a superar fronteras, algo que ve presente en los jóvenes, que ve como más respetuosos ante la belleza de la diversidad. Con relación el ecumenismo, el prior de Taizé recordó la doctrina del Concilio Vaticano II, que ve verdades de la fe en otras Iglesias, admitiendo la necesidad de profundizar en este tema.

El acercamiento al mundo digital es visto como una necesidad por parte de la monja benedictina, habiéndose hablado de una necesidad de conversión en este sentido, reflexionando sobre cómo se llevará a las comunidades locales lo que ha dicho en la Asamblea. En ese sentido, destacó la necesidad de que los jóvenes sean escuchados, incluidos en procesos de discernimiento, de lectura de la historia, así como en los procesos de decisión de las iglesias locales.  

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