La Inspectoría Salesiana de Nuestra Señora de Amazona recibe la visita de la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, Chiara Cazzuola. El motivo de la presencia de la Superiora General de la Congregación es conmemorar el centenario de la llegada de las primeras Hermanas Salesianas a la Amazonía.

Presentes desde 1923 en la Amazonía

Se trata de un momento de gran alegría para quienes hoy continúan la obra iniciada en 1923 en la diócesis de São Gabriel da Cachoeira, que han estado esperando la llegada de la Madre General con expectación y gran alegría, como fue señalado en la Misa de Acción de Gracias, presidida por el Cardenal Leonardo Steiner, Arzobispo de Manaos y Presidente del Regional Norte1 de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB Norte1), celebrada el viernes 23 de febrero en la sede de la Inspectoría en Manaos.

El cardenal Steiner agradeció la invitación a participar en la celebración de clausura de los 100 años de presencia de las Hijas de María Auxiliadora en la Amazonía, "una presencia fecunda, una presencia misionera, una presencia consoladora, una presencia educadora". El arzobispo insistió en "recordar a tantas hermanas que dieron su vida por la misión".

Una presencia inspirada en las palabras de Madre Mazzarello, fundadora del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora: "ánimo, sigamos adelante con un corazón grande y generoso". Pero también en las palabras del Papa Francisco a los capitulares: "No olvidéis la gracia de los orígenes", que las Salesianas quieren vivir en los días de hoy, un tiempo especial de gracia, un kairós, que les lleva a recordar "las remadas en los viajes en esta exuberante Amazonía, hechas con fe, amor, algunas espinas, coraje y gratitud", sabiendo que el río continúa.

Verdaderas misioneras a quien Dios encomendó una tarea

El cardenal Steiner, inspirándose en el texto evangélico de la Visitación de María a Isabel, dijo que "tal vez las hermanas que vinieron hace 100 años también vinieron con pasos apresurados porque habían concebido a Jesús", una idea presente en San Francisco de Asís, que decía que "hay que concebir al Verbo de Dios para darlo a luz". Dijo que imaginaba a "aquellas hermanas que vinieron con alegría, con prisa, porque venían con voluntad, con disponibilidad, venían como verdaderas misioneras, porque se daban cuenta de que Dios les había encomendado una tarea, una verdadera misión".

El presidente del Regional Norte1 de la CNBB destacó la falta de arrogancia, la sencillez de las hermanas, que "tuvieron que venir descalzas, disponibles, para hacer de su presencia un anuncio". Destacó las muchas comunidades indígenas que "por la presencia de Dios en las hermanas, por la presencia del Verbo Encarnado en las hermanas, empezaron a darse cuenta de que había algo nuevo, que había una Buena Noticia, que había un Evangelio que escuchar, pero también que vivir".

Seguir las huellas de las primeras hermanas

El cardenal pidió "seguir las huellas de aquellas primeras hermanas, tener el mismo paso apresurado, un paso alegre, un paso dispuesto, un paso libre, para que una vez más Dios se encarne en el mundo de hoy, para que la Palabra se encarne, sea viva, para que la Palabra vuelva a ser motivo de transformación". Dirigiéndose a la Madre General, pidió que su presencia sea "esa presencia del carisma, y en el carisma sea esa presencia de Jesús", y que su presencia "nos ayude a todos a ser cada vez más esa presencia que anuncia".

La Madre General subrayó que la celebración del centenario es un acontecimiento muy grande, afirmando que "estamos aquí porque las hermanas, valientes y sin miedo, llegaron hasta aquí con la fuerza del amor". La religiosa insistió en que "hoy Dios nos pide el mismo corazón, el mismo entusiasmo, la misma convicción", mostrando su deseo de que "sepamos encarnar la fuerza del carisma en este momento histórico, que no es muy feliz, pero es nuestro momento". Por último, pidió que la inspectoría siga creciendo con santas vocaciones. La Madre General visitará São Gabriel da Cachoeira, lugar de inicio de la presencia salesiana en Amazonía, "un momento de fiesta, recuerdo, memoria y acción de gracias a Dios", según la hermana Carmelita Conceição, Superiora de la Inspectoría Nuestra Señora de Amazonía.