Rueda de prensa final muestra los puntos fundamentales del Encuentro 50 años de Santarém: "Revisar el pasado, recordar, percibir la audacia y una palabra de esperanza”

50 años de Santarém
50 años de Santarém

"La Iglesia de la Amazonía, a través de este encuentro, se proyecta a la Iglesia universal"

Un momento de agradecimiento y de reflexión sobre el futuro, sobre la presencia de nuestra Iglesia en la región amazónica

Una presencia que sabe denunciar las realidades en las que vivimos, especialmente en relación con los pueblos originarios y el medio ambiente

Un documento que quiere ayudar a la Vida Consagrada a recuperar la conciencia de que "en su origen nació para las realidades misioneras, para responder a los gritos de la humanidad"

María Inés Vieiria y Leonardo Steiner

Este jueves, 9 de junio, se clausuró el IV Encuentro de la Iglesia Católica en la Amazonía Legal, un momento de acción de gracias por los 50 años de inserción y de evangelización liberadora, según la Hna. María Inés Vieira Ribeiro. Dentro de un proceso de continuidad, el encuentro ha sido una oportunidad para orientar el camino de los próximos años en la Amazonía, según la presidenta de la Vida Consagrada en Brasil.

En la rueda de prensa final, la religiosa destacó que "la Iglesia de la Amazonía, a través de este encuentro, se proyecta a la Iglesia universal". Más aún ante la petición del Papa Francisco de asumir "esta evangelización inserta, encarnada, en medio de los más pobres". En este sentido, podemos decir que el encuentro se cerró en el día en que la Iglesia conmemora a San José de Anchieta, que vino desde Europa para evangelizar Brasil. Hoy, Brasil y la Amazonía quieren evangelizar Europa y los demás continentes.

Ima Vieira, partiendo de la realidad, reflexionó sobre las amenazas que sufren las comunidades, viendo el encuentro como un nuevo espíritu, mostrando el rostro de una Iglesia que está en el territorio, y siendo una oportunidad para construir nuevos caminos para la Iglesia en la Amazonía, una agenda de acción política en busca del desarrollo sostenible.

"Una oportunidad para revisitar el pasado, para recordar, no como nostalgia, sino para percibir la audacia y la palabra de esperanza de una Iglesia que buscó realmente dónde estaba y cómo llevar el Evangelio a las realidades de aquel tiempo". Así ve Mons. Leonardo Steiner la experiencia del encuentro, que es un momento de agradecimiento y de reflexión sobre el futuro, sobre la presencia de nuestra Iglesia en la región amazónica. Esto de manera sinodal, con la presencia de todas las vocaciones y ministerios, reconociendo que la presencia de los pueblos indígenas debería haber sido más significativa.

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En relación con el Documento Final, que está en proceso de revisión final, "es un documento que sabe leer la realidad, pero es un documento que piensa el futuro de nuestra Iglesia". El arzobispo de Manaos reconoce que "muchas de las acciones propuestas llevarán tiempo, pero es un texto positivo y de esperanza". También destacó la importancia del mensaje del Papa Francisco, que ayudó a construir "un documento que da más ánimo, más valor".

Un documento que llega en una realidad muy diferente a la de hace 50 años, según Mons. Steiner, que "muestra la necesidad de tener acciones que realmente apunten al futuro". En este sentido destacó que el documento reafirma las comunidades eclesiales de base, la formación creciente de líderes laicos, más espacio para las mujeres, la formación de seminaristas y sacerdotes, también de misioneros que vienen de fuera, estando atentos a las nuevas realidades: grandes proyectos, medios de comunicación como instrumento de evangelización. Una presencia que sabe denunciar las realidades en las que vivimos, especialmente en relación con los pueblos originarios y el medio ambiente.

Se trata de abordar las nuevas realidades, como la migración, algo que aparece en el documento, sugiriendo caminos pastorales que pasan por el trabajo en red, según Ima Vieira. Un documento que quiere ayudar a la Vida Consagrada a recuperar la conciencia de que "en su origen nació para las realidades misioneras, para responder a los gritos de la humanidad", según la religiosa. Esto frente al hecho de que "a veces, la vida religiosa se vuelve complaciente, pierde este espíritu misionero", lo que la llevó a afirmar que "este encuentro despierta el corazón misionero de la vida consagrada".

Este encuentro se ve como una esperanza para el protagonismo de las mujeres en la Iglesia, según la presidenta de la CRB. Lamentó la poca presencia de la mujer "en los procesos de decisión de la Iglesia", con poca consideración de sus propuestas, que buscan el crecimiento de la Iglesia, viendo este encuentro como un momento de esperanza en este sentido. Algo que también destaca Ima Vieira, que reconoce en el Documento Final "una reafirmación del papel de los laicos en la Iglesia católica", sugiriendo un papel más fuerte en la formación de los laicos en diferentes campos teológicos y en la formación en ciudadanía, insistiendo en su mayor presencia en los espacios de decisión.

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El Documento incluye a los jóvenes como una de las líneas prioritarias, destacando la creciente contribución en el campo del Buen Vivir y la importancia de trabajar con los jóvenes indígenas, algo que también se está fomentando con los seminaristas indígenas del Seminario de San José de Manaos. El arzobispo de Manaos destacó las experiencias de los jóvenes evangelizando a los jóvenes. También relató cómo las comunidades del interior se resienten ante la salida de los jóvenes, por la falta de una presencia activa de los mismos, llamando a salir al encuentro de la juventud.

Un documento que indica la necesidad de la defensa y protección de las minorías, según la Hna. María Inés, que denunció la situación de los quilombolas en Brasil. En el mismo sentido, Mons. Leonardo afirmó el peligro para las personas que exigen un cuidado del medio ambiente, algo recogido en los informes del CIMI y de la CPT, pero también en el Documento Final del encuentro. La Iglesia hace una opción por estas comunidades, según el arzobispo de Manaos, "siendo una presencia de fuerza, pero también una presencia de aliento".

Un encuentro que, según Mons. Leonardo Steiner, "nos ayuda a articularnos más", que insiste en la buena organización de la Iglesia, una Iglesia muy viva y presente, desafiada a acercarse ante los conflictos, a la formación. Consideró su elección como cardenal no como un mérito personal, sino como una prueba más de que la Amazonía está en el corazón del Papa, esperando prestar su colaboración y pidiendo a las Iglesias que se animen.

En relación con la campaña "Voto por la Amazonía", el arzobispo de Manaos señaló que más que una campaña, es un intento de mostrar la importancia del voto, de la participación, pensando en nuestra Amazonía. Insistió en la importancia de votar en diputados federales, estatales y senadores, ya que son ellos los que hacen las leyes, destacando la importancia de la política como cuidado del bien común, de la Amazonía. Votar por los que piensan en el cuidado y cultivo de la Amazonía, los que representan a la Amazonía y no a los grupos de poder.

Los medios de comunicación deben utilizarse para el bien, para la fraternidad, para la convivencia, para la evangelización. Durante la pandemia, la Iglesia estuvo presente en la vida de las familias a través de los medios de comunicación, insistiendo en que hay que hacer de los medios un vehículo de evangelización como verdad, una insistencia del Papa Francisco. Mons. Steiner cuestionó la información que transmiten los medios de comunicación, llamando a los periodistas a tomar posición, a ser fieles a la verdad, a ser una palabra, un gesto de esperanza, de consuelo. Según él, los medios de comunicación tienen una misión decisiva para reducir la violencia y la agresividad, y deben hacer hincapié en los elementos que ayudan a construir la fraternidad, la familiaridad y la urbanidad.

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