Nuestra Señora de la Amazonía regalada al Papa en agradecimiento por su cariño

La Asamblea Sinodal del Sínodo sobre la Sinodalidad cuenta con la presencia de dos representantes de la Amazonía brasileña, el arzobispo de Manaos, el cardenal Leonardo Steiner, que es miembro del Sínodo, elegido por la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), y el jesuita nacido en Manaos, el padre Adelson Araújo dos Santos, profesor de la Universidad Gregoriana de Roma, que es uno de los facilitadores.

El Papa Francisco envía una bendición a la Iglesia amazónica

Durante una de las pausas de la asamblea, ambos entregaron al Papa Francisco una imagen de Nuestra Señora de la Amazonía, enviada por una comunidad de Manaos que la tiene como patrona. La imagen revela rasgos indígenas y caboclos del pueblo amazónico, según explicó el cardenal Steiner al Santo Padre, agradeciéndole en nombre de todos los católicos amazónicos el apoyo, el amor y el cariño que siente por la región amazónica. El Papa Francisco le agradeció enviando una bendición a la comunidad que envió la imagen y a todas las comunidades de la Iglesia en la Amazonía.

El cariño del Papa Francisco por la Amazonía y los pueblos que habitan la región es evidente. A lo largo de su pontificado ha mostrado esta cercanía, una actitud que comenzó en los primeros meses de su papado. En un encuentro con los obispos brasileños con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013, describió la Amazonía como “una prueba de fuego, un banco de pruebas para la Iglesia y la sociedad brasileña”.

Una presencia diferente de la Iglesia en la Amazonía

Según el Papa, “la Iglesia está en la Amazonía, no como aquellos que tienen las maletas en la mano para irse después de haber explorado todo lo que pueden. Desde el principio, la Iglesia ha estado presente en la Amazonía con misioneros, congregaciones religiosas, sacerdotes, laicos y obispos, y sigue estando presente allí y siendo un factor determinante en el futuro de esa zona”. En aquella ocasión, Francisco llamó, inspirándose en el Documento de Aparecida, a “salvaguardar toda la creación que Dios ha confiado al hombre, no para que la explote rudamente, sino para que la convierta en un jardín”. También habló de la importancia de cuidar la formación del clero indígena, con vistas a consolidar el “rostro amazónico” de la Iglesia.

Estas dinámicas se han vuelto más relevantes con el tiempo, especialmente con el Sínodo para la Amazonía, que celebró su Asamblea Sinodal hace cinco años, en octubre de 2019, y que muchos consideran de particular importancia para el momento histórico que vive la Iglesia en el actual proceso sinodal. De hecho, el discurso del Papa al episcopado brasileño puede considerarse un primer impulso para los pasos dados a lo largo de los más de 11 años de su pontificado.