El papel de las mujeres, tema destacado en el Módulo sobre corresponsabilidad en la Misión Cardenal López Romero: “Que el Sínodo pase, pero que la sinodalidad se quede”

Rueda de Prensa del Sínodo
Rueda de Prensa del Sínodo

Abordada la cuestión del diaconado femenino, siendo importante aclarar la naturaleza misma del diaconado, el tema de la inclusión en el lenguaje de la Iglesia, el rol de las mujeres, recordando que Jesús tenía muchas mujeres a su alrededor

Se reflexionó sobre el papel de los obispos en la Iglesia, que deberían promover el diálogo ecuménico e interreligioso, habiendo sido pedido una mayor participación en las consultas en el nombramiento de obispos

Las divergencias “no son muy notables, ni notorias, no es que haya un rifirrafe, un entrecruzamiento de disparos de unos contra otros”

La Asamblea Sinodal del Sínodo de la Sinodalidad finaliza este martes su tercer módulo, en el que se ha debatido sobre la corresponsabilidad en la misión. Un aspecto sobre el que han departido el cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat, la profesora Reneé Khöler-Ryan, directora de la Escuela de Filosofía de la Universidad Notre Dame (Australia), Mons. Anthony Randazzo, obispo de Broken Bay (Australia) y presidente de la Federación de las Conferencias de Obispos Católicos de Oceanía, y el jesuita nigeriano Agbonkhianmeghe Emmanuel Orobator, decano de la Universidad Santa Clara en California (Estados Unidos).

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El papel de la mujer como tema destacado

En la Asamblea Sinodal ha sido recordado el Día de Ayuno y Oración por la Paz en Tierra Santa, “como fuerza santa que hay que oponer a la fuerza del diablo, a la fuerza de la guerra”, en palabras de Paolo Ruffini. Aunque se insiste en que el tema del Sínodo es la Sinodalidad, las palabras del prefecto del Dicasterio para la Comunicación han puesto de manifiesto que el tema de la mujer ha tomado gran protagonismo en este módulo, algo que ya quedó claro en la introducción del viernes, de las que se conocen todos los detalles, pues son los únicos momentos en que se tiene acceso irrestricto a todo lo que se dice en la sala sinodal.

Ruffini señaló que fue abordado el cómo superar los modelos clericales que pueden obstaculizar la comunión, pero por encima de otros temas destacó con relación a la corresponsabilidad, tema de este módulo, siendo abordada la cuestión del diaconado femenino, siendo importante aclarar la naturaleza misma del diaconado, el tema de la inclusión en el lenguaje de la Iglesia, el rol de las mujeres, recordando que Jesús tenía muchas mujeres a su alrededor. Una participación de las mujeres que es importante, pues pueden “ayudar a la Iglesia a encontrar su vigor en esta época”.

Rueda de prensa 17O

Misión de los obispos en la Iglesia sinodal

En ese campo fue tratado el tema de la participación de las mujeres en la homilía, reconociendo Ruffini que “cuando hay mujeres en los consejos pastorales las comunidades son más creativas”, habiendo sido dicho que “cuando queremos hablar es importante tener hombres y cuando queremos hacer cosas es importante tener a mujeres”. Junto con ello se abordó el tema del servicio en la comunión y la necesidad de contar con todos los bautizados.

La Asamblea Sinodal, como informó Sheila Pires, secretaria de la Comisión de Comunicación, reflexionó sobre el papel de los obispos en la Iglesia, que deberían promover el diálogo ecuménico e interreligioso, habiendo sido pedido una mayor participación en las consultas en el nombramiento de obispos. También fue señalada la necesidad de que todos los obispos adopten un estilo sinodal, su formación continua, la relación con el clero y su cercanía con las víctimas de abusos.

López Romero

Un fanático de la Sinodalidad

El cardenal Cristóbal López Romero se declaró “un fanático de la Sinodalidad”, resaltando la importancia de todo el proceso sinodal, no sólo de la Asamblea Sinodal. Desde ahí pidió “que el Sínodo pase, pero que la sinodalidad se quede”. En sus palabras resaltó el clima de espiritualidad en la Asamblea, el proceso de consulta y las diferentes etapas en todos los niveles llevadas a cabo, la presencia en la Asamblea Sinodal de mujeres, laicos y presbíteros, y la organización en mesas redondas, así como el método de la conversación en el Espíritu y el ambiente franco, sereno y de fraternidad imperante.

Una Asamblea Sinodal en la que insistió en que no se puede pretender que se hable de todos los temas. De hecho, afirmando que los miembros de la Asamblea Sinodal se llevarán deberes para casa al final de esta primera sesión, que definió como de calentamiento, resaltó que no se esperen proposiciones o resoluciones en esta etapa, y que entre esta y la segunda etapa, prevista para octubre de 2024, habrá que trabajar en los diferentes niveles de Iglesia.

Las ideas del cardenal fueron repetidas por los otros invitados a la rueda de prensa, acrecentado la importancia de trabajar desde el mundo digital, sobre todo en realidades donde las distancias son enormes, como pasa en Oceanía, insistiendo en no caer en el aislamiento. Un proceso en el que es necesario “ir a la parte más profunda del proceso, comprender la levadura de lo que estamos viviendo”, como señaló el jesuita nigeriano, que insistió en la importancia del proceso más allá del resultado, pues estamos ante “el mecanismo que nos guiará a nuevas maneras de ser, de búsqueda de nuevas formas”.

Rueda de Prensa 17 oct

Diaconado femenino

Con relación al diaconado femenino, Reneé Khöler-Ryan considera que es uno de los temas que merece más consideración. Pero al mismo tiempo, como alguien que trabaja en la Iglesia, llamó a entender que las mujeres se centran en cosas más cotidianas, “no hablamos todos los días del hecho de que no somos sacerdotes”, llamando a no centrarse sólo en eso y olvidarse de las necesidades de las mujeres a nivel global, a preocuparse como madre por lo que le preocupa para su familia, que sus hijos sean educados en la fe, tengan sus necesidades cubiertas y un futuro en el que puedan ser bien acogidos en la Iglesia, lo que considera la voluntad de muchas mujeres en todo el mundo, llamando a centrarse sólo en un tema y olvidarse de los demás, a ser más abiertas a diversos temas.

Una Asamblea Sinodal en la que hay divergencias como reconoció el cardenal López Romero, aunque insistió en que “no son muy notables, ni notorias, no es que haya un rifirrafe, un entrecruzamiento de disparos de unos contra otros”, algo a lo que ayuda el método de la conversación en el Espíritu, que “hace que se sea muy respetuoso con cada uno”, sin hablar en respuesta a lo que otro ha dicho. Resaltando en que todo mundo tiene el mismo tiempo y la importancia de los momentos de silencio, enfatizó que “es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”.

No ocultar las divergencias

Para el arzobispo de Rabat, es posible que “cuando lleguemos a temas más concretos se irán manifestando las divergencias”, destacando la petición de la Secretaría del Sínodo para que se pongan en evidencia las divergencias, ayudando así a superar la auto referencialidad. Para ello, una experiencia como esta ayuda a muchos a abrir los ojos y a descubrir que la experiencia de los otros puede modificar visiones.

Divergencias y diferencias que reconoce el padre Orobator, “muchísimas, a nivel de posiciones, de opiniones”, como algo que forma parte del proceso, destacando que no hay hostilidad entre los miembros de la Asamblea, un crisol que “nos ayudará a sentar las bases para algo nuevo”, afirmó el jesuita nigeriano.

Renée Kölher-Ryan e Mons. Randazzo

Un Informe de Síntesis para devolver al pueblo de Dios

Ante la polémica suscitada en torno a si se están abordando los asuntos candentes del Instrumentum Laboris, como es el tema de las mujeres en la Iglesia o de los LGBTQI+, temas presentes en las asambleas continentales, y la falta de información a los periodistas, quedándose en el método de trabajo en mesas redondas, Ruffini insistió en que es falso decir que no habrá resultados en el Sínodo, señalando que será elaborado un informe de síntesis que se devolverá al pueblo de Dios.

Temas que se hablan con seriedad y pasión según el padre Orobator. En la misma dirección, Mons. Randazzo insistió en que estamos ante un proceso de cambio, con una escucha muy profunda, diciendo que “queremos ser sembradores de cambio”, que lleve a “un proceso que cambiará nuestras vidas”. Para ello el cardenal López Romero llamó a tener paciencia y esperanza, eso porque estamos “un proceso muy largo y serio”, según la profesora Kölher-Ryan, que lleve a “arrojar luz en todas las temáticas”, sin olvidar que “es un proceso consultivo, no estamos tomando decisiones”, buscando “preparar la construcción de la Iglesia del futuro”, concluyó.

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