Mons. Jorge Vega Velasco y Mons. Guillermo Vera Soto Valparaíso y Rancagua tienen nuevos obispos

Nuevos obispos de Valparaíso y Rancagua
Nuevos obispos de Valparaíso y Rancagua

El nuevo obispo de Valparaíso dice sumarse “a un caminar que ustedes, como Iglesia, ya vienen haciendo desde hace muchos años, pero que al unirme a ese caminar eclesial asumo un papel importante en la marcha: ser un pastor que anima, guía y protege”

A quienes serán sus nuevos diocesanos, Mons. Vera les muestra su disposición a “conocerlos, compartir su día a día, escucharlos, acompañarlos para seguir construyendo la historia de esta Iglesia de Rancagua en fraternidad”

Mons. Jorge Vega con el Papa Francisco

La Iglesia chilena, como ha anunciado la Nunciatura Apostólica en el país, ha conocido este 8 de junio el nombramiento de los nuevos obispos de Valparaíso y Rancagua. El nuevo obispo de Valparaíso será Mons. Jorge Vega Velasco, hasta ahora Obispo Prelado de lllapel. En cuanto a la sede de Rancagua, será ocupada por Mons. Guillermo Vera Soto, hasta ahora Obispo de Iquique.

Mons. Jorge Vega Velasco, Misionero del Verbo Divino, que este sábado, 12 de junio, cumplirá 64 años, fue misionero en Angola durante 14 años y la misión fue siempre una de sus prioridades, siendo nombrado en 2003 Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de Chile y confirmado en la misma responsabilidad en el 2008. Era obispo de Illapel desde 2010.

En su saludo a sus nuevos diocesanos, Mons. Vega mostraba su sorpresa, confusión y perplejidad, afirmando su “seguridad de que no realizaré el camino solo”. El nuevo obispo dice sumarse “a un caminar que ustedes, como Iglesia, ya vienen haciendo desde hace muchos años, pero que al unirme a ese caminar eclesial asumo un papel importante en la marcha: ser un pastor que anima, guía y protege”. Para ello quiere ser, siguiendo la orientación del Papa Francisco, un pastor “con olor a oveja”.

En un mensaje de bienvenida, el actual administrador apostólico de Valparaíso, Mons. Pedro Ossandón, afirma haber conversado con el nuevo pastor de la diócesis, al que le ha mostrado que “llega a una comunidad eclesial muy bendecida por el testimonio de fe, comunión y generosa entrega misionera de todas las personas y comunidades que peregrinan en esta querida porción de la Iglesia del Señor”.

Mons. Vera

En el caso de Mons. Guillermo Vera Soto, nuevo obispo de Rancagua, que este lunes, 7 de junio, cumplía 63 años, comenzó su ministerio episcopal en 2003, en la entonces Prelatura de Calama, donde permaneció hasta ser nombrado obispo de Iquique en 2014.

En su saludo a la Diócesis de Rancagua, su nuevo obispo dice recibir “con alegría, gratitud y esperanza el servicio que el Santo Padre Francisco me llama a ejercer”. Mons. Vera hace un pequeño relato de su vida y ministerio sacerdotal y episcopal. A quienes serán sus nuevos diocesanos, el obispo les muestra su disposición a “conocerlos, compartir su día a día, escucharlos, acompañarlos para seguir construyendo la historia de esta Iglesia de Rancagua en fraternidad”.

Asegurando su oración, el nuevo obispo espera “caminar muy cerca de ustedes para juntos animarnos en la Fe y seguimiento del Señor”. También dice querer “llegar hasta ustedes como padre, pastor, hermano y amigo para que juntos podamos seguir caminando por el sendero de la Fe que tantos pastores y fieles han ido construyendo desde los inicios de la evangelización hasta ahora en esa hermosa zona y ya casi centenaria Diócesis”.

Mons. Juan Ignacio González Errázuriz, actual administrador apostólico, ha manifestado que la Iglesia de Rancagua recibe a su nuevo obispo “con los brazos abiertos, sabiendo que el obispo es siempre un hermano, un pastor y un guía para toda la comunidad, es el Vicario de Cristo en medio de su pueblo”.

El administrador le presenta su nueva diócesis como “una tierra bendita por su historia civil y eclesiástica”, destacando que se trata de una Iglesia en la que “han nacido miles de vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Encuentra a un laicado maduro y plenamente insertado en nuestras comunidades, dispuesto a acompañarlo en su trabajo pastoral, a sacerdotes, religiosos y religiosas, que día a día se empeñan en ser discípulos misioneros de Jesús”.

Obispos chilenos con el Papa 1

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