"Velar por la vida de nuestros defensores de la Casa Común y de los pueblos indígenas” El Vicariato de Puerto Maldonado pide justicia ante al asesinato de un defensor ambiental

Roberto Carlos Pacheco, el ambientalista asesinado
Roberto Carlos Pacheco, el ambientalista asesinado

Desde 2012, Demetrio Pacheco y su familia, todos ellos se dedican a la defensa del medio ambiente y cuidado de la selva amazónica, vienen interponiendo denuncias ante la Fiscalía Ambiental, en las que ponían de manifiesto las continuas invasiones ilegales de madereros

“¿A quién más recurrimos? Nos defendemos con lo que tenemos, con lo que podemos. Y ahí está el resultado. Y seguimos con nuestros valientes defensores ambientales frente a esos acontecimientos. Totalmente desprotegidos. Amenazados a cada rato. Lo hemos dicho, ¿pero quién se interesa? Nadie”

“Amen esta tierra, siéntanla suya. Huélanla, escúchenla, maravíllense de ella. Enamórense de esta tierra Madre de Dios, y comprométanse y cuídenla, defiéndanla. No la usen como un simple objeto descartable, sino como un verdadero tesoro para disfrutar, hacer crecer y transmitirlo a los hijos”

Reserva Nacional de Tambopata
Defender la Amazonía supone poner en riesgo la vida, la propia y la de la familia. Esta vez ha sido en Perú, en Puerto Maldonado, donde ha sido asesinado Roberto Carlos Pacheco, hijo de Demetrio Pacheco, vicepresidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Tambopata, desde hace años en el punto de mira de madereros. Su cuerpo ha sido encontrado este sábado, 12 de septiembre, por su propio padre y dos funcionarios que trabajan con él, con dos heridas de bala, una en la cabeza y otra en la cadera.

Desde 2012, Demetrio Pacheco y su familia, todos ellos se dedican a la defensa del medio ambiente y cuidado de la selva amazónica, vienen interponiendo denuncias ante la Fiscalía Ambiental, en las que ponían de manifiesto las continuas invasiones ilegales de madereros. Roberto Carlos era la mano derecha de su padre, y ambos venían sufriendo amenazas, lo que siempre fue echado en saco roto, pues como afirma Víctor Zambrano, en entrevista a Radio Madre de Dios, “¿A quién más recurrimos? Nos defendemos con lo que tenemos, con lo que podemos. Y ahí está el resultado. Y seguimos con nuestros valientes defensores ambientales frente a esos acontecimientos. Totalmente desprotegidos. Amenazados a cada rato. Lo hemos dicho, ¿pero quién se interesa? Nadie”. 

Lo que se teme en que ocurra lo mismo que ya pasó en diciembre de 2015, cuando en el mismo sector fue asesinado el también ambientalista Alfredo Vracko. Hasta la fecha, nadie ha sido condenado por este hecho.

Monseñor David Martínez de Aguirre

Ante este triste acontecimiento, se ha pronunciado el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, mostrando su profundo pesar y dando su “más sentido pésame a sus padres, hermanos, esposa e hijos, así como a todos sus demás familiares y a quienes con él están empeñados en la defensa y conservación de la Naturaleza”. El mensaje, firmado por Monseñor David Martínez de Aguirre Guinea, muestra el repudio ante lo ocurrido, afirmando que “atentar contra la vida es atentar contra el mismo Dios, y en definitiva, contra uno mismo”.

El Vicariato pide justicia a las autoridades, que hasta ahora sólo manifestaron “indolencia e indiferencia” ante las amenazas recibidas durante años por el fallecido y su familia, algo que también están sufriendo otras personas “por defender los bosques y los ríos, así como de campesinos e indígenas amenazados por defender sus territorios”. Ante eso, dicen con firmeza que “exigimos que el Estado les brinde las garantías oportunas para que puedan vivir con tranquilidad”.

El pronunciamiento pide la colaboración ciudadana “para velar por la vida de nuestros defensores de la Casa Común y de los pueblos indígenas”, y recuerda las palabras pronunciadas por el Papa Francisco cuando en enero de 2018 visitó Puerto Maldonado: “Amen esta tierra, siéntanla suya. Huélanla, escúchenla, maravíllense de ella. Enamórense de esta tierra Madre de Dios, y comprométanse y cuídenla, defiéndanla. No la usen como un simple objeto descartable, sino como un verdadero tesoro para disfrutar, hacer crecer y transmitirlo a los hijos”.

Pronunciamiento Vicariato de Puerto Maldonado

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