"Velar por la vida de nuestros defensores de la Casa Común y de los pueblos indígenas” El Vicariato de Puerto Maldonado pide justicia ante al asesinato de un defensor ambiental
Desde 2012, Demetrio Pacheco y su familia, todos ellos se dedican a la defensa del medio ambiente y cuidado de la selva amazónica, vienen interponiendo denuncias ante la Fiscalía Ambiental, en las que ponían de manifiesto las continuas invasiones ilegales de madereros
“¿A quién más recurrimos? Nos defendemos con lo que tenemos, con lo que podemos. Y ahí está el resultado. Y seguimos con nuestros valientes defensores ambientales frente a esos acontecimientos. Totalmente desprotegidos. Amenazados a cada rato. Lo hemos dicho, ¿pero quién se interesa? Nadie”
“Amen esta tierra, siéntanla suya. Huélanla, escúchenla, maravíllense de ella. Enamórense de esta tierra Madre de Dios, y comprométanse y cuídenla, defiéndanla. No la usen como un simple objeto descartable, sino como un verdadero tesoro para disfrutar, hacer crecer y transmitirlo a los hijos”
“Amen esta tierra, siéntanla suya. Huélanla, escúchenla, maravíllense de ella. Enamórense de esta tierra Madre de Dios, y comprométanse y cuídenla, defiéndanla. No la usen como un simple objeto descartable, sino como un verdadero tesoro para disfrutar, hacer crecer y transmitirlo a los hijos”
Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica
Desde 2012, Demetrio Pacheco y su familia, todos ellos se dedican a la defensa del medio ambiente y cuidado de la selva amazónica, vienen interponiendo denuncias ante la Fiscalía Ambiental, en las que ponían de manifiesto las continuas invasiones ilegales de madereros. Roberto Carlos era la mano derecha de su padre, y ambos venían sufriendo amenazas, lo que siempre fue echado en saco roto, pues como afirma Víctor Zambrano, en entrevista a Radio Madre de Dios, “¿A quién más recurrimos? Nos defendemos con lo que tenemos, con lo que podemos. Y ahí está el resultado. Y seguimos con nuestros valientes defensores ambientales frente a esos acontecimientos. Totalmente desprotegidos. Amenazados a cada rato. Lo hemos dicho, ¿pero quién se interesa? Nadie”.
Lo que se teme en que ocurra lo mismo que ya pasó en diciembre de 2015, cuando en el mismo sector fue asesinado el también ambientalista Alfredo Vracko. Hasta la fecha, nadie ha sido condenado por este hecho.
El Vicariato pide justicia a las autoridades, que hasta ahora sólo manifestaron “indolencia e indiferencia” ante las amenazas recibidas durante años por el fallecido y su familia, algo que también están sufriendo otras personas “por defender los bosques y los ríos, así como de campesinos e indígenas amenazados por defender sus territorios”. Ante eso, dicen con firmeza que “exigimos que el Estado les brinde las garantías oportunas para que puedan vivir con tranquilidad”.
El pronunciamiento pide la colaboración ciudadana “para velar por la vida de nuestros defensores de la Casa Común y de los pueblos indígenas”, y recuerda las palabras pronunciadas por el Papa Francisco cuando en enero de 2018 visitó Puerto Maldonado: “Amen esta tierra, siéntanla suya. Huélanla, escúchenla, maravíllense de ella. Enamórense de esta tierra Madre de Dios, y comprométanse y cuídenla, defiéndanla. No la usen como un simple objeto descartable, sino como un verdadero tesoro para disfrutar, hacer crecer y transmitirlo a los hijos”.