Algunos pueden considerar atrevido considerar a Francisco como el Papa de la Amazonía, pero está claro que la Amazonía siempre ha estado presente en el pensamiento del actual Pontífice, que este sábado 13 de marzo cumple ocho años en la Cátedra de Pedro.

En los primeros meses de su pontificado, en el encuentro que mantuvo con el episcopado brasileño el 27 de julio de 2013, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Río de Janeiro, habló de un punto "que considero relevante para el camino actual y futuro no sólo de la Iglesia en Brasil, sino de toda la estructura social: la Amazonía". En sus palabras destacó la importante presencia de la Iglesia en la Amazonía, que "no es como los que tienen las maletas en la mano para irse después de haber explotado todo lo que pudieron".

El Papa Francisco siempre ha contemplado la Amazonía desde una espiritualidad del cuidado, y desde ahí destacó la "presencia decisiva en el futuro de esa área" que tiene la Iglesia. En el mismo discurso, abordó otro tema muy presente en su pensamiento, los inmigrantes, diciendo que "pienso en la acogida que la Iglesia de la Amazonía ofrece hoy a los inmigrantes haitianos tras el terrible terremoto que devastó su país”.

Recordó el Documento de Aparecida, del que fue relator general, coordinando así los trabajos de redacción del documento, en el que se incluía "el fuerte llamamiento a respetar y salvaguardar toda la creación que Dios ha confiado al hombre, no para explotarla rudamente, sino para convertirla en un jardín".

Estos elementos se recogerán en la encíclica Laudato Si', publicada en 2015, que nos habla del cuidado de la Casa Común. Es un texto en el que la Amazonía aparece explícitamente sólo una vez, pero en el que el espíritu amazónico impregna todo el escrito. Estos fueron los primeros pasos de algo que se materializó en lo que el propio Papa Francisco definió como hijo de Laudato Si': el Sínodo para la Amazonía.

El impacto del Sínodo para la Amazonía, que comenzó en su única presencia como Papa en la Amazonía, en su visita a Puerto Maldonado, Perú, fue algo que traspasó las fronteras de la Iglesia, poniendo la Amazonía y la defensa de su bioma y de los pueblos que la habitan, especialmente los pueblos originarios, en el foco mediático mundial. De hecho, estamos hablando de un Sínodo que tuvo la cobertura total de algunos de los medios de comunicación más destacados del mundo.

Esto provocó la reacción de quienes sólo ven la Amazonía como una fuente de recursos, pasando el tractor por encima de todo lo que encuentran, incluidos los pueblos que habitan la región. Algunos gobiernos, entre ellos el brasileño, hicieron todo lo posible para tratar de imposibilitar la celebración del Sínodo y quitar el foco de lo que siempre ha estado en el pensamiento del Papa Francisco, el cuidado de la Amazonía y sus pueblos.

Celebrar 8 años de pontificado del Papa Francisco es un motivo de alegría para muchas personas, también para muchos de los que vivimos en la Amazonía. En él descubrimos la voz profética que denuncia una economía que mata y que cada día amenaza más a la Amazonía y a sus pueblos. Agradezcamos a quien tiene a la Amazonía en sus pensamientos, en sus palabras y sobre todo en su corazón.

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