Definen el escrito episcopal como "una lúcida y valiente lectura de la realidad de hoy" Más de mil padres brasileños lanzan mensaje de apoyo a la Carta de los Obispos al Pueblo de Dios

"Expresamos nuestra gratitud y apoyo a los obispos por la Carta al Pueblo de Dios. Afirmamos que representa nuestros pensamientos y sentimientos. Lo consideramos un documento profético"
"Nos sentimos desafiados por esta realidad a dar nuestra palabra como sacerdotes comprometidos en el seguimiento de Nuestro Señor Jesucristo. El Evangelio ilumina nuestro camino y profundizamos nuestro compromiso en la Iglesia, signo e instrumento del Reino, al servicio de la vida y la esperanza"
"Hacemos un llamamiento a todos los cristianos, iglesias y comunidades, y a todas las personas de buena voluntad para renovar, junto con los obispos, la opción por el Evangelio y la promoción de la vida, esparciendo las semillas del Reino de Dios"
"Hacemos un llamamiento a todos los cristianos, iglesias y comunidades, y a todas las personas de buena voluntad para renovar, junto con los obispos, la opción por el Evangelio y la promoción de la vida, esparciendo las semillas del Reino de Dios"
Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

"El documento es una lectura lúcida y valiente de la realidad actual a la luz de la fe", según los firmantes, que, en línea con la carta de los obispos, piden a gritos los cambios necesarios, afirmando "que los que nos gobiernan tienen el deber de actuar en nombre de toda la población, especialmente de los más pobres", actitud que no está siendo asumida por el actual gobierno. Por esta razón, los sacerdotes dicen estar "profundamente indignados por las acciones del Presidente de la República en desfavor y desprecio por la vida".
Frente a esto, los sacerdotes aceptan la invitación de los obispos para cuidar de la vida, ¡para cuidar de este país enfermo! Al mismo tiempo, se solidarizan "con todas las familias que han perdido a alguien por esta enfermedad que cobra vidas y aterroriza a todo el mundo", consecuencia de la falta de políticas de combate del gobierno, que no tiene Ministro de Sanidad. Finalmente, reafirman "con alegría, ánimo y esperanza la fidelidad a la misión que nos ha sido confiada y apoyamos a los obispos firmantes de la Carta al Pueblo de Dios y en sintonía con la CNBB en su misión de testimoniar y reforzar la colegialidad".

"CAMINAMOS POR EL CAMINO DE JESÚS"
CARTA DE SACERDOTES DE APOYO Y ADHESIÓN A LOS OBISPOS QUE FIRMARON LA CARTA AL PUEBLO DE DIOS
"Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. A veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás" (EG 56 y 270).
Nosotros, "Padres de la Caminada", "Padres contra el Facismo", diáconos permanentes y muchos otros hermanos sacerdotes, comprometidos en diferentes partes de Brasil al servicio del Evangelio y del Reino de Dios, expresamos nuestra gratitud y apoyo a los obispos por la Carta al Pueblo de Dios. Afirmamos que representa nuestros pensamientos y sentimientos. Lo consideramos un documento profético de una parte significativa de los obispos de la Iglesia Católica de Brasil, "en profunda comunión con el Papa Francisco y su Magisterio y en plena comunión con la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil", ofreciendo al Pueblo de Dios luz para el discernimiento de los signos en estos tiempos tan difíciles de la historia de nuestro País.
El documento es una lectura lúcida y valiente de la realidad actual a la luz de la fe. Es la confirmación de la misión y el desafío permanente para la Iglesia: hacer presente el Reino de Dios en el mundo, anunciando la esperanza y denunciando todo lo que destruye la esperanza de una vida mejor para el pueblo. Es como una gran tormenta que está cayendo sobre nuestro país. Los obispos advierten del peligro de que "la causa de esta tormenta sea la combinación de una crisis sanitaria sin precedentes, con un colapso abrumador de la economía y con la tensión que está cayendo sobre los cimientos de la República", impulsada principalmente por el Presidente.
También nos sentimos desafiados por esta realidad a dar nuestra palabra como sacerdotes comprometidos en el seguimiento de Nuestro Señor Jesucristo. El Evangelio ilumina nuestro camino y profundizamos nuestro compromiso en la Iglesia, signo e instrumento del Reino, al servicio de la vida y la esperanza. Cada vez más vemos la vida de las personas amenazada y su sufrimiento, especialmente de los pobres, los vulnerables y las minorías. Esta realidad hace que nuestros corazones ardan, nuestros brazos luchen y nuestra voz clame por los cambios necesarios. Como los obispos recuerdan, no estamos motivados por "intereses partidistas, económicos, ideológicos o de cualquier otro tipo. Nuestro único interés es el Reino de Dios".
Los obispos expresan muy bien en su carta, recordando al Santo Padre, el Papa Francisco, que "la propuesta del Evangelio no consiste sólo en una relación personal con Dios. Nuestra respuesta de amor no debe entenderse como una mera suma de pequeños gestos personales en favor de algunos individuos necesitados [...], una serie de acciones destinadas sólo a tranquilizar la conciencia. (Lc 4:43 y Mt 6:33) (EG. 180)".
Sabemos que los que nos gobiernan tienen el deber de actuar en nombre de toda la población, especialmente de los más pobres. Este no ha sido el proyecto del actual Gobierno, que "no pone en el centro la persona humana y el bien de todos, sino la defensa intransigente de los intereses de una "economía que mata" (Alegría del Evangelio, 53), centrada en el mercado y el lucro a cualquier precio". Por esta razón, también estamos profundamente indignados por las acciones del Presidente de la República en desfavor y con desprecio por la vida de los seres humanos y también por la de "nuestra hermana, la Madre Tierra", y por tantas acciones que van en contra de la vida del pueblo y la soberanía de Brasil.
La reconstrucción de las relaciones sociales es urgente, porque "este escenario de peligrosos atolladeros, que pone a prueba a nuestro país, requiere mucho más diálogo por parte de sus instituciones, líderes y organizaciones civiles que los discursos ideológicos cerrados. [...] Esta realidad no permite indiferencia". La CNBB se ha pronunciado de manera contundente en los últimos tiempos; en una toma de posición del 30 de abril, expresó perplejidad e indignación ante el desprecio en la lucha contra el nuevo coronavirus y por los acontecimientos que atentan contra el orden constitucional. En otro momento, los 67 obispos de la Amazonía publicaron otro documento, expresando una inmensa preocupación y exigiendo una mayor atención y cuidado de los poderes públicos en relación con la Amazonía y sus pueblos originarios. En la carta abierta al Congreso Nacional del 13 de julio de 2020, la CNBB denunció los 16 vetos del Presidente de la República al Plan de Emergencia para Confrontar el Covid-19 en los Territorios Indígenas, las comunidades quilombolas y otros pueblos y comunidades tradicionales (PL nº 1142/2020, actualmente Ley nº 14.021) diciendo: "Estos vetos son éticamente injustificables e inhumanos porque niegan los derechos y garantías fundamentales a la vida de los pueblos tradicionales". Otras comisiones de la CNBB se han puesto decididamente del lado de los pueblos tradicionales de Brasil "doblemente vulnerables: al contagio del coronavirus y a la amenaza constante de expulsión de sus territorios".
En este tiempo de "tormenta perfecta", la voz del Espíritu resuena en posiciones valientes de la Iglesia, que renueva cada día su compromiso "en la construcción de una sociedad estructuralmente justa, fraterna y solidaria", como indican los obispos en su carta.
Reafirmamos nuestro compromiso de defender y cuidar la vida. A la invitación de los obispos queremos dar nuestro ¡sí! "Estamos llamados a presentar propuestas y pactos objetivos para superar los grandes desafíos a favor de la vida, especialmente de los segmentos más vulnerables y excluidos en esta sociedad estructuralmente desigual, injusta y violenta”. ¡Queremos esforzarnos por cuidar de este país enfermo!
Nos solidarizamos con todas las familias que han perdido a alguien por esta enfermedad que cobra vidas y aterroriza a todos. Cerca de llegar a 100.000 muertes en esta pandemia, es inaceptable que no haya un Ministro de Salud en este gobierno que pueda llevar a cabo políticas para combatir el nuevo coronavirus.
Hacemos un llamamiento a todos los cristianos, iglesias y comunidades, y a todas las personas de buena voluntad para renovar, junto con los obispos, la opción por el Evangelio y la promoción de la vida, esparciendo las semillas del Reino de Dios.
Nosotros, "Padres de la Caminada", "Padres contra el Fascismo", diáconos permanentes y tantos otros hermanos sacerdotes, reafirmamos con alegría, ánimo y esperanza la fidelidad a la misión que se nos ha confiado y apoyamos a los obispos firmantes de la Carta al Pueblo de Dios y en sintonía con la CNBB en su misión de dar testimonio y fortalecer la colegialidad.
29 de julio de 2020
Fiesta de Santa Marta
