Encierran su 58ª Asamblea con un mensage al pueblo brasileño Los obispos brasileños piden "competencia y lucidez” del poder público para superar la pandemia

Presidencia CNBB
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Ha sido una asamblea histórica que ha puesto la tecnología al servicio de la evangelización y la construcción de nuevos caminos para la Iglesia brasileña y para un país cada vez más hundido en una crisis de difícil solución

"No podemos callar cuando la vida está amenazada, los derechos no respetados, la justicia corrompida y la violencia instigada"

La CNBB pide "mayores inversiones en salud pública", considerando "inadmisibles los intentos sistemáticos de desmantelar la estructura de protección social en el país"

Dom Leonardo (2)

La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil – CNBB ha encerrado este viernes su 58ª Asamblea General, que ha reunido desde el pasado lunes a unas 400 personas entre obispos y asesores de forma virtual. Ha sido una asamblea histórica que ha puesto la tecnología al servicio de la evangelización y la construcción de nuevos caminos para la Iglesia brasileña y para un país cada vez más hundido en una crisis de difícil solución.

En un mensaje que pone de relieve el grave momento por el que pasa el país, los obispos muestran "nuestra oración y solidaridad a los enfermos, a las familias que han perdido a sus seres queridos y a todos los que más sufren las consecuencias de Covid-19", destacando su "profunda gratitud a los profesionales de la salud y a todas las personas que han dado su vida en favor de los enfermos".

La crisis que afronta Brasil nos interpela, según la CNBB, destacando que "aunque todos sufren la pandemia, sus consecuencias son más devastadoras en la vida de los pobres y frágiles". Los obispos llaman a los discípulos de Cristo a tomar posición, lo que "hacemos como una exigencia del Evangelio", insistiendo en que "no podemos callar cuando la vida está amenazada, los derechos no respetados, la justicia corrompida y la violencia instigada".

El texto alaba el esfuerzo de las comunidades "para mitigar las consecuencias de la pandemia", de tantas personas que "movidas por el auténtico espíritu cristiano, exponen su vida en ayuda de los más vulnerables". Los obispos reconocen que, aunque sufren con "la participación restringida del Pueblo de Dios en los templos.  Sin embargo, la sacralidad de la vida humana nos exige sabiduría y responsabilidad", llamando a "observar las medidas sanitarias que conciernen a las celebraciones presenciales", y destacando el papel de la Iglesia doméstica.

Plenaria 58 AG CNBB

Los obispos piden "competencia y lucidez" en la defensa de la salud, afirmando que "son inaceptables los discursos y las actitudes que niegan la realidad de la pandemia, desprecian las medidas sanitarias y amenazan el estado de derecho democrático". También exigen "atención a la ciencia, fomentar el uso de mascarillas, el distanciamiento social y garantizar la vacunación para todos, lo antes posible", así como ayuda de emergencia.

Frente a las consecuencias de la pandemia, la CNBB pide "mayores inversiones en salud pública", considerando "inadmisibles los intentos sistemáticos de desmantelar la estructura de protección social en el país". Lo mismo se dice de la educación, afirmando que "es imprescindible comprometerse con el Pacto Global por la Educación, propuesto por el Papa Francisco".

El mensaje denuncia la violencia, criticando el acceso a las armas, favorecido por el Gobierno Federal, haciendo referencia a los discursos de odio, instalados en las redes sociales, y al "uso de la religión como instrumento de disputa política". Junto a ello, la CNBB no olvida "el cuidado de nuestra casa común", insistiendo en la necesidad de "superar la desigualdad social en el país", y de "promover la mejor política". Finalmente, se hace un llamamiento a la unidad, a promover la solidaridad y el compartir, a reconstruir "la sociedad brasileña sobre las bases de la justicia y la paz, caminando por la senda de la fraternidad y el diálogo".

Algunos de estos aspectos eran abordados en la rueda de prensa final en la que participaba la presidencia de la entidad y en la que se ha hecho una llamada a mirar al futuro con esperanza, criticando el uso político de la religión, la mala gestión gubernamental de la pandemia y el descaso con el cuidado de la casa común, aunque se quiera disfrazar la realidad con acuerdos como el firmando entre Bolsonaro y Biden sobre la preservación de la Amazonía, que en verdad son solo una tapadera, pues la destrucción del pulmón del planeta crece a pasos agigantados con el apoyo del gobierno brasileño. De hecho, el presidente del episcopado afirmaba que la sociedad brasileña es un tejido rasgado que debe ser reparado entre todos los actores sociales, entre ellos la propia Iglesia católica.

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