Aparecida vive esta semana dos momentos importantes para la Iglesia en Brasil y de América Latina. El 13 de mayo se celebrará el 15º aniversario de la apertura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada del 13 al 31 de mayo de 2007 a los pies de la patrona de Brasil. Del 9 al 14 de mayo se celebrará también el 18º Encuentro Nacional de Presbíteros (ENP), con el tema: "Presbítero, comunión y misión", y el lema: "Todos sois hermanos" (Mt 23,8).

Según Mons. Joel Portela, asesor del 18º ENP, "fue muy interesante constatar la relación de fechas entre el 18º Encuentro Nacional de Presbíteros y la celebración del 15º aniversario de la Conferencia de Aparecida". El Secretario General de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), afirma que "los sacerdotes están reflexionando sobre el momento actual de su historia, de su vida, un momento marcado por las incertidumbres, por las perplejidades tanto pastorales como personales".

"En el campo pastoral, y en cierto modo también en el campo personal, Aparecida, hace 15 años, 2007, ya indicaba, ya presentaba, en torno a la figura del discípulo misionero, un camino que es importante para cualquier cristiano bautizado, bautizada, también, por tanto, para los presbíteros", ha señalado el obispo auxiliar de Rio de Janeiro.

El encuentro se considera un momento de gracia "después de dos años de pandemia, de mucha angustia y sufrimiento, pero también de espera, esperanza, confianza y gratitud por estar reunidos aquí con más de 500 presbíteros y varios obispos de diferentes regionales", según el padre José Adelson da Silva Rodrigues. Para el presidente de la Comisión Nacional de Presbíteros, el tema y el lema del encuentro "nos dará la esperanza de que saldremos de aquí mucho más animados, fortalecidos y alentados para continuar la misión".

Según el sacerdote de la Archidiócesis de Natal, "la misión es larga, ardua, pero vale la pena ser sacerdote, vale la pena ser misionero, vale la pena responder a la llamada de Dios y corresponder a la voluntad del Padre". Subrayó la necesidad de vivir el ministerio sacerdotal "con una perspectiva de gran alegría, de gran entusiasmo, de gran esperanza, para vivir cada vez más nuestra vocación sacerdotal".

Se trata de un encuentro en el que "celebramos el ministerio de nuestros sacerdotes", afirmó Mons. José Albuquerque de Araújo. El obispo auxiliar de Manaos recuerda que hay 26.000 sacerdotes repartidos por todo el país. En este encuentro participan 37 sacerdotes de la Región Norte de Brasil, de la Amazonía, "que vinieron de diferentes ciudades, de diferentes municipios y estamos aquí participando de este hermoso momento de comunión eclesial". El miembro de la Comisión Episcopal Pastoral para los Ministerios Ordenados y la Vida Consagrada de la CNBB insiste en que "en el camino sinodal que estamos haciendo, también es importante escuchar a nuestros sacerdotes".

Según Mons. José, "los encuentros nacionales son importantes y necesarios para poder fortalecer la fraternidad sacerdotal, para poder conocer nuestra diversa realidad. Cada sacerdote aporta su propia historia, su propia experiencia". El obispo destacó "la integración y el intercambio de experiencias que se produce entre las dos generaciones, participando los sacerdotes más jóvenes junto a los más experimentados".

El Obispo Auxiliar de Manaos destaca la importancia del 18º ENP "en esta reanudación que estamos haciendo después de la pandemia, que aún no ha terminado, pero sabemos que necesitamos recordar a los sacerdotes que sucumbieron a la pandemia”. Recuerda que "hubo decenas de sacerdotes en nuestro país, que murieron, desgraciadamente, víctimas de Covid, y en las celebraciones litúrgicas que estamos viviendo aquí, recordamos, haciendo memoria de nuestros hermanos que se fueron".

Mons. José Albuquerque de Araújo afirmó que "estos encuentros también nos ayudan a comprender que los sacerdotes, para poder cuidar de aquellos que Dios les ha confiado, también necesitan cuidarse a sí mismos, que necesitamos reforzar la pastoral presbiteral en nuestras Iglesias locales". Por último, afirma que "los que participan en estos encuentros vuelven ciertamente a sus diócesis más animados, más entusiasmados, más esperanzados, incluso para poder dar su contribución a los que ya están en el ministerio, y también para poder ayudar a los que están en formación, nuestros futuros sacerdotes".