La Iglesia brasileña celebra una jornada de oración para pedir por el fin de la pandemia El presidente del episcopado brasileño pide que no se haga de la Iglesia "un lugar de peleas y polarización”

Monseñor Walmor Oliveira de Azevedo
Monseñor Walmor Oliveira de Azevedo

"Que la luz de la esperanza brille en los corazones de los gobernantes especialmente, porque estamos pagando un alto precio por todo lo que ha pasado por falta de clarividencia, lucidez, determinación, negatividad, relativizaciones y grandes polarizaciones"

"Ayudarnos a entender la lógica de la solidaridad, la lógica de la misericordia, más allá de los intereses meramente personales, de la mezquindad que muchas veces se encarga de nuestro corazón humano y de nuestra incapacidad de ver con claridad más allá"

Salir de nuestra zona de confort, para vivir "proféticamente en el corazón del mundo, ayudando a comprender el poder del Amor de Dios"

Manter a luz da Esperança CNBB

La Fiesta de la Presentación del Señor, que tradicionalmente sirve para conmemorar la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, en 2021, ha sido un momento en el que la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) ha convocado una jornada nacional de oración para pedir por Brasil en tiempos de pandemia.

A lo largo del día se han programado diferentes momentos de celebración. El primero de ellos fue la misa celebrada en el Santuario de Nuestra Señora de la Piedad, en el Estado de  Minas Gerais, transmitida por las televisiones católicas y las redes sociales de la CNBB, en la que Monseñor Walmor Oliveira de Azevedo dijo querer llegar "al corazón de cada hermano y hermana, especialmente de los pobres, de los afligidos, de los que sufren y de los que pasan por los momentos más difíciles de su vida", una realidad muy presente en la vida del pueblo brasileño, que sufre las consecuencias de una pandemia que hasta el 1 de febrero ya ha causado oficialmente más de 225.000 muertes.

El presidente de la CNBB acogió a la Vida Religiosa, afirmando que "estamos aquí por dos razones muy fuertes, convocados por la Conferencia de los Religiosos de Brasil, es el Día de la Vida Consagrada, el Día de la Presentación del Señor, y convocados por la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, para iluminar este día, que es el día de las luces, en nuestros corazones la luz de la esperanza". Esto nos ha llevado a convocar una jornada nacional de oración, "uniendo nuestros corazones para que iluminados por la fuerza del amor de Dios encontremos nuevos caminos".

Familias entierran a sus muertos en Manaos

Monseñor Walmor dijo que era el momento de dar gracias y suplicar, de dar gracias por la Vida Consagrada, que definió como "un signo del amor de Dios en la historia de la Iglesia, con muchos carismas, especialmente con una presencia amorosa y profética en la vida de los más pobres, haciendo que nuestras comunidades se abran". Junto a esto, el presidente de la CNBB dijo que quería dar las gracias, "por las conquistas de la ciencia, por superar el oscurantismo, el negacionismo, y por cuidar este regalo tan preciado de todos nosotros, que es nuestra salud".

El Arzobispo de Belo Horizonte también quiso "dar gracias a Dios por los profesionales de salud, que se han comprometido de manera ejemplar, valiente, profética, humana, solidaria", también "los científicos y todos los que se colocan solidariamente en primera línea para ayudar a los pobres, ahora multiplicados", insistiendo en que "los miserables en número han aumentado, para minimizar el dolor de tantos hermanos", y dando gracias a Dios "por estos corazones solidarios, por estos testimonios de amor".

Al hablar de la súplica, pidió "que la Vida Consagrada siga fortaleciéndose en la belleza de los carismas". Monseñor Walmor también rogó "que la luz de la esperanza brille en los corazones de los gobernantes especialmente, porque estamos pagando un alto precio por todo lo que ha pasado por falta de clarividencia, lucidez, determinación, negatividad, relativizaciones y grandes polarizaciones". También pidió "a los gobernantes, a los constructores de la sociedad, a los que tienen una gran responsabilidad, que hagan lo que tienen que hacer, poniendo por encima de todo el bien común, una política del bien, como nos recomienda el Papa Francisco, una hermosa valentía, donando su corazón con esta luz del amor de Dios para que sean más humanistas, y menos políticos partidistas, por intereses".

Dia Nacional de Oração

En su homilía, monseñor Walmor definió la Vida Consagrada como "ángeles de la Alianza en la vida de los pobres, en el mundo de la educación y en tantas obras y en la promoción", lo que debe llevarnos a asumir esta alianza, que en palabras del presidente de la CNBB, "no es una alianza partidista, no es un compromiso con esto o con aquello, sino que es una alianza sellada en la sangre de Cristo, una alianza de amor". Reflexionó sobre el enorme reto de "ayudarnos a entender la lógica de la solidaridad, la lógica de la misericordia, más allá de los intereses meramente personales, de la mezquindad que muchas veces se encarga de nuestro corazón humano y de nuestra incapacidad de ver con claridad más allá".

Al hablar del cumplimiento de la ley, monseñor Walmor afirmó que es el primer paso "para que podamos cumplir con nuestra tarea, respetando la justicia, respetando los derechos, y sobre todo cuidando especialmente a los pobres y a los que sufren". Hizo un llamamiento a no hacer de la Iglesia "un lugar de peleas y polarización, sino un lugar de la hermosa experiencia de la solidaridad, para que nuestra presencia en el corazón del mundo sea una presencia que convenza en el amor".

La Iglesia de Brasil ha experimentado un crecimiento de la polarización en los últimos tiempos, como resultado de un clima político y social en el que se promueve cada vez más la confrontación. Pero además, esta Iglesia está siendo un ejemplo de solidaridad en medio de la pandemia. Por eso monseñor Walmor llamaba a salir de nuestra zona de confort, para vivir "proféticamente en el corazón del mundo, ayudando a comprender el poder del Amor de Dios". Para ello, recordó las palabras del Papa Francisco, que pidió "hacer nuestras comunidades abiertas, solidarias, acogedoras, donde las personas puedan convencer precisamente por la fuerza del testimonio y de los gestos".

Jornada_Vida_Consagrada

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