Comentario teológico-espiritual sobre la exhortación del Papa Francisco Adelson Araujo: Los sueños del Papa para su "Querida Amazonía"

Sínodo para la Amazonía
Sínodo para la Amazonía

El mensaje que el sucesor de Pedro quiere enviar desde el comienzo de su exhortación a los pueblos e iglesias de la Amazonía es que son amados

En lugar de presentar conclusiones teóricas o detenerse solo en propuestas de acción concretas sobre la Amazonía, el Papa prefiere compartir con nosotros cuatro sueños sobre su querida Amazonía: un sueño social; un sueño cultural; un sueño ecológico y un sueño eclesial

Los cuatro sueños del Santo Padre presentes en esta exhortación apostólica tienen un carácter profundamente teológico-espiritual

Padre Adelson en la asamblea sinodal
Lo primero que llama la atención de quienes leen la exhortación apostólica post-sinodal del Papa Francisco sobre el Sínodo sobre la Amazonía es su título, con la impactante frase: "Querida Amazonía". Esto parece indicar que el mensaje que el sucesor de Pedro quiere enviar desde el comienzo de su exhortación a los pueblos e iglesias de la Amazonía es que son amados, amados por el Papa, así como todas las demás criaturas de Dios presentes allí, es decir, toda su biodiversidad. Y es este amor, este "querer bien", que le llevó a tomar iniciativas como la convocación de un sínodo especial sobre aquella región, llamando a los católicos de todo el mundo, junto con las personas de buena voluntad, a cuidar bien de esta parte vital del planeta, siguiendo el ejemplo del mismo Señor Jesús, "quien primero nos cuida, nos enseña a cuidar a nuestros hermanos y hermanas y al medio ambiente que Él nos da todos los días"i. Porque, quien ama, cuida.

A continuación, el lector se encuentra con otra sorpresa preparada por el Papa, es decir, en lugar de presentar conclusiones teóricas o detenerse solo en propuestas de acción concretas sobre la Amazonía, prefiere compartir con nosotros cuatro sueños sobre su querida Amazonía: un sueño social; un sueño cultural; un sueño ecológico y un sueño eclesial. Nos parece importante indagar, entonces, sobre el contenido de estos sueños y el valor teológico que ocupan en el documento que ahora conocemos.

Ahora bien, cuando se trata de "sueños", el Nuevo Diccionario de Espiritualidadii explica que solo el autor del sueño puede interpretarlo de manera adecuada y auténtica, entrando en contacto con sus fuentes inspiradoras, lo que permite su crecimiento y maduración espiritual. Obviamente, estamos hablando de la actividad onírica que solo puede aplicarse de manera análoga a los sueños descritos en esta exhortación. Sin embargo, en nuestro entendimiento permanece el hecho verdadero de que cualquier esfuerzo hermenéutico de nuestra parte siempre será limitado y aproximado a lo que los sueños compartidos por él realmente significan para su autor. Sin embargo, no hay duda de que los cuatro sueños del Santo Padre presentes en esta exhortación apostólica tienen un carácter profundamente teológico-espiritual, cuya riqueza no puede agotarse por completo en este breve espacio de tiempo, sino que solo se podrá identificar para futuros estudios y profundizaciones.

De entrada, vale la pena resaltar que no es la primera vez que el Papa Francisco usa este lenguaje para comunicarse con su rebaño. Ya en su primer año de pontificado, confesó: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación”iii, recordando las sabias palabras de San Juan Pablo II, para quien "toda renovación en el seno de la Iglesia debe tender a la misión como objetivo para no caer presa de una especie de introversión eclesial"iv. En otras ocasiones, el Papa recuerda el valor y la importancia del acto de soñar y no tener miedo de soñar de manera diferente, de "mostrar otros sueños que este mundo no ofrece"v, es decir, sueños de generosidad, servicio, pureza, fortaleza, perdón, fidelidad a la propia vocación, oración, lucha por la justicia y el bien común, amor a los pobres, amistad.

Por otro lado, el Papa emérito Benedicto XVI también utilizó el mismo recurso lingüístico en su magisterio, enseñando a los jóvenes que ningún sueño es irrealizable cuando quien los suscita y los cultiva en el corazón es el Espíritu de Diosvi. Y Francisco también dirá que Jesús puede unir a todos los jóvenes de la Iglesia en un único sueño, “un sueño grande y un sueño capaz de cobijar a todos”vii. Es, por lo tanto, un lenguaje impregnado de valor teológico que, además, sigue la tradición bíblica que siempre ha destacado los sueños como un instrumento privilegiado a través del cual Dios revela su voluntad y sus designios. No podemos detenernos mucho aquí en este punto, pero solo recordar algunos textos de la Sagrada Escritura que confirman esto, como Gn 37, 2-11, en el que vemos a José, el más joven entre sus hermanos, siendo avisado en un sueño que haría grandes cosas y superaría a todos sus hermanos. O, cuando en 1 Re 3, 5, el Señor aparece en un sueño a Salomón, para decirle: "Pídeme lo que quieras". Y finalmente, podríamos recordar Mt 1, 18-21, cuando otro José es instruido por el Ángel del Señor, también en un sueño, para recibir a María como su esposa, ya que ella sería la madre del Salvador, por obra del Espíritu Santo. Es decir, en los sueños de sus sabios y profetas, Dios también se comunica con nosotros.

Todo lo anterior nos lleva a concluir que el camino elegido por el Santo Padre para escribir su exhortación apostólica no pierde su contenido teológico, sino que permanece estrechamente vinculado a las fuentes esenciales de la teología, a saber: la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. Pasemos ahora a destacar algunas dimensiones teológicas que, a nuestro entender, es posible identificar en los sueños compartidos por el Papa, teniendo en cuenta que, citando una vez más el Nuevo Diccionario de Espiritualidadviii, al interpretar los sueños debemos estar atentos a la correlación existente entre ellos, pues también en los sueños, "todo está interconectado"ix.

Abertura del Sínodo para la Amazonía

Dimensión soteriológica

La lectura del texto post-sinodal nos permite identificar claramente la relación que el Papa hace de la situación actual en la Amazonía con la historia de la Creación y la Salvación y con el hecho de que estamos llamados a tener esta doble conciencia: que somos siempre criaturas que dependen en todo de Aquel que nos creó y modeló (Jr 18, 6: "He aquí, como el barro en las manos del alfarero, tú también estarás en mis manos"). Y, por otro lado, el Señor quiere que participemos en su acción creativa y salvadora, como colaboradores de la Missio Dei, siendo discípulos y misioneros de su Hijox, llamándonos desde el principio a compartir la responsabilidad de la vida de nuestros hermanos y otras criaturas (Gn 4, 9: “¿Dónde está tu hermano?”).

Nos parece que esto es exactamente lo que el Papa quiere recordar, asumiendo en su "sueño ecológico" las voces procedentes de la Amazonía a través del documento preparatorio para el Sínodo y confirmado por los padres sinodales, que abusar de la naturaleza también es abusar de hermanos y hermanas, así como de la misma creación y del Creador, comprometiendo todo nuestro futuroxi. Para Francisco, esta conciencia renovada de la Iglesia sobre el valor de la creación es uno de los principales factores que la hacen querer contribuir al cuidado de la casa común y al crecimiento de la Amazoníaxii. Frente al "pecado ecológico", definido por los padres sinodales como "una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el medio ambiente"xiii, el Papa presenta su "sueño ecológico", enseñando que, para vivir la fe de manera comprometida y alcanzando la comunión plena con Dios, es imperativo cultivar una espiritualidad de la ecología integral, que promueva entre nosotros, una comunidad de discípulos misioneros, el cuidado de la creación, de una manera cada vez más participativa e inclusiva, como leemos en el Documento Final del sínodoxiv.

Y, así como la narración bíblica del evento salvífico está marcada no solo por el encuentro salvador de Dios con los hombres, sino también por historias de violencia, destrucción y desobediencia al plan de Dios, ante el cual los profetas no guardaron silencio, de la misma manera el Papa exhorta a todos a una nueva educación que genere en nosotros el cambio y la superación de ciertos hábitos, como el consumismo y la cultura desechable, que generan no solo la destrucción ambiental, por el mal uso de los recursos naturales y la falta de respeto por la naturaleza, sino también de enormes crisis sociales, con violencia y destrucción de la vida humanaxv.

Dimensión cristológica

A pesar de toda la preocupación expresada por el Papa por los problemas ambientales y sociales, pueda crear la falsa impresión de que es un documento de menor valor teológico, su exhortación post-sinodal tiene indudablemente una dimensión profundamente teológica y cristológica, siendo esta, en última instancia, la razón que justifica todo su compromiso en favor de una ecología integral. Porque, explica Francisco, Dios no solo creó todo lo que existe, sino que también se entregó a sí mismo en Jesucristo, nuestro Señor, quien primero nos cuida, enseñándonos a cuidar a nuestros hermanos y hermanas y al medio ambiente que nos da todos los días. Para el sucesor de Pedro, no hay duda de que "esta es la primera ecología que necesitamos"xvi, porque al final "todas las criaturas del universo material encuentran su verdadero significado en el Verbo Encarnado, porque el Hijo de Dios incorporó en su persona parte del universo material, donde introdujo un germen de transformación definitiva"xvii.

A nuestro entender, esta conciencia cristológica, tan sorprendente en esta exhortación apostólica, lejos de desviar la atención o debilitar nuestra mirada ante la dramática situación en la que viven los pueblos indígenas y la biodiversidad amazónica hoy, hace aún más evidente que es para seguir a Cristo que los cristianos tenemos una misión que cumplir en defensa de la vida amenazada en la Amazonía y en otras partes del mundo. Ante el mal, debemos estar indignados como Jesús estaba indignado (cf. Mc 3.5), dice el Papa, advirtiendo que no podemos acostumbrarnos al mal ni anestesiar nuestra conciencia social, cuando la vida de millones de personas en todo el mundo está en peligro, como la de los campesinos e indígenas en la Amazoníaxviii.

Por lo tanto, cuando habla de su "sueño social", Francisco recuerda que es desde el corazón de Cristo que surge la caridad anunciada por los Evangelios y que siempre debe ir acompañada de un deseo de justicia, fraternidad, solidaridad y la capacidad de relacionarse y encontrarse con los otrosxix. Aquí, entonces, hay algunos criterios muy claros para saber si realmente estamos siguiendo a Jesús o no, que, en opinión del Papa Francisco, necesariamente implica asumir el rostro misericordioso de Cristo en nuestra vida concreta y en la acción de la Iglesia, porque incluso para esto "la misericordia puede convertirse en una mera expresión romántica si no se manifiesta concretamente en la tarea pastoral", completa el Papa, comentando su "sueño eclesial"xx. Como Vicario de Cristo en el mundo, Francisco asume el grito de los pueblos del bosque, como antes hicieron los profetas que llamaron al pueblo a "romper las cadenas de la iniquidad, soltar las ataduras del yugo y liberar a los oprimidos" (Is 58, 6), siendo este el ayuno que agrada a Dios.

Recordemos, finalmente, que es motivado por el seguimiento a Cristo que el Papa, al igual que todo cristiano está llamado a hacer, denuncia los modelos económicos dañinos para la Amazonía, frutos de una economía globalizada, que se aleja de los valores evangélicos, haciendo daño "sin pudor a la riqueza humana, social y cultural”xxi, en lugar de buscar promover la dignidad humana, a través de una economía solidaria y autosustentable. Para aquellos que, por ignorancia y falta de base teológica, critican la "injerencia" del Papa en estos asuntos, sería suficiente recordar lo que el Catecismo nos enseña que "en asuntos económicos, el respeto a la dignidad humana requiere la práctica de la virtud de la templanza, para moderar el apego a los bienes de este mundo; de la virtud de la justicia, para salvaguardar los derechos de los demás y darles lo que les corresponde; y de la solidaridad, de acuerdo con la regla de oro y de acuerdo con la libertad del Señor, quien "siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza"xxii.

Eucaristía de Abertura del Sínodo para la Amazonía

Dimensión neumatológica y eclesiológica

Desde un punto de vista teológico, también debe señalarse que una gran parte de la exhortación apostólica del Papa en relación al Sínodo sobre la Amazonía se refiere a la acción del Espíritu Santo en la Iglesia en aquella región, pero con alcance universal. Esto no podría ser diferente, considerando que el tema elegido para el referido sínodo habla de "nuevos caminos para la Iglesia". Francisco, de hecho, deja claro al comienzo de su exhortación, que espera que toda la Iglesia se enriquezca y cuestione por el trabajo realizado por los Padres sinodales, cuyas conclusiones se encuentran en el Documento Final, para ser asumidas con empeño por los católicos e inspirar a todas las personas de buena voluntadxxiii.

En el ámbito eclesial, algunas características se destacan en el "sueño eclesial" del Papa Francisco: algunas de ellas son la sinodalidad, la inculturación, la mayor participación de las mujeres y la itinerancia apostólica.

En cuanto a la sinodalidad, el texto papal se acerca indudablemente a lo que los padres sinodales llamaron "espíritu sinodal" o "conversión sinodal", al sugerir una renovación en la forma de estructurar las iglesias locales en cada región y país, de modo que, impregnadas del espíritu sinodal, sean organizadas de acuerdo con esta dinámica, como auténticos organismos de "comunión", siguiendo caminos comunes en la evangelización, de una manera más descentralizada, sin debilitar el vínculo con la Iglesia universalxxiv. Para el Papa, en el camino evangelizador de la Iglesia en la Amazonía, uno de los ejemplos inspiradores de esta sinodalidad fueron las comunidades eclesiales, cuando supieron integrar la defensa de los derechos sociales con el anuncio misionero y la espiritualidadxxv. El Santo Padre también recuerda que, en una Iglesia sinodal, las mujeres deberían poder acceder a funciones y servicios eclesiales compatibles con el papel central que ya desempeñan en las comunidades amazónicas, servicios que implican estabilidad, reconocimiento público y envío por parte del obispo. Todo esto, según Francisco, tendría un impacto real y efectivo en la organización, en las decisiones más importantes y en la orientación de las comunidades eclesiales, además de enriquecerlas con el estilo de su marca femeninaxxvi.

Con respecto a la itinerancia apostólica, reconociendo que la Amazonía es una región de gran movilidad interna y migratoria, el Papa asume en su "sueño eclesial" la propuesta ya presente en el documento de trabajo preparatorio para el Sínodo, defendiendo que además de las estructuras más estables y fijas, también se deberían alentar equipos de misión itinerante, apoyando también una mayor itinerancia e inserción de la vida consagrada entre los más pobres y los más excluidosxxvii.

Por supuesto, todo esto solo será posible si, al mismo tiempo, hay una renovación en el modelo de formación del clero, de la vida consagrada y de los agentes pastorales en general, para que se abran a estos nuevos soplos del Espíritu, a partir de una espiritualidad encarnada, dialogante, inculturada y misericordiosa que, siendo verdaderamente cristianaxxviii, sepa cómo dejarse enriquecer por otras espiritualidades ancestrales y cosmovisiones, como la de los pueblos indígenas de la Amazonía, de quienes tenemos mucho que aprender en relación con el respeto y el cuidado de las criaturas, de las cuales solo somos guardianes. Pues al final, no hay lugar, situación o cultura que no sea tocada por la presencia del Resucitadoxxix.

Padre Adelson

iPAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, 12 de fevereiro de 2020, n. 41.

ii Cf. BORRIELO, L. / DOWNEY, M. (Ed.), Nuovo Dizionario di Spiritualità, Libreria Editrice Vaticana, Città del Vaticano 2003, 693-696.

iiiPAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 24 de novienbre de 2013, n. 27.

iv Ibidem.

v PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Christus vivit, 25 de marzo de 2019, n. 36

vi Cf. PAPA BENEDICTO XVI, Vigília de oración con los jóvenes em la explanada de Montorso, Loreto, 1 de septiembre de 2007.

vii PAPA FRANCISCO, Exortação apostólica pós-sinodal Christus vivit, 25 de março de 2019, n. 157.

viiiCf. BORRIELO, L. / DOWNEY, M. (Ed.), Nuovo Dizionario di Spiritualità, ... 693-696.

ixPAPA FRANCISCO, Carta encíclica Laudato si’ sobre o cuidado da casa comum, 24 de maio de 2015, n. 91, 117, 138 e 240.

xCf. Documento de Aparecida, Texto conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latino-Americano y del Caribe, Editora Paulus, São Paulo 2009.

xiCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 42. Ver también: Instrumentum laboris, 26.

xiiCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 60.

xiiiDocumento Final, n. 82.

xiv Cf. Documento Final, n. 81.

xvPAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 58 e 59. Ver también Documento final, n. 84.

xviPAPA FRANCISCO, Exortação apostólica pós-sinodal Querida Amazonía, ... n. 41.

xviiCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 74.

xviiiCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 15.

xixCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 22.

xxCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 84. Ver también Documento final, n. 32.

xxiCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 39. Ver también Documento final, n. 73.

xxiiCATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, n. 2407.

xxiiiCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 4.

xxivCf. Documento final, n. 91 e 92.

xxvCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 96.

xxvi Cf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 103. Ver también Documento Final, n. 95, 99 e 102.

xxviiCf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 98. Ver también Instrumentum laboris, n.129, d, 2.

xxviii Cf. PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ... n. 90. Ver también Documento Final, n. 106, 107 e 108.

xxixCf. PAPA FRANCISCO, Exortação apostólica pós-sinodal Querida Amazônia, ... n. 74.

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