En los 70 años del organismo de comunión Mensaje de la 40° Asamblea del CELAM: Obispos apuestan por una Iglesia que escuche y se comprometa con valentía

Mensaje de la 40° Asamblea del CELAM: Obispos apuestan por una Iglesia que escuche y se comprometa con valentía
Mensaje de la 40° Asamblea del CELAM: Obispos apuestan por una Iglesia que escuche y se comprometa con valentía

La 40.ª Asamblea del Celam propició oportunidades para compartir las luces y sombras de nuestras realidades, los clamores de nuestros pueblos y el anhelo de una Iglesia que sea casa y escuela de comunión

Problemáticas como la persistencia de la pobreza y la desigualdad, la corrupción, el narcotráfico, la migración forzada y el debilitamiento de la democracia, hacen parte de las preocupaciones de los obispos de América Latina y el Caribe

Las realidades dolorosas del continente hacen que los obispos de América Latina y el Caribe, renueven su compromiso de ser pastores cercanos, servidores del Pueblo de Dios y testigos del Reino

"Nos sentimos impulsados a renovar nuestro compromiso con una Iglesia misericordiosa, sinodal y en salida", es uno de los compromisos que los obispos del continente ratifican en el mensaje que dirigen a la Iglesia continental, tras concluir la 40.ª Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño.

El evento que reunió del 26 al 30 de mayo a los presidentes y secretarios generales de las conferencias episcopales del continente en Rio de Janeiro, sirvió para fortalecer el espíritu de colegialidad y servicio a los pueblos del continente, discerniendo los signos de los tiempos y los caminos de comunión que han de renovar la presencia y misión evangelizadora de la Iglesia en América Latina y el Caribe.

En el mensaje, los obispos confirman su apuesta por "una Iglesia que escuche y aprenda de las luces que el Espíritu ofrece a todo el pueblo de Dios, que se deje interpelar por los clamores de los pueblos y tenga la valentía de comprometerse con ellos".

40.ª Asamblea del CELAM

Memoria agradecida

Recordando que a lo largo de la semana celebraron varios acontecimientos que colmaron su corazón con la esperanza propia del año jubilar, se mostraron embargados por un sentimiento de gratitud, ante el fecundo ministerio del recién fallecido Papa Francisco. Igualmente, celebraron la elección de León XIV, a quien recuerdan como un obispo en territorio latinoamericano a lo largo de una década.

Al evocar los diferentes espacios de la agenda, los miembros de la 40.ª asamblea del Celam, destacaron el acto conmemorativo por los 70 años de la primera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribeño, efectuada en 1955 en la ciudad de Río de Janeiro.

Suceso que dio origen a la existencia del organismo de comunión y reflexión episcopal que en esta oportunidad se unió a la memoria agradecida de la Iglesia universal por los 1700 años del concilio de Nicea que en palabras de los asistentes, confirmó “la fe en Jesucristo Salvador, el Hijo de Dios, de la misma naturaleza del Padre".

Sin perder la conciencia sobre los desafíos actuales que afectan la tarea evangelizadora de la Iglesia latinoamericana y caribeña, el mensaje hace referencia a problemáticas como la persistencia de la pobreza y la desigualdad, la violencia impune, la corrupción, el narcotráfico, la migración forzada, el debilitamiento de la democracia, el clamor de la tierra y la secularización, entre otros.

Ejemplo de esas problemáticas es la crisis que se vive en Haití y "la ausencia de nuestros hermanos obispos de Nicaragua a quienes ofrecemos nuestra solidaridad y comunión", afirman.

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Casa y escuela de comunión

Realidades dolorosas que "renuevan su compromiso de ser pastores cercanos, servidores del Pueblo de Dios y testigos del Reino". Sin desconocer las implicaciones que viven las comunidades, por causa de estas problemáticas los obispos aseguran que estos acontecimientos iluminaron el encuentro, porque contribuyeron para que la Asamblea fuera un “espacio de discernimiento, oración y fraternidad episcopal".

Además, de propiciar oportunidades para compartir "las luces y sombras de nuestras realidades, los clamores de nuestros pueblos y el anhelo de una Iglesia que sea casa y escuela de comunión".

La 40.ª Asamblea General Ordinaria del Celam se realizó en el tiempo de la Pascua y esto afirman los obispos, “permitió mirar las dificultades con fe, y descubrir que son más las semillas de resurrección y esperanza que se manifiestan en nuestras comunidades”.

De esta forma, se confiesan “testigos de una Iglesia que sigue latiendo con fuerza en medio de las dificultades, sostenida por la fe de los sencillos, el testimonio de tantos consagrados y consagradas y el compromiso silencioso de quienes construyen el Reino día a día desde lo pequeño”.

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Espíritu que impulsa

Misión que según advierten se fundamenta en la asimilación del documento final del reciente Sínodo de la sinodalidad.

“Pudimos constatar con gratitud que el estilo y la espiritualidad sinodal han estado presentes en nuestro Consejo episcopal latinoamericano desde hace muchos años”. No obstante, aseguran que la sinodalidad no se puede “limitar a un documento o evento eclesial”. Tampoco se pueden descartar las resistencias por parte de algunos grupos frente la vivencia de este nuevo estilo eclesial”. Situaciones que invitan a la escucha atenta de todos los bautizados para reconocer que la presencia del Espíritu impulsa la misión de la Iglesia.

Actividades que recuerda el mensaje, se desarrollaron pensando en el 10º aniversario de la promulgación de la encíclica Laudato Si’. Documento que calificaron de profético durante el pontificado del Papa Francisco. Hoy Laudato Si’ resuena con mayor urgencia ante la crisis climática y social, “interpelándonos a renovar nuestros estilos de vida, nuestras estructuras y decisiones pastorales para que todos nuestros esfuerzos promuevan la ecología integral que estamos llamados a construir juntos”, afirman.

Un mensaje que los obispos cierran “encomendando su ministerio pastoral a Nuestra Señora de Aparecida, a quien le piden mantenerse fieles a la esperanza que Cristo nos ha ofrecido”.

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