Las organizaciones católicas de España inician una serie de actividades especiales para abogar por la justicia y la implementación de reformas financieras que ayuden a las comunidades empobrecidas a enfrentar los efectos de las deudas que para muchas de ellas son insostenibles.

Las actividades previstas del 25 de junio al 2 de julio, preparan el ambiente para lo que será la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU. Acontecimiento que tendrá lugar en Sevilla del 30 de junio al 3 de julio.

En este evento se solicitará la condonación de la deuda financiera y ecológica que actualmente tienen muchos países en condición de pobreza. La idea es asumir el contenido de la bula del jubileo "Spes non confundit" y el Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz 2025.

Causas comunes

Iniciativas que congregan a la Conferencia Episcopal Española, el arzobispado de Sevilla, la alianza "Enlázate por la Justicia”, Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la organización Justicia y Paz, Manos Unidas, REDES y el HUB España de la Economía de Francisco. Todas en colaboración con la Universidad Loyola y la Fundación Etea.

La agenda de actividades se inició este 25 de junio con la Mesa redonda "Justicia y dignidad, jubileo de la esperanza y financiación para el desarrollo", actividad en la que se escucharon expertos en economía internacional, acompañados por la reflexión de Monseñor Ramón Valdivia Giménez, obispo auxiliar de Sevilla.

Acto seguido, la delegación diocesana de migraciones de la Arquidiócesis de Sevilla, organizó otra edición del “Círculo del Silencio” en la Plaza Nueva. Un acto lleno de simbolismo que expresa la solidaridad con las víctimas de la migración forzada.

Para el 27 de junio, está prevista la mesa redonda titulada “¿Qué financiación, para qué desarrollo?”, evento en el que participarán entre otros invitados, Elena Cerdeiras, provincial del Instituto de la Bienaventurada Virgen María y Pedro José Gómez, reconocido máster en economía internacional y desarrollo. La jornada concluirá con una vigilia especial en la catedral, espacio que será presidido por monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla.

Dolores que superan las estadísticas

Durante el fin de semana, es decir, el 28 y 29 de junio, se espera que las organizaciones católicas participen en el Foro Social, organizado por el Mecanismo de la Sociedad Civil, evento que tendrá continuidad en una actividad masiva, la “Gran marcha de la sociedad civil”.

Una convocatoria que expresará la solidaridad de la gente con esta causa, por lo que caminarán desde los jardines de Cristina hasta la plaza de la Encarnación.  El 30 de junio, la invitación será a participar en la mesa redonda titulada "Son personas, no números: economía al servicio de las personas y el planeta".

En esta oportunidad, acudirán como invitados Eduardo Agosta Scarei, Doctor en ciencias de la atmósfera y los océanos, María Luz Ortega Carpio profesora de organizaciones económicas internacionales en la Universidad de Loyola, Agustín Moratalla docente de filosofía moral y Elena Pérez, Doctora en economía y experta en África.

Seis intenciones

Propuestas académicas que serán acompañadas desde lo espiritual a través de la oración. Por eso, las organizaciones católicas piden a las parroquias de la península ibérica que acompañen las jornadas previas a la  IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU, rezando al cierre de las Eucaristías.

Plegaria en la que pedirán a Dios por las seis propuestas que aparecen descritas en la declaración de Sevilla. Documento que vio la luz en marzo de este año y aboga por la cancelación o reestructuración de la deuda, para liberar a los países más vulnerables del sobreendeudamiento.

La idea es orar para que se logre el canje de la deuda, por inversiones que favorezcan áreas como la salud, educación, seguridad alimentaria y la conservación del medioambiente. Esto incluye una mayor regulación y transparencia en el endeudamiento internacional, lo que implica prever una posible crisis por deudas futuras y todo aquello que se pueda evitar, respecto a las condiciones perjudiciales que recaen en los países más vulnerables.

La meta es crear un marco multilateral inclusivo y equitativo que esté centrado en el bienestar de la persona humana, la búsqueda de justicia y solidaridad.