"Gran consternación" en Alemania tras las críticas de Kasper al Camino Sinodal

"La Iglesia católica solo podrá tener futuro si continúa el camino emprendido por el Vaticano II (...), algo que el Camino Sinodal no ha hecho". Las críticas del cardenal Kasper al camino sinodal alemán, en una entrevista a la revista 'Communio', han caído como una bomba en los sectores progresistas del país.

Tal y como apunta Katholisch.de, la iniciativa de reforma "Pro Concilio - Concilio desde abajo" de la diócesis de Rottenburg-Stuttgart, ha acusado con "gran consternación" las declaraciones del purpurado alemán, uno de los más fervientes defensores de las reformas en la Iglesia, pero a la vez sumamente crítico con el Camino Sinodal. Kasper fue obispo de esta diócesis.

"Nos preguntamos cómo es posible que, a la vista del impresionante cuidado teológico con el que se prepararon todas las resoluciones y de la gran seriedad con la que se discutieron en las conferencias, foros y reuniones, se permita hacer un juicio de este tipo y acusar así a la mayoría de los obispos alemanes de romper con la tradición de la Iglesia católica", apunta en una carta abierta la asociación, que lamenta las "amplias declaraciones despectivas de Kasper".

Clericalismo, celibato, moral sexual

"Las estructuras de poder monárquicas, el clericalismo masculino, el celibato obligatorio, la rígida moral sexual y numerosas fijaciones dogmáticas no forman parte del mensaje bíblico de salvación, sino que, como reliquias del "congelador" de la historia de la Iglesia, bloquean el camino al Evangelio para innumerables personas" recalcan en su carta abierta a Kasper, reivindicando un nuevo concilio para tomar decisiones "que apunten a la unidad en la diversidad, es decir, también, si es necesario, permitir las disparidades en áreas individuales dentro de la Iglesia católica universal".

En cambio, critican, el llamamiento de Kasper para que la Iglesia en Europa mantenga en alto la "antorcha de la esperanza" sólo podría tener éxito en una Iglesia "que no se separe de la sociedad como una pequeña minoría con estructuras de liderazgo no democráticas, una doctrina incomprensible y una liturgia en un lenguaje incomprensible". Además, sólo puede funcionar para una iglesia "que formule su mensaje de manera que atraiga a la gente de hoy y sea escuchada porque vive lo que proclama".