Christopher Saunders lo niega, y no ha sido acusado, aunque en 2020 dimitió por ello También en Australia: el ex obispo de Broome pudo abusar de 67 menores aborígenes

Christopher Saunders
Christopher Saunders

El primer ministro de Australia Occidental, Roger Cook, dijo que era una "lacra" para la Iglesia católica que los incidentes no se hubieran denunciado antes. "Me complace que el Vaticano haya emprendido esta investigación", declaró a la prensa el martes

En un comunicado, el arzobispo de Perth, Timothy Costelloe, presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, afirmó que las acusaciones contra el obispo Saunders eran "muy graves y profundamente angustiosas" y que era apropiado investigarlas a fondo

El ex obispo de Broome, Christopher Saunders, pudo abusar sexualmente de al menos cuatro niños y jóvenes aborígenes, y pudo haber agredido de distintas formas hasta de 67 chicos, según una investigació pnublicada por The Australian.

En la misma, se recoge que Saunders organizó fiestas "bunga bunga" en propiedades de la iglesia y gastó miles de dólares del dinero de la iglesia en pagos en efectivo, teléfonos móviles, alcohol y cigarrillos. El prelado ha negado las acusaciones y no ha sido acusado por la Policía de Australia Occidental, pero dimitió en 2020 tras salir a la luz las denuncias de conducta sexual inapropiada y acoso.

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"A través de las entrevistas a testigos y el examen de documentos y otras pruebas, se ha establecido que el obispo Christopher Saunders ha desarrollado un modus operandi de captación de jóvenes aborígenes para mantener relaciones sexuales durante su estancia en la región de Kimberley, tanto en calidad de sacerdote como de obispo", señaló el informe de 2020.

El primer ministro de Australia Occidental, Roger Cook, dijo que era una "lacra" para la Iglesia católica que los incidentes no se hubieran denunciado antes. "Me complace que el Vaticano haya emprendido esta investigación", declaró a la prensa el martes.

La policía de Australia Occidental, por su parte, ha solicitado una copia del informe del Vaticano y, si sale a la luz más información, la investigará. Tanto en 2018 como en 2020 se presentaron sendas denuncias que no prosperaron, por falta de pruebas. 

En un comunicado, el arzobispo de Perth, Timothy Costelloe, presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, afirmó que las acusaciones contra el obispo Saunders eran "muy graves y profundamente angustiosas" y que era apropiado investigarlas a fondo.

Dijo que la investigación de la Iglesia fue supervisada por el arzobispo de Brisbane, Mark Coleridge, y confiada a una organización de investigación especializada, experimentada e independiente.

El informe se entregó a la Santa Sede, y el Dicasterio para la Doctrina de la Fe continuó la investigación, dijo el arzobispo Costelloe.

"Respetaremos la naturaleza confidencial de este proceso y no haremos comentarios sobre las acusaciones específicas que se han planteado", dijo.

"A su debido tiempo, la Santa Sede tomará sus decisiones. Esperamos que esto no se retrase indebidamente".

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