Su secretario, Georg Gänswein, revela que Ratzinger “tiene buena salud y buen humor” Benedicto XVI cumple 93 años “bajo arresto domiciliario”

Gaenswein, con Ratzinger
Gaenswein, con Ratzinger

Este año, a causa del coronavirus, no recibirá (salvo sorpresa) la tradicional visita de Francisco, ni la de su hermano George

Sí tendrá un regalo: la nueva biografía que Peter Seewald ha escrito sobre él ('Benedicto XVI, una vida'), y que tenía previsto ver la luz en mayo.

Benedicto XVI cumple hoy 93 años. Cuando se acaban de cumplir siete años de su histórica renuncia, Ratzinger sigue 'confinado' en el monasterio Mater Ecclesiae, en plenos jardines vaticanos. Este año, a causa del coronavirus, no recibirá (salvo sorpresa) la tradicional visita de Francisco.

Quien sí lo acompañará -desde la polémica por el 'no libro' con Sarah, mucho más estrechamente- será su secretario personal, Georg Gänswein, quien explicó a Radio Vaticana cómo piensan celebrarlo. “Ya que vivimos bajo 'arresto domiciliario', como tantos otros en Italia, por supuesto no habrá visitas”.

“Gracias a Dios todos están en buena salud y de buen humor. Y celebraremos el cumpleaños en el monasterio. La misa, las comidas, el transcurso del día: todo será más solemne y adaptado al cumpleaños, más apropiado al cumpleaños...”, explica, por correo electrónico, el arzobispo alemán.

Ratzinger recibió la visita del cardenal Duka


En vista de la pandemia de la corona, Italia ha extendido los toques de queda y las restricciones de contacto hasta mayo; el Vaticano también está siguiendo el ejemplo. Benedicto vive recluido en el antiguo monasterio "Mater Ecclesiae" en los Jardines del Vaticano, y hoy no recibirá la visita de su hermano George.

Sí tendrá un regalo: la nueva biografía que Peter Seewald ha escrito sobre él ('Benedicto XVI, una vida'), y que tenía previsto ver la luz en mayo. "Tenía la intención de presentárselo al propio Papa Emérito en estos días. Desafortunadamente, la pandemia de virus lo hizo imposible. Ahora presentaremos esta opus magnum (¡1100 páginas!) como un "regalo de cumpleaños”, apunta Gänswein. Una pequeña sorpresa, pues “Benedicto no sabe nada de esto. La sorpresa no será menor que su alegría”.

Volver arriba