Discurso del patriarca de la Iglesia caldea en la velada de diálogo islámico-cristiano en Bagdad Sako: "María inspira la cercanía entre los creyentes del Islam y del Cristianismo"

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"María ocupa un lugar único. Ella hace que cristianos y musulmanes sean más cercanos" ha reafirmado el Cardenal Louis Raphael Sako en su discurso durante la velada de diálogo islámico-cristiano organizada en Bagdad

Al encuentro, dedicado al tema "La Virgen María nos une" y celebrado el 24 de febrero en la catedral latina de Bagdad, han asistido también un grupo de religiosos chiíes de Nayaf y miembros del Consejo Jurídico suní de Bagdad

A modo de epílogo de su discurso, el Patriarca Sako ha querido subrayar que “el cristianismo considera al hombre y a la mujer como creados a imagen y semejanza de Dios”, y por tanto dotados de la misma dignidad y derechos

"El cristianismo" -ha señalado el cardenal- "rechaza la poligamia por ser contraria al plan de Dios expresado en la creación"

(Agencia Fides) – “María ocupa un lugar único. Ella hace que cristianos y musulmanes sean más cercanos”. Así lo ha reafirmado el Cardenal Louis Raphael Sako, Patriarca de la Iglesia caldea, en un discurso dirigido a un auditorio de estudiosos y oyentes cristianos y musulmanes e íntegramente dedicado a la Virgen María como figura muy querida para multitudes de creyentes tanto en el Cristianismo como en el Islam.

El Patriarcahttps://i.ytimg.com/vi/F50lDdfCkb0/maxresdefault.jpg caldeo ha rendido homenaje a María como inspiradora de la cercanía entre los creyentes del Islam y del Cristianismo durante la velada de diálogo islámico-cristiano organizada en Bagdad con la contribución organizativa del movimiento católico francés Efèsia (que desde hace años organiza encuentros bajo el título "Ensamble avec Marie"), de L'œuvre d'Orient y de los Padres Dominicos de Bagdad.

Al encuentro, dedicado al tema "La Virgen María nos une" y celebrado el 24 de febrero en la catedral latina de Bagdad, han asistido también un grupo de religiosos chiíes de Nayaf y miembros del Consejo Jurídico suní de Bagdad. Durante la velada, que ha culminado con algunos discursos sobre la condición de la mujer, se han leído fragmentos del Evangelio y del Corán.

En su discurso, el Patriarca Sako ha subrayado que las diferencias doctrinales entre el cristianismo y el islam en torno a la figura de María pueden “ser evaluadas y comprendidas objetivamente” en el contexto de unas relaciones sinceras. En la experiencia cristiana - ha señalado el Patriarca – la persona de María está vinculada al misterio de Cristo. Su papel y su grandeza se reconocen y celebran “a través de su relación con su Hijo, y nunca separada de Él”. La fe y la esperanza de María “descansan en su absoluta confianza en Dios y en su total abandono en Él”.

A continuación, refiriéndose a la “mariología islámica”, el cardenal iraquí ha recordado que el Corán habla de María en varias ocasiones y le dedica toda una Sura. El Libro Sagrado del Islam reconoce la virginidad de la Madre de Cristo y su pureza inmaculada. En el Corán se hace referencia a todas las etapas de la vida de María: la Anunciación, su embarazo, el nacimiento de Jesús, la presentación en el templo y la Dormición. Además, el Primado de la Iglesia caldea ha señalado que “María ocupa un lugar especial en la piedad popular islámica, ya que las mujeres musulmanas visitan constantemente los santuarios marianos”.

A modo de epílogo de su discurso, el Patriarca Sako ha querido subrayar que “el cristianismo considera al hombre y a la mujer como creados a imagen y semejanza de Dios”, y por tanto dotados de la misma dignidad y derechos. El cristianismo -ha añadido el cardenal- rechaza la poligamia por ser contraria al plan de Dios expresado en la creación. “Dios - ha dicho entre otras cosas el Patriarca Sako - podría haber dado a Adán más mujeres como compañeras, pero en lugar de eso sólo le dio una, Eva”. Respetando el orden de la creación querido por Dios, el cristianismo “considera la poligamia contraria a la naturaleza humana y a la voluntad de Dios”, y reconoce que “sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer es fuente de estabilidad y armonía”.

Cardenal Sako
Cardenal Sako

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