El primer grupo de obispos del país concluye su Visita Ad Limina Católicos filipinos recuerdan a Duterte que la pena de muerte es una medida "contra los pobres"

Protesta contra la restauración de la pena de muerte en Filipinas
Protesta contra la restauración de la pena de muerte en Filipinas

"La pena de muerte nunca ha sido y nunca será una solución o un impedimento para el crimen", recuerda el líder laico, Rodolfo Diamante, en medio del debate sobre si restaurarla

"No hará otra cosa que agudizar la cultura de violencia que ahora inunda nuestro país. La población filipina merece algo mejor"

La Iglesia Católica en Filipinas se opone a la restauración de la pena de muerte. Es lo que asegura el líder católico laico, Rodolfo Diamante, miembro de la Comisión Episcopal de prisiones, en una conversación con la Agencia Fides. Destaca que “los legisladores no deberían aprobar leyes solo para complacer al presidente Rodrigo Duterte”.

El debate sobre la posible reintroducción de la pena de muerte se ha reavivado después de que el presidente Duterte ganara las recientes elecciones de mitad de período: los candidatos aliados con el presidente en ejercicio obtuvieron 9 de los 12 escaños posibles (otros tres escaños fueron para candidatos independientes). “Los senadores son elegidos por el pueblo y deben trabajar para el bienestar de toda la nación, no para el presidente. Les instamos a que estudien la situación cuidadosamente para enfrentar los desafíos que enfrenta nuestro país”, dice Diamante.

El Senado, bajo el control de Duterte

El presidente del Senado de Filipinas, Vicente Sotto III, aseguró que la reintroducción de la pena de muerte para algunos delitos graves es una posibilidad real, “dado que varios aliados de Duterte se formarán parte del Senado”. Con la llegada de nueve Senadores a favor de Duterte, ahora la asamblea, compuesta en su totalidad por 24 senadores, quedará bajo el control del presidente Duterte.

"Una medida contra la vida y contra los pobres"

Una de las propuestas más polémicas del presidente es reintroducir la pena de muerte. Filipinas declaró ilegal la pena de muerte en 1987, la restauró seis años después y luego la abolió nuevamente en 2006. Dos de los nuevos miembros elegidos por el Senado ya han expresado públicamente su apoyo a la pena de muerte. Uno de ellos es el parlamentario, Ramon Revilla, el otro es el nuevo senador Ronald de la Rosa, un ex oficial de policía que se mostró a favor de reintroducir la pena de muerte para los delitos relacionados con las drogas.

Según Diamante, “la pena de muerte nunca ha sido y nunca será una solución o un impedimento para el crimen. Además, es una medida contra la vida, contra los pobres, que no tienen los medios adecuados para defenderse ante los tribunales, y no hará otra cosa que agudizar la cultura de violencia que ahora inunda nuestro país. La población filipina merece algo mejor”, concluye Diamante. 

El primer grupo de Obispos filipinos concluye su Visita Ad Limina

Mientras tanto, los obispos filipinos inician su Visita Ad Limina al Papa Francisco, que se desarrolla desde el pasado 20 de mayo hasta el próximo 3 de junio en el Vaticano.

Después de la Visita ad Limina de los obispos argentinos del 28 de abril al 18 de mayo, toca el turno a los obispos de Filipinas, quienes se reunirán con el Papa Francisco en tres grupos: el primero tuvo lugar el pasado 20 de mayo, el segundo será el próximo lunes 27 y el tercero se desarrollará el 3 de junio de 2019. Vienen de uno países más católicos del mundo, en el que casi 85 millones de sus más de 100 millones de habitantes están bautizados en la Iglesia Católica.

Los laicos: grandes protagonistas de la vida de la Iglesia filipina

Es importante el papel que desarrollan los laicos dentro de la vida de la Iglesia filipina. Ellos son los gran protagonistas capaces de dar testimonio de los valores fundamentales de la fe en la familia y en la vida pública. De hecho, según el Episcopado, la respuesta a los problemas del país se encuentra en cada ciudadano: todos deben hacer su parte tomando decisiones personales inspiradas en los valores del Evangelio.

Los ámbitos privilegiados de este testimonio de fe son la defensa de la familia, hoy amenazada por las políticas de control de la natalidad, por la creciente influencia de los modelos consumistas, por la emigración que divide a las familias y por el tráfico de drogas, pero también por combatir el flagelo de la corrupción, la promoción de los derechos humanos, la justicia social, la paz y la salvaguardia de la creación.

Filipinas, tierra de misión

El papel de los fieles en la misión de la Iglesia hacia los migrantes es igual de importante. En este sentido, surgió la necesidad de colaboración pastoral con los países de acogida, en particular para la promoción y defensa humana de los derechos de los migrantes, y de una corresponsabilidad pastoral entre Iglesias particulares y migrantes como sujetos activos de evangelización.

Desde tierra de misión, Filipinas se ha convertido hoy en día en un gran país evangelizador, no solo por el número cada vez mayor de misioneros y misioneras que operan en Asia y otros continentes, sino también gracias al precioso trabajo realizado por los emigrantes filipinos, fieles comunes que llevan el Evangelio a los países de acogida con su sencillo testimonio de vida y fe.

El desafío de la nueva evangelización

En vista de las celebraciones en 2021 del quinto centenario de la evangelización de Filipinas, la Conferencia de Obispos (CBCP) lanzó en el 2013 – coincidiendo con el Año de la Fe proclamado por Benedicto XVI – un camino de preparación espiritual titulado "Nueve años para la evangelización”, cada uno dedicado a un tema específico.

Entre 2013 y 2014 los obispos de Filipinas reflexionaron sobre la formación integral de la fe y sobre el papel de los laicos, entendidos como "agentes de la evangelización". El 2015, sim embargo, se dedicó a los pobres, mientras que en 2016 se reflexionó sobre el vínculo entre la Eucaristía y la familia. El 2017 fue el Año de la Parroquia, el 2018 el Año de los Sacerdotes, mientras que los jóvenes son los protagonistas del 2019 también a la luz del tema del Sínodo de los Obispos celebrado en el Vaticano en octubre de 2018. Sin embargo, en 2020 los obispos filipinos reflexionarán sobre el ecumenismo y el diálogo interreligioso para promover "los grandes valores de la paz y la armonía", especialmente en las zonas de conflicto.

Finalmente, 2021 se reservará para la "missio ad gentes", de modo que cada fiel será alentado a "convertirse en misionero". Cada uno de estos temas representa diferentes áreas prioritarias para el cuidado pastoral del episcopado filipino.

La relación con los musulmanes

Otro de los compromisos de la Iglesia católica filipina es el diálogo interreligioso, en particular con la minoría musulmana concentrada en Mindanao (teatro durante casi 50 años de un sangriento conflicto entre la guerrilla separatista musulmana y el ejército de Manila). Con el fin de garantizar la paz y la justicia para la gente del sur de Filipinas, donde los cristianos y las tribus Lumad conviven con la mayoría musulmana, nace la "Conferencia del Obispo Ulama", un organismo que reúne a obispos católicos y líderes religiosos islámicos en un camino hacia el compromiso común para lograr la reconciliación.

Casos de abusos en la iglesia filipina

También han surgido casos de pedofilia en la Iglesia filipina. En un mensaje publicado el 31 de agosto de 2018, el presidente de la Cbcp, Mons. Rómulo G. Valles, reiteró la "vergüenza" que sienten los obispos por los abusos cometidos por algunos miembros del clero filipino, reconociendo la necesidad de revisar las directrices existentes sobre la protección de menores y adultos vulnerables, y con una renovada determinación y compromiso a poner en práctica y a no encubrir los casos, a la luz de las indicaciones del Papa Francisco en la "Carta al Pueblo de Dios".

Ad limina de los obispos filipinos
Ad limina de los obispos filipinos

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