'Cuidar el amor en tiempos de pandemia': Carta de los obispos portugueses en San Valentín "Aunque el noviazgo no es para toda la vida, puede y debe iluminar toda la vida"

Mensaje de la Comisión Episcopal de Laicos y Familia para el Día de San Valentín - 14 de febrero de 2021

Incluso en tiempos de encierro por la pandemia, el día de San Valentín no pasará desapercibido. A ello contribuirán las aportaciones del consumismo, la publicidad y la propia moda que se han impuesto. ¿Tendrá, en época de pandemia, originalidad y esencialidad?

Hablar de noviazgo es tan vago como difícil y se corre el riesgo de que las palabras no tengan destinatario. No hay nada como dejar hablar a los corazones jóvenes, convencidos de que el amor lo conquista todo y lo supera. Que nos digan si hay espacio para las citas en tiempos de distanciamiento social, o si también se ha confinado.

"Todavía lo recuerdo como si lo estuviera viviendo ahora: una gran ansiedad debido a dos factores que involucraban nuestra vida de pareja: uno era el hecho de que el contacto físico se reducía a ocasiones muy esporádicas, el otro era el aplazamiento del día más importante de nuestras vidas, ¡nuestra boda! Los amigos y la familia fueron la voz de Dios que nos ayudó y nos tranquilizó. Ahora, más preparados, Dios nos plantea el mismo reto: organizar el gran día de nuestra boda en medio de la pandemia, lo que es aún más difícil que el aplazamiento. Hemos sentido, en esos días en los que parece que todo va mal, que hay Alguien ahí para mejorar nuestro día. Siempre hay un trocito de Dios en todas partes. Siempre ha estado con nosotros. Es una mano que tira de nosotros, una mirada que nos observa, un oído que nos escucha... Es un amigo que ayuda a unirnos aún más", dice la pareja de "T&N".

Otra pareja, "M&H", mira el momento actual y dice: "Sabemos que esta pandemia no será, sin duda, la mayor adversidad que tendremos que afrontar juntos. Pensando en las palabras de San Francisco de Asís: "Señor, dame la fuerza para cambiar lo que se puede cambiar... la resignación para aceptar lo que no se puede cambiar... y la sabiduría para distinguir una cosa de otra", intentamos comprender y aceptar lo que Dios nos pide ahora. Como amantes -con un proyecto de futuro- buscamos permanecer centrados en Dios, que nos lleva a descubrir facetas siempre nuevas del Amor".

"¡Te quiero, incluso a distancia!"

"Salir a distancia puede ser difícil, sin embargo, sabemos que lo más importante es el amor por el otro. No podemos cambiar la realidad, pero podemos elegir cómo vivirla. Juntos decidimos que queríamos intentar vivir cada momento de manera que fuéramos Amor el uno para el otro. Para ello, intentamos ser creativos: intercambiar una salida al cine por un capítulo de una serie que se vea a la misma hora, intercambiar cartas, poemas, una foto con una sonrisa a primera hora de la mañana. Todo lo que queramos hacer juntos, intentemos recrearlo, sobre todo los momentos de mayor valor para cada uno: asistir a la misma eucaristía online, estar presentes en la comida familiar del domingo haciendo zoom... Sobre todo, intentar hacer feliz al otro. Siempre. Escucharse mutuamente, compartir las alegrías y las penas de cada día. Creer que vivir este Amor en pareja es amar a Dios y ser amado inmensamente por Él. Porque sólo hay un Amor", dice "M&H".

Aunque el noviazgo no es para toda la vida, puede y debe iluminar toda la vida. Para ello, necesita tiempo suficiente para desarrollar un lenguaje que sepa combinar progresivamente el afecto con el respeto y los gestos cariñosos con el necesario conocimiento del mundo de la otra persona. Necesitamos tiempo para descubrir el tesoro de Dios escondido en la persona que amamos, y que necesita manifestarse en toda su belleza.

Necesitamos tiempo para aprender a decodificar las palabras y los silencios, las presencias y las ausencias que pueden herir, para la escucha activa y el diálogo constructivo, para la lectura, la formación y la oración. Necesitamos tiempo para saber disculparse, perdonar y volver a empezar siempre... ¡Necesitamos tiempo para la poesía!

En una pandemia, los retos son enormes para todos, incluso para los amantes que no viven en una burbuja, sino que están rodeados de cosas nuevas, algunas peligrosas, que pueden poner en riesgo su amor, su propia vida y la de los que aman. En las dificultades pueden cuidar del otro como nunca antes lo habían hecho, cimentar lazos y reforzar valores antes desconocidos, o simplemente matar el amor, siempre frágil y que requiere cuidados. Que logren tener la certeza de que la pandemia es también una oportunidad, y que logren redescubrir el equilibrio y la estabilidad necesaria.

Que María, la "Madre del Amor Hermoso", proteja a todos los enamorados, los acoja amorosamente en su regazo y los haga expertos en la creatividad del amor. Por su bien y el de su familia, presente y futura.