El texto enviado a Roma tras una prórroga muestra una comunidad "muy dividida" EEUU: La misa en latín divide más a la Iglesia que el sacerdocio femenino, según la síntesis sinodal

Católicos estadounidenses
Católicos estadounidenses

La síntesis nacional constata que "la confianza en la jerarquía de la Iglesia es débil y necesita ser fortalecida. Los escándalos de abusos sexuales y la forma en que el liderazgo de la Iglesia gestionó la situación se consideran una de las causas más fuertes de la falta de confianza y credibilidad por parte de los fieles”

“Se lamentó el acceso limitado al Misal de 1962; muchos sintieron que las diferencias sobre cómo celebrar la liturgia ‘a veces alcanzan un nivel de hostilidad. Las personas en cada lado de la cuestión aseguraron que se sienten juzgados por aquellos que difieren de ellos’”

"La ordenación de mujeres surgió, no principalmente como una solución al problema de la escasez de sacerdotes, sino como una cuestión de justicia"

Ni el acceso de la mujer al sacerdocio, ni la acogida a la comunidad LGTBI, ni el papel de los laicos, que todos ven mejorable. Nada de eso ha sido objeto de especial controversia en la fase de escucha sinodal cuya síntesis acaba de enviar al Vaticano la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos. Por el contrario, son las cuestiones políticas y la liturgia elegida para la celebración de la eucaristía las que muestra una “profunda división de la Iglesia”, una constatación que los participantes vivieron “con una profunda sensación de dolor y ansiedad”.

Según recoge el resumen de la síntesis, hecho público este martes, “como compartió un participante, las ideologías políticas divisivas presentes en nuestra sociedad se han filtrado en todos los aspectos de nuestras vidas”.

En cuanto a la división según el rito eucarístico, “lamentablemente, la celebración de la Eucaristía también se vive como un área de división dentro de la Iglesia. La cuestión más común con respecto a la liturgia es la celebración de la Misa preconciliar”.

Misa en latín
Misa en latín

En este sentido, “se lamentó el acceso limitado al Misal de 1962; muchos sintieron que las diferencias sobre cómo celebrar la liturgia ‘a veces alcanzan un nivel de hostilidad. Las personas en cada lado de la cuestión aseguraron que se sienten juzgados por aquellos que difieren de ellos’”.

La política se infiltra en las homilías

Con respecto a la división que está causando en la comunidad cristiana estadounidense la polarización política, la síntesis señala que “las personas en ambos extremos del espectro político se han establecido en oposición a los ‘otros’, olvidando que están unidos en el Cuerpo de Cristo. La política partidista se está infiltrando en las homilías y la pastoral, y esta tendencia ha creado divisiones e intimidación entre los creyentes”.

La síntesis -elaborada en base a la participación de 700.000 de los 66,8 millones de católicos estadounidenses en unas 30.000 reuniones- constata también “un deseo de roles más fuertes de liderazgo, de discernimiento y de toma de decisiones para las mujeres, tanto laicas como religiosas, en sus parroquias y comunidades”.

Pelosi y Cordileone
Pelosi y Cordileone

“La gente -apunta la síntesis- mencionó una variedad de formas en que las mujeres podrían ejercer el liderazgo, incluida la predicación y la ordenación al diaconado o sacerdocio. La ordenación de mujeres surgió, no principalmente como una solución al problema de la escasez de sacerdotes, sino como una cuestión de justicia”.

También de forma muy natural se vio la necesidad de una mayor implicación del laicado en las tareas de gobierno en la Iglesia, además de una cauce muy adecuado para ayudar a los sacerdotes en las tareas parroquiales que no les están específicamente reservadas. 

Una Iglesia acogedora para las personas LGBTQ+

Y la esperanza de una Iglesia acogedora se expresó claramente en el deseo de acompañar con autenticidad a las personas LGBTQ+ y a sus familias, según la síntesis, que fue enviada al Vaticano tras solicitar los pastores una prórroga, pues los resúmenes tenían que haber llegado a la Secretarían General del Sínodo antes del 15 de agosto pasado.

Los abusos, la principal herida

Muy significativo resultó también la constación de que “la principal de las heridas duraderas que afligen al Pueblo de Dios en los Estados Unidos es la de los efectos de la crisis del abuso sexual que aún se manifiestan”.

Así, se constata que “la confianza en la jerarquía de la Iglesia es débil y necesita ser fortalecida. Los escándalos de abusos sexuales y la forma en que el liderazgo de la Iglesia gestionó la situación se consideran una de las causas más fuertes de la falta de confianza y credibilidad por parte de los fieles”.

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