La hermandad pierde todos los derechos del monasterio Egipto cierra el Monasterio del Sinaí, confisca sus propiedades y desaloja a los monjes

(Orthodoxia INFO).- Una de las mayores y más graves violaciones de las libertades religiosas e individuales de los últimos siglos está teniendo lugar actualmente en Egipto, incluso en tiempos de paz.

El monasterio cristiano en funcionamiento más antiguo del mundo, el Monasterio de Santa Catalina del Sinaí, así como todas las propiedades que posee en Egipto, pasarán a manos del Estado egipcio. Casi quince siglos después de su fundación por el emperador bizantino Justiniano, y habiendo sobrevivido a increíbles aventuras históricas, el mundialmente famoso y respetado Monasterio de Santa Catalina está en camino de ser convertido en un museo.

En esencia, a pesar de las promesas del presidente egipcio Sisi al primer ministro griego Mitsotakis, Egipto está confiscando la propiedad del Monasterio y esencialmente está desalojando a los monjes del mismo, para que los edificios ahora vacíos puedan convertirse en una atracción turística como las Pirámides.

Una decisión judicial sospechosa

La decisión tomada ayer por un tribunal egipcio pone fin de la peor manera posible al ataque legal que los monjes de Santa Catalina llevan años recibiendo por parte del Estado egipcio, que, mediante presiones judiciales y ataques desde la época de la Hermandad Musulmana, ha intentado cerrar el monasterio más antiguo del mundo.

Ahora la propiedad del Monasterio y todos sus bienes pasan al estado egipcio. Se pide a los monjes que abandonen las propiedades específicas a las que ya no se les permite el acceso y que permanezcan en el Monasterio para satisfacer sus necesidades religiosas durante el tiempo que el propietario, es decir, el Estado egipcio, se lo permita.

Para fortalecer la lucha de los monjes, hubo un apoyo importante por parte del gobierno griego, mientras que el propio primer ministro Kyriakos Mitsotakis llevó el tema al más alto nivel, pidiendo al presidente Sisi en cada oportunidad que interviniera a favor de los monjes.

De hecho, durante la visita oficial del presidente egipcio a Atenas a principios de mayo, el tema preocupó a las dos delegaciones, que llegaron a un acuerdo para detener los injustos ataques judiciales al Monasterio para que pudiera continuar su curso en el tiempo, sin ser molestado. En las declaraciones conjuntas de los señores Mitsotakis y Sisi se hizo clara referencia a la necesidad de preservar el carácter del Monasterio.

Y aunque todo parecía indicar que Egipto, amigo y aliado, repararía la injusticia, tal como lo prometió públicamente su presidente, la decisión judicial de ayer pone las cosas patas arriba y plantea preguntas razonables sobre cuáles son las verdaderas intenciones de las autoridades egipcias, que siguen los pasos de los extremistas "Hermanos Musulmanes".

Declaraciones falsas de funcionarios egipcios

Y aunque actualmente hay terror en el Monasterio sobre lo que sucederá a continuación, arqueólogos egipcios como el Dr. Abdel Rahim Rihan, experto en arqueología y miembro del Comité de Historia y Antigüedades del Consejo Supremo de Cultura de Egipto, después de argumentar que las propiedades confiscadas por el gobierno egipcio caen bajo las leyes de antigüedades, ¡insistió en que esta decisión es para el beneficio del Monasterio!

 " Consideramos esta decisión histórica para el patrimonio mundial y para los monjes del Monasterio de Santa Catalina, ya que garantiza su derecho a beneficiarse del monasterio y de los sitios religiosos y arqueológicos de la zona ", dijo a un medio de comunicación local.

Los monjes, sin embargo, que no consideran que todo esto sea en modo alguno para su beneficio y creen que la historicidad de la decisión tiene que ver con la vulneración de sus derechos, ya están preparando una campaña mundial de movilización e información para todas las Iglesias cristianas y el resto de religiones monoteístas, ya que creen que esta acción del Estado egipcio es lo peor que le ha sucedido al Monasterio en los 15 siglos de su funcionamiento, ya que esencialmente lo suprime.

Hasta el momento, el gobierno griego no ha reaccionado, al menos oficialmente.