La violencia se extendió a Cisjordania y Gaza desde dónde se lanzaron 36 cohetes "Muerte a los árabes:": escalada de la tensión en Jerusalén durante el Ramadán

Escalada de la tensión en Jerusalén durante el Ramadán
Escalada de la tensión en Jerusalén durante el Ramadán

El intento de impedir aglomeraciones en la Puerta de Damasco, en la que se concentran musulmanes en su mes sagrado, suscitó choques con la policía, que lleva varios días

La creciente tensión en Jerusalén se extendió este sábado a Cisjordania y Gaza, con múltiples protestas palestinas y el lanzamiento de 36 cohetes desde el enclave palestino hacia Israel.

El temor a una escalada de violencia encendió las alarmas y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llamó a "prepararse para cualquier escenario".

"Por encima de todo, queremos mantener la ley y el orden público. Ahora exigimos que se respete la ley y llamo a todas las partes a la calma", declaró Netanyahu en un comunicado.

Libertad de culto

"Queremos mantener la libertad de culto como cada año para todos los habitantes y todos los turistas de Jerusalén", aseguró en referencia a la oración en la Explanada de las Mezquitas, lugar santo del islam, en pleno mes de Ramadán.

"Sobre la Franja de Gaza, di la orden de prepararse para todos los escenarios", afirmó el primer ministro.

Violencia en Jerusalén



La gravedad de la situación forzó este sábado a las autoridades israelíes a convocar reuniones de emergencia pese al Shabat (día de descanso judío), en la que estuvo presente Netanyahu, y se decidió postergar una visita que el jefe del Estado Mayor del Ejército tenía previsto realizar a Estados Unidos en los próximos días.

Tras una nueva serie de enfrentamientos el viernes, en la segunda noche de violencia, residentes palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania ocupada volvieron a manifestarse este sábado en distintos puntos del territorio.

Las protestas fueron en apoyo a los palestinos que desde hace más de una semana se enfrentan cada noche con las fuerzas de seguridad israelíes en las inmediaciones de la Puerta de Damasco de Jerusalén, principal acceso a la Ciudad Vieja y ubicada en la parte este de la ciudad, ocupada y anexionada por Israel.

Represión policial

Esta serie de manifestaciones en Jerusalén comenzaron el 13 de abril en respuesta a la decisión israelí de prohibir aglomeraciones por la pandemia en las escalinatas de la Puerta de Damasco durante el mes sagrado de Ramadán, impidiendo así las tradicionales reuniones que año a año se producen allí durante estas fechas.

La violencia fue creciendo a medida que pasaron los días y que aumentaba la represión policial, y esta semana incluyó además ataques contra habitantes judíos que pasaban por allí.

Esto desencadenó una ola de ataques entre jóvenes palestinos e israelíes en distintas partes de la ciudad, muchos de ellos difundidos a través de las redes sociales.

Enfrentamientos en Jerusalén



En la jornada más violenta de los últimos días, el jueves por la noche más de 120 personas resultaron heridas y más de 50 detenidas durante enfrentamientos entre manifestantes, que lanzaron piedras y otros objetos contundentes, y la policía, que utilizó bombas de estruendo y cañones de agua sucia para dispersarlos.

El detonante del pico fue una manifestación de jóvenes ultranacionalistas judíos, que intentaron llegar a la Puerta de Damasco bajo el grito "muerte a los árabes" y que fueron frenados por la Policía israelí.

En la madrugada del sábado la violencia se disparó desde Gaza, y las milicias armadas, lideradas por los movimientos islamistas de Hamas y Yihad Islámica, emitieron un comunicado conjunto en el que advirtieron a Israel que "pagaría un precio" por la represión de las manifestaciones en Jerusalén.

En respuesta a los 36 lanzamientos de este sábado, de los cuales seis fueron interceptados, dos causaron daños menores en localidades israelíes y el resto cayó en áreas despobladas, el ejército dijo "estar preparándose para una eventual escalada" y estableció una serie de restricciones para los habitantes de las comunidades colindantes a la franja.

Aunque hasta el momento los incidentes no dejaron muertos ni heridos graves, la concurrencia de las protestas, la violencia de los enfrentamientos y el número de proyectiles disparados, ponen en jaque la aparente calma que vive la zona desde hace meses.

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