El asesor del Papa en protección a la infancia evalúa el documento emitido por la Iglesia alemana Hans Zollner: “En el informe de Colonia falta incluir la perspectiva de la víctima”

Tras el terremoto provocado la semana pasada a raíz de la publicación del informe de Colonia sobre abusos a menores en el seno de la Iglesia alemana, que provocó la dimisión del arzobispo de Hamburgo, Stefan Hesse, el jesuita Hans Zollner, asesor del papa en temas relacionados con la protección a la infancia, ha hablado en el portal digital Katholish.de para evaluar un documento cuya principal carencia es que “no tiene en cuenta la perspectiva de las víctimas”.  

Director del Centro de Protección de la Infancia CCP de la Pontificia Universidad Gregoriana, Zollner afirma que si bien el informe está “técnicamente bien hecho para el ámbito que quiere tratar”, lo cual es un “logro meritorio” teniendo en cuenta, además, la rapidez con que ha sido elaborado.  Sin embargo, se trata de un dictamen que el jesuita considera insuficiente. “Se trata de un dictamen que en su planteamiento y en su resultado se queda corto respecto a lo que yo y otras muchas personas hubiéramos deseado como un trato justo y bueno para los afectados y en lo que respecta a la cuestión de asumir el pasado en sentido amplio”.

El defecto más importante del informe de Colonia es, para Zollner, que no hay una perspectiva de víctima. “En todo el documento —ha reconocido— sólo hay cuatro páginas sobre la atención a los afectados. Faltan las referencias a quienes desde la Archidiócesis de Colonia estuvieron en contacto con las víctimas durante años como responsables de prevención o intervención y también escucharon y aceptaron los casos”.

Como miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de la Infancia, Zollner es buen conocedor del contexto internacional en materia de abusos. Considera que el documento presentado por el Arzobispado de Colonia representa, de entrada, “un importante paso adelante en los países de habla alemana”. Sin embargo, no representa una gran innovación comparado con otras actuaciones a escala internacional.

Como ejemplo, refiere el caso de Pensilvania en 2018. “Si se mira el informe del gran jurado de Pensilvania, que desde el punto de vista eclesiástico también desencadenó un mediano terremoto en EEUU y más allá, hay que decir que los obispos fueron nombrados por el Estado, por supuesto, con sus nombres completos. Sobre una base jurídica diferente, no se discutió en absoluto si se podía proceder de tal o cual manera en términos de la ley de expresión, pero se determinó que se habían violado las leyes. Los delitos, como en muchos otros países, habían prescrito hace mucho tiempo y, sin embargo, se establecieron como hechos”.

Para el prelado alemán, existe una significativa diferencia entre abordar la investigación en el ámbito eclesial o estatal. Irlanda y Australia, por ejemplo, lo abordaron desde el Estado. “Hay que decir que, sobre todo en Australia o lo que ocurre actualmente en Inglaterra y Escocia, siempre han sido comisiones de la verdad estatales independientes o Comisiones Reales. Por supuesto, miran a la sociedad en su conjunto y no se ciñen solo al ámbito religioso sino también al deporte, al Ejército, a la policía, a las prisiones y a todas las organizaciones que trabajan con los jóvenes, como las escuelas”. 

A la pregunta de por qué esto no ha sucedido hasta ahora en Alemania, Zollner afirma que el país no dispone de los instrumentos parlamentarios o legales adecuados, como sucede en el ámbito del Common Law. “En estos países —asegura— se dota de increíbles cantidades de dinero que producen resultados muy importantes”.