Mientras el cardenal Woelki está de "descanso espiritual" La Iglesia de Colonia realiza un 'oficio de penitencia' como "confesión de culpa" por los abusos

La Iglesia de Colonia realiza un 'oficio de penitencia' como "confesión de culpa" por los abusos
La Iglesia de Colonia realiza un 'oficio de penitencia' como "confesión de culpa" por los abusos

“Una gran cantidad de delitos de violencia sexual contra pupilos han sido cometidos por sacerdotes y otros empleados eclesiásticos de nuestra diócesis”, admitió Steinhaeuser durante el oficio en la catedral de Colonia

“No podemos absolvernos a nosotros mismos. Ni pedimos perdón a los afectados para sentirnos mejor”. La intención del oficio era una “confesión de culpa, recordación de los afectados, intercesión”

La archidiócesis de Colonia realizó el jueves un oficio de penitencia por los casos de abuso sexual perpetrados por el clero, aclarando que no se trataba de la absolución de los abusadores, sino una “confesión de culpa”.

La manera como la Iglesia católica alemana ha manejado las denuncias de abuso sexual ha provocado una enorme crisis en Colonia, cuyo arzobispo, el cardenal Rainer Maria Woelki, se ha tomado un “descanso espiritual” por consejo del papa Francisco.

El administrador interino de la arquidiócesis, obispo auxiliar Rolf Steinhaeuser, presidió el oficio del jueves.

“Una gran cantidad de delitos de violencia sexual contra pupilos han sido cometidos por sacerdotes y otros empleados eclesiásticos de nuestra diócesis”, admitió Steinhaeuser durante el oficio en la catedral de Colonia.

El obispo auxiliar dijo que, como actual titular de la arquidiócesis, es “jefe de la organización perpetradora de la Arquidiócesis de Colonia”, informó dpa.

“Este oficio no concluye con el perdón”, dijo Steinhaeuser. “No podemos absolvernos a nosotros mismos. Ni pedimos perdón a los afectados para sentirnos mejor”. La intención del oficio era una “confesión de culpa, recordación de los afectados, intercesión”.

El arzobispo Woelki se ha vuelto una personalidad profundamente polarizadora en la Iglesia alemana. En septiembre, el papa Francisco decidió mantener a Woelki en su puesto a pesar de las numerosas críticas por la manera como manejó el escándalo de abusos sexuales. El pontífice le dio un “descanso espiritual” de varios meses después que cometió “grandes errores” de comunicación. El receso va de mediados de octubre a comienzos de marzo.

Un informe realizado por orden de Woelki y emitido en marzo halló 75 casos en que ocho jerarcas eclesiásticos —incluido su difunto predecesor— faltaron a su deber de investigar, informar o sancionar presuntos abusos por el clero y empleados laicos, así como de ocuparse de las víctimas.

Víctimas que se niegan a acudir

Karl Haucke, de 71 años, quien padeció abusos sexuales durante varios años cuando era pupilo en una escuela católica, no se declaró complacido por el oficio de penitencia y participó en una protesta delante de la catedral con otras personas.

Dijo que la Iglesia lo había invitado a participar en el oficio, pero se negó. “Es inhumano hablarme de arrepentimiento”, dijo Haucke a The Associated Press. “Desde luego, tengo la opción de ir o no, pero el solo hecho de hablar del tema puede despertar recuerdos en la gente. Eso no le compete a la Iglesia”.

Dijo que tendría más sentido ofrecer a las víctimas un espacio para una verdadera investigación de los abusos.

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