A los diez años del fin de la guerra con los rebeldes tamiles La Iglesia de Sri Lanka reafirma su compromiso con la armonía nacional y la reconciliación

Un hombre camina por delante de una iglesia en Sri Lanka
Un hombre camina por delante de una iglesia en Sri Lanka

Sus esfuerzos "han contribuido a mejorar en gran medida las relaciones" entre cingaleses y tamiles tras el conflicto que duró 26 años y dejó más de 100.000 muertos, explica su portavoz, el padre Edmond Thilakarathna

Sri Lanka celebraba el 18 de mayo el décimo aniversario del fin de la guerra con los rebeldes tamiles, en un momento en que “los católicos de Sri Lanka, después de los ataques de Pascua, confirman su compromiso con el bien común, el desarrollo sostenible, la paz, la seguridad y la reconciliación en el país”, explica a la agencia Fides Leo Fernando, un laico católico animador pastoral en Colombo.

Fernando dice a Fides: “Es doloroso recordar que el país ha sufrido tanto a causa de la guerra civil. En los últimos tiempos ese inmenso sufrimiento ha regresado a nuestras vidas con los ataques de Pascua que mataron a 258 personas y ahora nos encontramos frente al desafío del extremismo religioso y el terrorismo”.

Los cingaleses (mayoría) y los tamiles (minoría étnica) son los dos grupos principales que conforman la nación. La guerra civil duró 26 años y dejó más de 100.000 muertos. Varios casos relacionados con este conflicto están siendo examinados actualmente por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que evalúa las violaciones de derechos humanos cometidas al final de la guerra. Diez años después del final del conflicto, las Naciones Unidas estimaron que 40.000 civiles murieron en los últimos meses de la lucha, cuando el gobierno lanzó el asalto final contra los Tigres Tamiles. Aun hoy en día las disputas y reclamaciones mutuas entre cingalesas y tamiles ponen trabas al proceso de reconciliación nacional.

En este escenario, la Iglesia Católica está trabaja con decisión para promover la paz, la armonía y la reconciliación, especialmente a través de Cáritas Sri Lanka y la Conferencia de Superiores Mayores en Sri Lanka.

“Los esfuerzos de la Iglesia han contribuido a mejorar en gran medida las relaciones entre las dos comunidades”, señala a Fides el padre Edmond Thilakarathna, portavoz de la Iglesia en Sri Lanka. La Iglesia católica en Sri Lanka ha bautizado tanto a quienes pertenecen a la comunidad cingalesa como a las comunidades tamiles. Por eso “es un catalizador para la armonía, la paz, la reconciliación y la fraternidad en una sociedad pluralista”, señala.

La Comisión Nacional para la Justicia, Paz y Desarrollo Humano de la Conferencia Episcopal de Sri Lanka ha lanzado numerosas iniciativas para contribuir a la reconciliación. Todo el apostolado, que incluye actividades en los campos de educación, salud, desarrollo social y otras actividades pastorales, está orientado hacia el encuentro entre las dos comunidades para curar las heridas del pasado y promover la amistad, la confianza mutua y la reconciliación.

Sri Lanka es un país multiétnico con 22 millones de habitantes, en su mayoría budistas, pero incluye minorías cristianas, musulmanas e hindúes. Los musulmanes representan casi el 10% de la población y los cristianos el 7,4% (6,1% católicos y 1,3% protestantes). 

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