La Iglesia católica bielorrusa pide a las autoridades poner fin a la violencia Tadeusz Kondrusiewicz: "Dialoguen, detengan la violencia y liberen inmediatamente a todos los ciudadanos inocentes"

La represión policial bielorrusa ha dejado al menos do muertos
La represión policial bielorrusa ha dejado al menos do muertos

"Golpear a personas que acudieron a manifestaciones pacíficas porque quieren saber la verdad de las elecciones, el trato cruel y la detención en condiciones inhumanas en las cárceles son un pecado grave de quienes imparten órdenes criminales", asegura el prelado

Los manifestantes, demandan la renuncia de Lukashenko y el reconocimiento de la victoria de la candidata opositora Svetlana Tijanóvskaya, que se refugió en Lituania tras ser amenazada

El arzobispo de Minsk y Moguiliov, Tadeusz Kondrusiewicz, pidió hoy a la autoridades de Bielorrusia que pongan fin a la violencia, liberen a todos los detenidos y entablen un diálogo con la sociedad, en un llamamiento publicado en la página web de la Iglesia católica bielorrusa.

"En aras de una paz tan necesaria en nuestra Patria y la concordia nacional, llamo a las autoridades de Bielorrusia a que inicien un diálogo constructivo con la sociedad, detengan la violencia y liberen inmediatamente a todos los ciudadanos inocentes detenidos en manifestaciones pacíficas", señaló el prelado.

En su llamamiento, Kondrusiewicz subrayó que el país atraviesa un momento difícil, "ensombrecido por el derramamiento de sangre, por la detención de miles de ciudadanos pacíficos que han sido brutalmente golpeados y que quieren saber la verdad de las elecciones del 9 de agosto".

"Golpear a personas que acudieron a manifestaciones pacíficas porque quieren saber la verdad, el trato cruel y la detención en condiciones inhumanas en las cárceles son un pecado grave en la conciencia de quienes imparten órdenes criminales y siembran la violencia", agregó.

El pasado domingo, cuando se ofrecieron los resultados de un sondeo a pie de urna oficialista que daban una victoria arrolladora, con poco más de 80 % de lo votos, al presidente Alexandr Lukashenko, en el poder hace 26 años, estalló la mayor ola de protestas en la historia postsoviética de Bielorrusia.

Al menos dos personas han muerto, casi tres centenares de heridos, y cerca de 7.000 detenidos es hasta ahora el balance que ha dejado la represión policial de las manifestaciones de protesta que se han extendido a todo el país.

Los ciudadanos que han sido puestos en libertad han denunciado haber sido sometidos a torturas y golpizas en los centros detención, y han exhibido a los medios las huellas de estas.

Los manifestantes, demandan la renuncia de Lukashenko, el reconocimiento de la victoria de la candidata opositora Svetlana Tijanóvskaya, que se refugió en Lituania tras ser amenazada, según su campaña, por el Comité de Seguridad del Estado (KGB) de Bielorrusia.

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