Más de mil sacerdotes apoyan abiertamente la candidatura de Leni Robredo La Iglesia católica se moja contra la vuelta de los Marcos en Filipinas

Leny Robredo, candidata a la presidencia de Filipinas
Leny Robredo, candidata a la presidencia de Filipinas

Aunque sobre el papel la Iglesia Católica de Filipinas mantiene su neutralidad para las elecciones presidenciales del 9 de mayo, importantes figuras del clero han apoyado públicamente la candidatura progresista de Leni Robredo

Con este apoyo, los sacerdotes podrían caer en ciertas contradicciones morales; Leni Robredo, que se ha mostrado a favor de estudiar la despenalización del aborto o la protección de los derechos del colectivo LGTBI

A dos semanas de los comicios, Bongbong Marcos, hijo del fallecido dictador, encabeza todos los sondeos con una intención de voto superior al 50 por ciento, lo ha conseguido a través de una potente e incisiva campaña de desinformación en las redes sociales

Sara Duterte aspira a la vicepresidencia formando tándem con el hijo del dictador. A pesar de ello, Duterte no ha pedido el voto para Marcos y le ha denigrado en público, acusándolo de líder débil e insinuando que es adicto a la cocaína

Aunque sobre el papel la Iglesia Católica de Filipinas mantiene su tradicional neutralidad para las elecciones presidenciales del 9 de mayo, importantes figuras del clero han apoyado públicamente la candidatura progresista de Leni Robredo como única opción para evitar la vuelta al poder de la dinastía de los Marcos.

A menos de dos semanas de los comicios, Bongbong Marcos, hijo del fallecido dictador, encabeza todos los sondeos con una intención de voto superior al 50 por ciento que Robredo, vicepresidenta del país, intenta recortar con una campaña impulsada por miles de voluntarios.

Más de mil sacerdotes de diferentes diócesis del país emitieron el pasado viernes un comunicado conjunto en el que animaban a votar por Leni Robredo, actual vicepresidenta y principal rival de Bongbong Marcos, el hijo del dictador Ferdinand Marcos y el claro favorito para suceder a Rodrigo Duterte en la jefatura de Estado, según las encuestas.

Nuestro país está en peligro de ser gobernado por aquellos que infligieron sufrimiento (…) ¿Seremos tan crédulos como para creernos sus falsas sonrisas, palabras y promesas?”, rezaba el comunicado, que añadía que “de todas las candidaturas que pueden evitar la vuelta de los Marcos al poder, “ninguna supera el potencial” de Robredo.

El efecto de este apoyo es difícil de evaluar: a pesar de la enorme influencia social que la Iglesia mantiene entre sus adeptos (el 85 por ciento de la población) y de su protagonismo en momentos trascendentales de la historia reciente del país, apoyos similares de importantes figuras de la Iglesia no han parecido influir en los resultados electorales en anteriores citas.

La politóloga de la Universidad de Filipinas (UP, en inglés), Maria Ela Atienza, explica a Efe que “nunca ha habido un voto católico en el país, pero la Iglesia lideró la oposición contra la dictadura[de Marcos padre] a finales de los 70, y fue clave en el derrocamiento del régimen en 1986”, cuando una revolución pacífica apoyada por la Iglesia forzó el exilio a Estados Unidos de la familia Marcos.

Contradicciones morales

Los sacerdotes firmantes del manifiesto, sin embargo, podrían caer en ciertas contradicciones morales al apoyar a una candidata, Leni Robredo, que se ha mostrado a favor de estudiar la despenalización del aborto o la protección de los derechos del colectivo LGTBI, propuestas a las que tradicionalmente la institución eclesiástica se ha opuesto con rotundidad.

Hay un reconocimiento de que esta lucha va más allá de asuntos morales como la salud reproductiva o el divorcio (…). [Los sacerdotes] son parte de una coalición más amplia, que incluye a grupos progresistas e izquierdistas, feministas, movimiento LGTBI, o simplemente empresarios y políticos que se oponen a la vuelta de los Marcos”, desgrana Atienza.

Bongong Marcos lidera las encuestas con más del 50 por ciento en intención de voto directa, según los últimos sondeos publicados en abril por Pulse Asia. Su candidatura se ha sustentado en una potente e incisiva campaña de desinformación en las redes sociales, donde se ha propagado una nueva imagen de Filipinas en los tiempos de su padre (1965-1986) a través de bulos y la omisión de hechos probados desde hace décadas en contra de la poderosa dinastía.

Bongbong Marcos
Bongbong Marcos

En febrero, la Conferencia Episcopal declaró en un comunicado su rechazo a "distorsiones radicales" en la historia de la Ley Marcial que implantó Marcos, a través de "granjas de troles que siembran el virus de las mentiras", en referencia a la maquinaria propagandística de Marcos en las redes sociales.

Entonces, los obispos eludieron aludir directamente a los Marcos, pero declararon “estar consternados ante el revisionismo histórico” al que se enfrenta el país si Marcos Jr. ganase las elecciones.

Además, la Iglesia sí se ha opuesto unánimemente a la sangrienta guerra contra las drogas del presidente Duterte, donde según grupos defensores de derechos humanos hablan de al menos 27.000 muertos a manos de la policía, y que le ha valido la investigación de la Corte Penal Internacional (CPI) por posibles crímenes contra la humanidad.

Declarado admirador de Ferdinand Marcos, Duterte ha defendido su legado político, y su hija Sara Duterte aspira a la vicepresidencia formando tándem con el hijo del dictador, Bongbong Marcos.

A pesar de ello, Duterte no ha pedido el voto para Marcos y le ha denigrado en público, acusándolo de líder débil e insinuando que es adicto a la cocaína.

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