Declaración de la Comisión de Justicia y Paz: "La reacción en Gaza son crímenes de guerra" La Iglesia portuguesa insta al Gobierno a suspender la cooperación con Israel

(7MARGENS).- La Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP), órgano de la Comisión Episcopal Portuguesa (CEP), acaba de emitir un comunicado para sumarse a quienes piden la paz en la Franja de Gaza.

En él, declara claramente que repudia las prácticas inhumanas y el irrespeto al derecho de la guerra por parte de Israel y pide, en particular, al gobierno portugués que tome medidas concretas para suspender la cooperación con el gobierno de ese país.

Titulada “Es hora de gritar por la Paz (en mayúsculas), la declaración comienza reconociendo que la guerra “se desató como reacción a los deplorables ataques terroristas perpetrados por Hamás que victimizaron a ciudadanos israelíes inocentes” y condenando que algunos de ellos permanezcan como rehenes hasta el día de hoy. Pero continúa señalando que la reacción de Israel “ha excedido por mucho tiempo los criterios de legítima defensa y proporcionalidad”, dado que “ha causado, y sigue causando, la muerte de decenas de miles de palestinos inocentes”, y que “la muerte y el sufrimiento de los niños, a quienes se les niega un futuro, es particularmente abyecto y repugnante”.

Para la Iglesia católica portuguesa, no hay duda: “La reacción de Israel se ha basado en prácticas que califican como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, con el ataque sistemático a civiles indefensos y la negativa a proporcionar el agua y los alimentos necesarios para la supervivencia de la población que vive allí”. Por lo tanto, creemos, al igual que tantas voces internacionales que se escuchan cada vez con más frecuencia, que las intenciones del gobierno israelí, con el apoyo del gobierno estadounidense, de eliminar y deportar colectivamente a la población que vive en la Franja de Gaza deben tomarse en serio. Estas intenciones no favorecen la liberación de los rehenes israelíes, ni reducen el apoyo de muchos palestinos a Hamás, ni contribuyen al futuro de la población de esta región, que vive en paz y seguridad», se lee en la nota del CNJP.

El comunicado, publicado seis días después de un llamamiento lanzado en 7MARGENS para que la Iglesia católica portuguesa alzara la voz sobre lo que está sucediendo en Gaza, añade también que «tanto las manifestaciones de odio contra el pueblo judío como la asociación automática entre las críticas a las políticas del gobierno israelí y el antisemitismo son igualmente inaceptables, ya que la denuncia de la situación actual es compartida por muchas personas de fe y cultura judías».

Reconocimiento de los los dos Estados

“Con esta nota, la Comisión Nacional de Justicia y Paz repudia las prácticas inhumanas que violan el Derecho de la Guerra y espera acciones específicas de los gobiernos de la Unión Europea, especialmente del gobierno portugués, para suspender la cooperación con el gobierno israelí, so pena de incompatibilidad con los principios de defensa de los derechos humanos que rigen a dicha Unión”, concluye la organización católica, uniéndose al Secretario General de la ONU, António Guterres, “al enfatizar que el camino hacia una paz justa para Tierra Santa solo puede lograrse mediante el reconocimiento de dos Estados que correspondan a los derechos de los pueblos israelí y palestino”.

La CNJP hace un llamamiento a todas las comunidades religiosas, en particular a la comunidad católica, para que “continúen unidas en oración por la paz en esa región del mundo y en todos los contextos afectados por la guerra, dando testimonio de que la fe no condona la indiferencia ni la violencia, sino que es un camino de reconciliación, justicia y compromiso con la dignidad de todos los seres humanos”.

Oración

Y propone que todas las comunidades cristianas, durante todo el mes de junio, unan sus voces en una oración que reproducimos a continuación:

Escucha, Israel, el clamor que se alza desde el terreno que has transformado en un campo de concentración.

El clamor de quienes están secuestrados por terroristas y en manos de tu ira desmedida.

Escucha, Israel, la voz del Señor nuestro Dios que te ordena tener misericordia del huérfano y de la viuda.

Recuerda, Israel, cómo nuestro padre Abraham se dirigió al Altísimo para pedir misericordia por toda la ciudad, a pesar de que solo había diez hombres justos en ella. "¿Destruirás al justo con el malvado?" (Gn 18:23). Y recuerda cómo por amor a los diez justos el Señor perdonó a Sodoma (Gn 18:31).

La misericordia y la verdad se encontrarán, la paz y la justicia se besarán; la verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde el cielo (Sal 85:11-12).

No más sangre, Israel. No más sangre. La fuerza del rey reside en amar la justicia (Sal 99:4). No en aniquilar ni siquiera a sus enemigos.

Recuerda, Israel, el duro cautiverio que has sufrido, y no busques pagar mal por mal, ni curar tus heridas con crueldad.