El patriarca de Moscú ve a Rusia como "una isla de libertad" frente a Europa Kirill entierra las posibilidades de mediar ante Occiente y su "ideología del secularismo y la globalización"

Kirill, patriarca de Moscú
Kirill, patriarca de Moscú

Para Kirill, el ejemplo de Rusia permitirá al resto del mundo "cambiar el curso de la historia y evitar el final apocalíptico global", protagonizado por una globalización que "destruye los valores tradicionales". "En el Occidente laico ya es ofensivo llamarse religioso"

Rusia ofrece "un estado moderno con ciencia, tecnología y educación avanzadas, dirigido por un presidente que da testimonio abiertamente de su fe". También, en el campo de batalla: no olvidemos que Kirill ofreció una indulgencia a los soldados de su país que 'sacrificasen' sus vidas en la guerra de invasión de Ucrania

Casi al mismo tiempo que el Kremlin aceptaba la propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, para solicitar al Papa Francisco un intento de mediación entre Rusia, EEUU, Francia y el patriarca de Moscú (sin contar, en principio, con Ucrania), el propio Kirill ha enterrado las expectativas atacando con dureza a Occidente y su "ideología del secularismo y la globalización", y defendiendo el milagro ruso como "una isla de libertad".

Este martes, durante la apertura de la 24ª sesión del Consejo Mundial de los Pueblos Rusos, Kirill señaló a "Occidente" como culpable de todos los males, y vino a justificar la "lucha de época entre el bien y el mal" para salvar la civilización humana, tal y como informa Katholisch.de.

Para Kirill, el ejemplo de Rusia permitirá al resto del mundo "cambiar el curso de la historia y evitar el final apocalíptico global", protagonizado por una globalización que "destruye los valores tradicionales". "En el Occidente laico ya es ofensivo llamarse religioso", subrayó.

Kirill, patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa
Kirill, patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa

Globalización sin Dios

Para el patriarca de Moscú, la globalización no es más que "una doctrina no religiosa en la que Dios no tiene cabida". Y eso se ve, según Kirill (algo en lo que, curiosamente, coincide punto por punto con los sectores más tradicionalistas y ultras de la Iglesia católica), en el reconocimiento legal de las parejas homosexuales, la práctica de la eutanasia y la ingeniería genética. "Nuestra tarea común es resistir a estos fenómenos", declaró.

Frente a ello, Rusia ofrece "un estado moderno con ciencia, tecnología y educación avanzadas, dirigido por un presidente que da testimonio abiertamente de su fe". También, en el campo de batalla: no olvidemos que Kirill ofreció una indulgencia a los soldados de su país que 'sacrificasen' sus vidas en la guerra de invasión de Ucrania.

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