El incidente durante la Vigilia no provocó daños físicos, pero "los daños morales son numerosos" Lapidados, insultados, escupidos y robados: el calvario de los católicos LGTBI en la JMJ de Lisboa

Católicos LGTBI en la JMJ de Lisboa
Católicos LGTBI en la JMJ de Lisboa @GNRcatholics

Un grupo de cinco peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa pertenecientes al Centro Arco-Íris, entidad que promovía la reflexión sobre la temática LGTBI en el marco de estas jornadas, sufrió “insultos, empujones”, lapidaciones “e incluso el robo de las banderas que llevaban” antes de ser escoltados “a un área más segura incluso dentro de las instalaciones de la Vigilia” el sábado por la noche

“La desesperación de ser agredidos e insultados sin que otros peregrinos los apoyen dejó marcas profundas y temores de lo que pueda pasar en el futuro, ya que “aumentan su visibilidad, como cristianos LGBTQIA+”, agrega el comunicado

“Estos hechos nos han enseñado que aún queda mucho camino por recorrer, porque pensábamos, erróneamente, que la vigilia papal era un acto seguro, donde todos, todos, todos tenían cabida”, afirma el Centro Arco-Íris

(7MARGENS).- Un grupo de cinco peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa pertenecientes al Centro Arco-Íris, entidad que promovía la reflexión sobre la temática LGTBI en el marco de estas jornadas, sufrió “insultos, empujones”, lapidaciones “e incluso el robo de las banderas que llevaban” antes de ser escoltados “a un área más segura incluso dentro de las instalaciones de la Vigilia” el sábado por la noche.

La denuncia la hace el Centro Arco-Íris, que impulsó una serie de iniciativas durante los días de la JMJ de Lisboa, y que ya el jueves 3 había visto boicoteada la celebración de una Eucaristía cuando un pequeño grupo de personas irrumpió blandiendo crucifijos y rezando el rosario, y que posteriormente fueron desalojados por la policía portuguesa.

Fotograma de la televisión portuguesa informando del asalto a la misa LGTB
Fotograma de la televisión portuguesa informando del asalto a la misa LGTB RD/Captura

El incidente de la noche del sábado no provocó daños físicos, pero "los daños morales son numerosos", dice el comunicado del Centro, al que tuvo acceso 7MARGENS. “La desesperación de ser agredidos e insultados sin que otros peregrinos los apoyen dejó marcas profundas y temores de lo que pueda pasar en el futuro, ya que “aumentan su visibilidad, como cristianos LGBTQIA+”, agrega el texto. “A estos hechos se suman otros ataques de LGTBIfobia conocidos por los medios de comunicación”.

“No vamos a dar un paso atrás, vamos a dar un paso adelante y demostrar quiénes somos, que tenemos todo el derecho de estar en estos actos como los demás”, dijo la noche de este miércoles a esta publicación portuguesa Aníbal Neves, de 62 años, uno de los responsables del Centro Arco-Íris y CaDiv = Caminata en la Diversidad, un grupo de católicos LGBT de Oporto. “Si la gente tiene odio, que no se manifieste; simplemente estábamos allí para mostrar que existimos dentro de la Iglesia y que así debe ser y que no podemos ser expulsados”.

Aníbal Neves fue una de las cinco personas que integraron el grupo que ingresó al Parque Tejo para participar en la vigilia. Otros grupos del Centro Arco-Íris ya habían entrado en otros lugares del Campo de la Gracia, nombre con el que se bautizó el espacio el fin de semana de la JMJ. Él fue el principal ofendido, incluso habiendo sido golpeado por pequeñas piedras, sacadas de la grava del suelo.

Aníbal Neves tenía la sensación de que el pequeño grupo de atacantes eran franceses, pero no está seguro. Uno de ellos era mucho más alto que el portugués y se reclinó contra él en tono amenazador. Después de eso, Aníbal ya no recuerda si alguien lo tiró hacia atrás, impidiendo que el agresor consumara alguna ofensa física.

No todos tenían cabida

“Estos hechos nos han enseñado que aún queda mucho camino por recorrer, porque pensábamos, erróneamente, que la vigilia papal era un acto seguro, donde todos, todos, todos tenían cabida”, afirma el Centro Arco-Íris. Teniendo en cuenta lo ocurrido, “en próximas ocasiones nos organizaremos para hacerlo juntos, juntos y juntos, porque en la unión está la fuerza”. Claramente, aún no es tiempo de que un pequeño grupo de personas LGBTQIA+, “sobre todo si son mujeres y personas vulnerables, perfil de agredidas cobardemente, puedan entrar solas a este evento, sin encontrar obstáculos violentos. Tomamos nota para el futuro y abordaremos este asunto con la organización”.

Por ello, los católicos LGBT piden que los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud, con sede en Lisboa o el Vaticano, se reúnan con líderes y miembros de sus grupos “para conocer” las experiencias y la necesidad de que las personas se sientan seguras y respetadas en los eventos de la Iglesia. Queremos que esta experiencia resulte en una verdadera seguridad y empoderamiento para todas las personas, independientemente de su identidad de género u orientación sexual, para participar de forma libre y segura en futuros eventos de la Jornada Mundial de la Juventud".

El Centro Arco-Íris hace, no obstante, una valoración positiva de la JMJ, “que ofreció a cualquier participante la experiencia de encontrarse y formarse con otros cristianos LGBTQIA+, a pesar de no haber podido incluir sus actividades en el programa oficial, al parecer por razones formales de temporalidad”.

En el comunicado, el grupo también agradece al papa Francisco por haber dicho: “En la Iglesia cabemos todos”, “No tengáis miedo”

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