Mientras se forma nuevo Gobierno en Israel Líderes católicos de Tierra Santa expresan su alarma ante las declaraciones 'divisivas' de algunos políticos

Líderes católicos de Tierra Santa
Líderes católicos de Tierra Santa

Los obispos y superiores de comunidades religiosas en la región están preocupados y lo han puesto por escrito pocos días antes de Navidad. El clima de antagonismo y división los alarma y han abierto oficinas legales para asesorar a católicos

"Nos preocupa la violencia y la falta de seguridad en la comunidad árabe de Israel, que se ve afectada por constantes incidentes y una delincuencia generalizada", puntualizaron

La declaración también hace hincapié en la educación como una prioridad. También piden garantías para los trabajadores extranjeros, los solicitantes de asilo y sus hijos

Aspectos positivos: el regreso de los peregrinos a Tierra Santa y las iniciativas de encuentro y solidaridad entre quienes desean construir la amistad

La Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa (los obispos y líderes de las principales comunidades religiosas, como la Custodia Franciscana) hizo pública una declaración donde expresa su preocupación por el contexto social y político actual.

“Mientras se forma un nuevo gobierno en Israel, que esperamos traiga estabilidad política, quisiéramos expresar nuestra preocupación por el contexto político y el deterioro gradual de la situación política y social más general en Tierra Santa”, expusieron los líderes religiosos católicos.

Entre los puntos principales de la declaración, señalan con preocupación las declaraciones “divisivas” de algunos gobernantes “hacia la comunidad árabe o no judía”. “Son contrarias al espíritu de coexistencia pacífica y constructiva entre las distintas comunidades que componen nuestra sociedad”, denuncian.

Piden, además, evitar discriminaciones o preferencias entre las distintas comunidades que componen la sociedad israelí: “Nos preocupa la violencia y la falta de seguridad en la comunidad árabe de Israel, que se ve afectada por constantes incidentes y una delincuencia generalizada”, puntualizaron.

La declaración también hace hincapié en la educación como una prioridad. En ese sentido, indica que “el futuro de nuestras comunidades depende de cómo invirtamos ahora en educación y formación. A la luz de las actuales tendencias de división y violencia, la educación de nuestros hijos es el más urgente de todos los esfuerzos”.

“Las escuelas cristianas de Israel están, una vez más, al borde de una crisis”, denuncian los líderes religiosos, y aseguran que “los recientes recortes en la financiación gubernamental amenazan el futuro de muchas de nuestras instituciones educativas, que siguen desempeñando un importante papel en la educación dentro de nuestra sociedad”.

También piden garantías para los trabajadores extranjeros, los solicitantes de asilo y sus hijos, quienes forman parte de la vida de la Iglesia. “Una vez más estamos llamados a dar voz a muchos que viven en una especie de limbo jurídico, sin garantías adecuadas y sin perspectivas claras para su futuro”, argumentan.

Frente al aumento de la violencia, expresan “que la situación se deteriora progresiva y rápidamente”. “La violencia nunca está justificada y siempre debe ser condenada, independientemente de su origen. Nadie debe morir por ser judío o por ser árabe”, sentencian. “Es responsabilidad común de todos, especialmente de los líderes religiosos y políticos de todas las confesiones, promover el respeto mutuo y no la división ni los sentimientos de odio”, concluyen.

No todo es malo

Los líderes católicos no dudan en destacar también un aspecto positivo: el regreso de los peregrinos a Tierra Santa. “Devuelven la vida y el movimiento a las calles y callejuelas de la Ciudad Santa, Belén, Nazaret y los demás lugares de peregrinación, y devuelven así la sonrisa a muchas familias, no sólo cristianas, que han podido volver al trabajo. Esta afluencia de peregrinos no sólo aporta bienestar material, sino también una mayor conciencia y atención hacia Tierra Santa y nos hace sentir que no estamos olvidados”, indican.

Al subrayar que “no todo es malo en Tierra Santa”, destacan algunos “signos de consuelo” entre quienes desean construir la amistad y la solidaridad, “quienes todavía quieren reaccionar ante las tentaciones cada vez más fuertes de cerrazón y rechazo al diálogo y al encuentro, con iniciativas de encuentro y solidaridad abiertas a todos”.

Pizzaballa

El Memorando de Entendimiento firmado entre la Santa Sede y el Estado de Israel en diciembre de 1993 permitió establecer relaciones diplomáticas estables entre el Vaticano y el Estado judío. Este acuerdo preveía un pacto posterior para regular "problemas de propiedad, económicos y fiscales relacionados con la Iglesia Católica en general o las instituciones católicas en Israel".

Veintinueve años después, las negociaciones aún no han dado como resultado un acuerdo en materia financiera, fiscal o patrimonial. De hecho, los litigios sobre la propiedad de la Iglesia se han intensificado en los últimos años, en particular sobre la propiedad reclamada por el Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén.

En ese sentido, la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa anunció la apertura de dos nuevas oficinas para prestar apoyo y asesoramiento legal a las congregaciones e institutos religiosos de Tierra Santa. Se trata de la Oficina de Salvaguardia y la Oficina Jurídica Profesional.

La conferencia de presentación contó con los discursos de apertura de Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, y de monseñor Adolfo Tito Yllana, Nuncio Apostólico de Tierra Santa.

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