Los obispos franceses aprueban abrir su causa de beatificación Henri De Lubac, camino de los altares

Henri de Lubac
Henri de Lubac

Considerado uno de los grandes teólogos del siglo XX, los obispos de Francia aprobaron en su reciente asamblea plenaria de primavera, celebra en Lourdes, la apertura de la causa de beatificación del cardenal Henri de Lubac (1896–1991)

"Humilde erudito, fiel a la Iglesia, abrió con intuición el pensamiento cristiano, enriquecido por todas sus fuentes doctrinales, al conocimiento interior de Dios y al diálogo con el ateísmo occidental y oriental"

Considerado uno de los grandes teólogos del siglo XX, los obispos de Francia aprobaron en su reciente asamblea plenaria de primavera, celebra en Lourdes, la apertura de la causa de beatificación del cardenal Henri de Lubac (1896–1991).

Jesuita y teólogo francés, cuyos escritos han jugado un papel clave en el Concilio Vaticano II, De Lubac nació en Cambrai el 20 de febrero de 1896 y falleció en París el 4 de septiembre de 1991. Hijo de un ejecutivo de la Banque de France, alumno de los jesuitas en el Colegio de Mongré, cerca de Lyon, después de un año de derecho en la facultad de teología de Lyon, ingresó en la Compañía de Jesús el 9 de octubre de 1913 en Saint Leonards- on-Sea en Inglaterra (Sussex). Movilizado en abril de 1915, fue herido en el frente durante la Primera Guerra Mundial, hasta el 25 de septiembre de 1919. Sus heridas en la cabeza lo dejaron con dolores permanentes, según informa en su web la Conferencia Episcopal francesa.

De izquierda a derecha, Rahner, De Lubac y Arrupe
De izquierda a derecha, Rahner, De Lubac y Arrupe

Ordenado sacerdote en 1927, fue profesor de teología en Lyon. El catolicismo, los aspectos sociales del dogma, publicado en 1938, fue el primero de treinta libros escritos por Henri de Lubac. Este primer trabajo tuvo un gran impacto inmediato al ayudar a renovar la percepción que la Iglesia tenía de sí misma y facilitar así el diálogo interreligioso.

De 1937 a 1944, resistió el nazismo y el antisemitismo como cristiano. En 1941, cofundó con el padre Daniélou las "Fuentes cristianas", una renombrada colección de textos cristianos que publica los textos de los Padres de la Iglesia y de los grandes místicos. Libros y artículos se suceden pero, después de 1950, el general de los jesuitas le suspendió de la enseñanza

Experto en el Vaticano II

Experto del Concilio Vaticano II (1961-1965), ejerció allí una influencia espiritual, discreta y profunda. Su labor teológica y su participación como experto influyeron en los textos resultantes del Concilio. El 2 de febrero de 1983, Juan Pablo II lo nombró Cardenal.

Tal y como recoge la Conferencia Episcopal Francesa, De Lubac, "humilde erudito, fiel a la Iglesia, abrió con intuición el pensamiento cristiano, enriquecido por todas sus fuentes doctrinales, al conocimiento interior de Dios y al diálogo con el ateísmo occidental y oriental". Murió en 1991.

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