Francia reclama que cese el boicot a sus productos en los países musulmanes Marruecos condena "vigorosamente" publicación de viñetas de Mahoma en Francia

Charlie Hebdo
Charlie Hebdo

Marruecos consideró que el acto supone un "ultraje" al islam y al profeta, aunque en ningún momento mencionó al país galo, su principal aliado internacional

Dijo en un comunicado que la libertad de expresión no justifica "de ningún modo la provocación insultante y la ofensa injuriosa de la religión musulmana (que profesan) más de dos mil millones de fieles"

Al mismo tiempo, el Gobierno marroquí condenó "las violencias oscurantistas y bárbaras que se perpetran en nombre del islam"

En un comunicado, el Ministerio francés de Exteriores exigió que se ponga fin a esos actos de boicot, que están "instrumentalizados por una minoría radical"

El Gobierno de Marruecos condenó hoy "vigorosamente" la publicación por segunda vez de las caricaturas de Mahoma en Francia y consideró que el acto supone un "ultraje" al islam y al profeta, aunque en ningún momento mencionó al país galo, su principal aliado internacional.

El Ministerio de Exteriores marroquí consideró en un comunicado que la libertad de expresión no justifica "de ningún modo la provocación insultante y la ofensa injuriosa de la religión musulmana (que profesan) más de dos mil millones de fieles".

El pasado miércoles, el presidente francés Emmanuel Macron dijo que Francia "no renunciará a las caricaturas", después de que un profesor fuera asesinado y decapitado por haber mostrado a sus alumnos las que el semanario Charlie Hebdo publicó en septiembre durante una clase en un instituto.

Al mismo tiempo, el Gobierno marroquí condenó "las violencias oscurantistas y bárbaras que se perpetran en nombre del islam".

La reacción de Marruecos sucede a la de varios países musulmanes como Kuwait, Turquía y Jordania o la Organización de Cooperación Islámica que condenaron tanto las caricaturas de Mahoma como las declaraciones de los responsables franceses como susceptibles de perjudicar las relaciones con el mundo musulmán.

En las redes sociales se volvieron virales hashtags en defensa de Mahoma y vídeos que muestran la retirada de productos de conocidas marcas francesas de alimentación

Las palabras del presidente francés del pasado miércoles han desatado oleadas de indignación en varios países musulmanes, donde se han lanzado llamadas al boicot de los productos franceses. En las redes sociales se volvieron virales hashtags en defensa de Mahoma y vídeos que muestran la retirada de productos de conocidas marcas francesas de alimentación o cosmética de las estanterías de supermercados.

La reproducción de imágenes, las estatuas y las pinturas es un hecho prohibido por el islam en la era contemporánea, por considerar que impulsa la idolatría; además de que no se admite la reproducción de las imágenes del profeta Mahoma de ninguna manera y en ningún ámbito.

Frente a esto, Francia reclamó este domingo que cesen de forma inmediata los llamamientos al boicot de sus productos. En un comunicado, el Ministerio francés de Exteriores exigió que se ponga fin a esos actos de boicot que se han producido en los últimos días, y que afectan en particular a productos alimentarios, insistiendo en que están "instrumentalizados por una minoría radical".

Una portavoz del ministerio señaló que toda su red diplomática se ha movilizado para explicar la posición francesa, en particular sobre la cuestión de las "libertades fundamentales y el rechazo del odio". También para pedir a las autoridades de esos países que se desolidaricen con los llamamientos al boicot y de cualquier ataque contra Francia, que acompañen a las empresas francesas y garanticen la seguridad de los franceses en sus territorios.

Emmanuel Macron
Emmanuel Macron Agencias

El departamento de Exteriores hizo hincapié en que se han desnaturalizado las posiciones defendidas por Francia "en favor de la libertad de consciencia, de la libertad de expresión, de la libertad de religión y del rechazo de cualquier llamamiento al odio".

Una alusión directa a dos discursos recientes de Macron, empezando por el que pronunció el 2 de octubre para presentar su proyecto de ley contra lo que llama "separatismos", y que sobre todo pretende combatir el integrismo islámico en todos los ámbitos de la vida social. El segundo fue el del pasado miércoles en homenaje del profesor de historia, Samuel Paty, decapitado el día 16 por un joven yihadista checheno cerca del colegio en el que enseñaba a las afueras de París por haber mostrado a sus alumnos las controvertidas caricaturas del profeta Mahoma en una clase sobre la libertad de expresión.

El jefe del Estado, que repitió entonces que Francia "no renunciará a las caricaturas", ha anunciado un reforzamiento del dispositivo represivo. Su Gobierno ha procedido al cierre de una mezquita y ha tramitado la disolución de asociaciones a las que se reprochan sus posiciones integristas.

Todo eso ha dado lugar a una virulenta reacción del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que este domingo ha vuelto a repetir sus cargas contra Macron como el sábado, cuando dijo que el presidente francés necesita "terapia mental" porque a su parecer "no entiende la libertad religiosa" y actúa "contra millones" de musulmanes.

El jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian, replicó este domingo subrayando que "ese comportamiento es inadmisible, sobre todo de un país aliado" y anunció que se ha llamado a consultas al embajador francés en Turquía, que volvía hoy mismo a París. Le Drian se quejó de la "propaganda odiosa y calumniosa" contra Francia y de los "insultos directos" contra Macron y recordó que Turquía no ha mostrado oficialmente ningún signo de solidaridad con Francia ni de condena del atentado contra Samuel Paty.

El presidente Erdogan
El presidente Erdogan

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