El presidente de la Conferencia Episcopal de Turquía, ante el primer viaje de Prevost Martin Kmetec: "Esperamos al Papa León en Nicea"

Nicea
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"Su presencia en Turquía será motivo de una inmensa alegría y una gracia para todos los creyentes y para toda la nación"

“Hoy reflexionamos sobre el tesoro de la fe que hemos recibido de Nicea. Estamos llamados a acogerlo, preservarlo y vivirlo en la vida cotidiana”

"Desde Esmirna, Estambul y otras diócesis turcas, se organizan peregrinaciones de fieles a Nicea. Y desde el extranjero, comunidades de todo el mundo acuden a esa ciudad que ahora se llama Iznik, antiguamente Nicea. También esperamos con expectación la confirmación oficial por parte de la Santa Sede del viaje del Papa León XIV a Nicea. Su presencia en Turquía será motivo de una inmensa alegría y una gracia para todos los creyentes y para toda la nación”, afirma en una entrevista con la Agencia Fides monseñor Martin Kmetec, arzobispo de Esmirna y presidente de la Conferencia Episcopal de Turquía. El arzobispo recuerda el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, convocado en el año 325 d. C., un evento que atrajo la atención de las iglesias cristianas de todo el mundo hacia la ciudad al sur de Estambul, a orillas del lago Bursa.

Monseñor Kmetec asegura que “el aniversario ha suscitado un gran interés en la comunidad cristiana de Turquía y nos ha impulsado a profundizar en la historia de la Iglesia en nuestro territorio”. “Hoy reflexionamos sobre el tesoro de la fe que hemos recibido de Nicea. Estamos llamados a acogerlo, preservarlo y vivirlo en la vida cotidiana”, indica.

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El Arzobispo recuerda también que la Iglesia Ortodoxa celebra este aniversario, y por lo tanto es una ocasión para el diálogo ecuménico y la unidad”. Citando un reciente encuentro ecuménico celebrado en Antalya, titulado “Desde Nicea” en el que participó, el Pastor de Esmirna señala: “El título y la perspectiva me parecieron muy significativos, ya que nos ayudaron a centrarnos en el contenido de la fe que proclamamos y vivimos, es decir, a reflexionar sobre la encarnación de Cristo, que expresa el don de su naturaleza divina y humana. El don que se nos ha dado es, pues, la redención. Hoy estamos llamados a preservar este don y a anunciarlo al mundo como cristianos, católicos y ortodoxos juntos”.

Del concilio de Nicea
Del concilio de Nicea


“Nicea no es solo un lugar de reflexión teológica. Aquel Concilio fue también fruto del profundo testimonio de fe de muchas personas que dieron su vida por la fe en los tres primeros siglos del cristianismo. Este testimonio, de alguna manera, preparó el resultado de aquel Concilio. Para nosotros hoy recordar aquel testimonio de fe es lo más importante, nos inspira y nos sostiene ante los desafíos que vivimos en el presente”, indica subrayando este segundo aspecto.

Un momento de fe y testimonio para la pequeña comunidad católica en Turquía (en un país de gran mayoría islámica donde los católicos son aproximadamente 60.000 personas, lo que equivale al 0,07% de la población), será también la visita del Papa León XIV, programada para la festividad de San Andrés (el próximo 30 de noviembre), que está pendiente de formalización. Monseñor Kmetec señala: “Lo esperamos en Turquía; se están ultimando todos los detalles y acuerdos entre la Santa Sede y el gobierno turco. Una delegación del Vaticano vino aquí en febrero para el viaje que iba a realizar el Papa Francisco, a quien recordamos en oración con afecto y gratitud. Ahora esperamos de todo corazón que el Papa León pueda venir. Confiamos en que así sea, hay señales positivas y todo marcha bien”.

Si el Papa viaja a Turquía en su primer viaje apostólico al extranjero, “sería un privilegio para nosotros”, señala. “Será un gran acontecimiento para toda la nación, también para el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla”, añade. “Del Papa León —concluye el Arzobispo— nos impactó su primer saludo: ‘Paz a vosotros’. Nos la ha ofrecido y nos traerá esta paz, don de Cristo resucitado. Creemos que estará pendiente de las realidades del mundo entero y traerá una palabra de paz a un mundo desgarrado. Rezamos por él para que el Espíritu Santo lo conforte e ilumine como padre, guía y apoyo para nosotros; también para esta pequeña comunidad en Turquía, y para la Iglesia universal”.

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