"Es un verdadero genocidio del pueblo ucraniano", señala el metropolita ortodoxo Obispo católico de Odesa: "No es una guerra, esto es terrorismo"

Interior de la catedral de Odesa tras el bombardeo ruso
Interior de la catedral de Odesa tras el bombardeo ruso

"No es una guerra, esto es terrorismo". Es la reacción del obispo católico de Odesa tras la destrucción de la catedral ortodoxa de la Transfiguración, vinculada al Patriarcado de Moscú, por misiles rusos el domingo 23 de julio. "Cualquiera que sea el propósito de la llamada 'operación militar especial' es vergonzosa, nada puede justificar la matanza y la violencia", señala por su parte el metropolita ortodoxo Agafangel, de esa ciudad ucraniana

Declarada la catedral como patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto con todo el centro de la ciudad de Odesa, el famoso icono de Kasperov de la Madre de Dios, la patrona de la ciudad, pudo ser rescatado de debajo los escombros sin daños significativos, todo lo contrario que las dos víctimas mortales y 22 heridos que causó el bombardeo ruso

“Ahora les llevará mucho tiempo a los residentes de Odesa superar su odio hacia los rusos”. “Las cicatrices de la guerra que está provocando el agresor quedarán inscritas en las páginas de la historia del sufrimiento de todo el pueblo”, señaló en su Facebook el obispo de Kiev, Vitaly Kryvytskyi, natural de la ciudad bombardeada

"No es una guerra, esto es terrorismo". Es la reacción del obispo católico de Odesa tras la destrucción de la catedral ortodoxa de la Transfiguración, vinculada al Patriarcado de Moscú, por misiles rusos el domingo 23 de julio. "Cualquiera que sea el propósito de la llamada 'operación militar especial' es vergonzosa, nada puede justificar la matanza y la violencia", señala por su parte el metropolita ortodoxo Agafangel, de esa ciudad ucraniana, en declaraciones recogidas por el SIR.

“Golpean a Odesa, destruyen ciudades. Misiles, misiles, misiles cayendo. Hay muertos y heridos. Esto es terrorismo. Pido oraciones, esto es todo lo que estamos pidiendo", señala en conversación telefónica con el servicio de información de la Conferencia Episcopal Itaniana Stanislav Shyrokoradiuk, obispo católico latino de Odessa.

"No podemos hacer nada. Solo tenemos que rezar y esperar el momento en que termine esta guerra brutal". El obispo cuenta que leyó las palabras pronunciadas por el Papa recordando al final del Ángelus la ciudad de Odesa. “Gracias al Santo Padre”, dice el obispo franciscano, “gracias a sus oraciones siempre por la atormentada Ucrania. Este recuerdo es muy importante para nosotros", prosigue la información del SIR.

Odesa
Odesa

La conmoción, si cabe, es aún mayor en la Iglesia Ortodoxa ucraniana, que tras la invasión rusa del país se ha mantenido fiel al Patriarcado de Moscú. Es difícil entender para ellos que la hayan atacado y se agarran a la hipótesis de un trágico error por el uso de misiles cada vez menos precisos. En todo caso, la condena también es clara por parte del metropolita Agafangel de Odessa, quien a través de un comunicado ha señalado que “los misiles han herido el corazón de todos los ciudadanos de Odessa que, con su arduo trabajo y sus oraciones, han reconstruido este santuario, destruido en 1936”.

"Un verdadero genocidio"

"Cualquiera que sea el propósito de la llamada 'operación militar especial' es vergonzoso, nada puede justificar la matanza y la violencia, la destrucción y la huida forzada. Todavía no entendemos: ¿de quién nos quieren librar? ¿De vida? Este es un verdadero genocidio del pueblo ucraniano. Esta es la locura de todos los que dan órdenes de bombardear Ucrania, de matar a nuestros soldados y a nuestro pueblo”, prosigue el comunicado del metropolita.

Declarada la catedral como patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto con todo el centro de la ciudad de Odesa, el famoso icono de Kasperov de la Madre de Dios, la patrona de la ciudad, pudo ser rescatado de debajo los escombros sin daños significativos, todo lo contrario que las dos víctimas mortales y 22 heridos que causó el bombardeo ruso. “Ahora les llevará mucho tiempo a los residentes de Odesa superar su odio hacia los rusos”. “Las cicatrices de la guerra que está provocando el agresor quedarán inscritas en las páginas de la historia del sufrimiento de todo el pueblo”, señaló en su Facebook el obispo de Kiev, Vitaly Kryvytskyi, natural de la ciudad bombardeada.

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