Los obispos se pronuncian tras la sentencia condenatoria al ex policía Derek Chauvin La Iglesia de EEUU, tras el juicio por la muerte de George Floyd: "Reconstruyamos pacíficamente lo que el odio y la frustración han derribado”

George Floyd murió a manos de un agente de policía estadounidense.
George Floyd murió a manos de un agente de policía estadounidense.

Los purpurados han emitido un comunicado poco después del veredicto en el juicio del ex agente de policía Derek Chauvin, culpable de dos cargos de asesinato por la muerte de Floyd en mayo de 2020 en Minneapolis

Consideran que la muerte de Floyd "puso de manifiesto y amplió la profunda necesidad de ver lo sagrado en todas las personas, especialmente en aquellas que han sido históricamente oprimidas"

La muerte de George Floyd puso de manifiesto y amplió la profunda necesidad de ver lo sagrado en todas las personas, pero especialmente en aquellas que han sido históricamente oprimidas. Cualquiera que sea la etapa de la vida humana, no sólo importa, sino que es sagrada”. 

Así reza la declaración emitida por el obispoShelton J. Fabre de Houma-Thibodaux, presidente del Comité Ad Hoc contra el Racismo de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, y el arzobispo Paul S. Coakley de Oklahoma City, presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB poco después del veredicto en el juicio del ex agente de policía Derek Chauvin, culpable de dos cargos de asesinato por la muerte de Floyd el 25 de mayo de 2020 en Minneapolis, Minnesota.

Para los prelados norteamericanos, los acontecimientos que siguieron a la muerte de Floyd, de piel negra, también pusieron de manifiesto la urgente necesidad de sanación y reconciliación racial. “Tal como hemos visto durante este último año —sostienen en la misiva— las injusticias sociales siguen existiendo en nuestro país, y la nación sigue estando profundamente dividida sobre cómo corregir esos males”. 

Chauvin, reduciendo a Floyd con sus rodillas.
Chauvin, reduciendo a Floyd con sus rodillas.

“Recemos para que, a través de la revelación de tanto dolor y tristeza, Dios nos fortalezca para limpiar nuestra tierra del mal del racismo, que también se manifiesta en formas que apenas se hablan, formas que nunca llegan a los titulares”, afirman los purpurados, que han expresado su deseo de unirse “al duro trabajo de reconstruir pacíficamente lo que el odio y la frustración han derribado”. 

En este contexto, el Comité Ad Hoc contra el Racismo de la USCCB ha preparado recursos para la oración y el arzobispo Bernard A. Hebda y sacerdotes de toda la archidiócesis de San Pablo y Minneapolis han ofrecido misas “Por la preservación de la paz y la justicia". 

Los presidentes de los prelados estadounidenses unen así sus voces en apoyo del arzobispo Bernard Hebda de Saint Paul y Minneapolis, y de toda la Conferencia Católica de Minnesota, la cual ha manifestado su compromiso de “cambiar los corazones y las mentes” abogando por huir del cruce de acusaciones y buscando soluciones prácticas a los conflictos raciales, a sabiendas de que la suya es una comunidad diversa.

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