La encíclica llama "a todos a hacer un examen de conciencia" Obispos de todo el mundo destacan la voz "apasionada y razonada" del Papa por la fraternidad universal

Dos mujeres con la encíclica, en la plaza de San Pedro
Dos mujeres con la encíclica, en la plaza de San Pedro

Eamon Martin (Irlanda): "El Papa imagina un ‘mundo abierto’, impulsado a actuar por lo que se llama amistad social y hospitalidad sincera hacia los demás"

Éric de Moluns-Beaufort (Francia): "Es un texto extenso y desafiante. Un gran texto en la doctrina social de la Iglesia"

“Todo esto es una llamada y una advertencia: o nos salvamos todos o no se salva nadie”. Tras la publicación de la encíclica ‘Fratelli Tutti’, episcopados de todo el mundo empiezan a valorar las palabras del Papa Francisco, que consideran el sueño de “un mundo abierto”.

A la espera de los obispos españoles, que todavía no han emitido una nota oficial, el portavoz de los obispos suizos, Alain de Raemy, presentó la encíclica como “un llamamiento apasionado y razonado, dirigido a todas las personas de buena voluntad, cualesquiera que sean sus convicciones religiosas, a todos los pueblos, instituciones y gobiernos, para una sincera preocupación postpandémica de cambio radical por el respeto activo y universal de los pequeños, los más pobres, los más expuestos al peligro, cuya dignidad no puede ser una excepción”.

El obispo auxiliar de Lausana, Ginebra y Friburgo, lo sintetizó así: "Hermanos, todo es una llamada y una advertencia. El Papa emitió esta advertencia: o nos salvamos todos o no se salva nadie".

"Un mundo abierto"

Por su parte, Eamon Martin, presidente de los obispos irlandeses, resaltó el “llamamiento especial, en nombre de la justicia y la misericordia”, para “los huérfanos, los pobres, los extranjeros, los migrantes, los refugiados, para todos los que están en los márgenes, en las 'periferias' de la vida y la sociedad”.

Fratelli Tutti, del Papa Francisco

En Fratelli Tutti, el Papa “imagina un ‘mundo abierto’, impulsado a actuar por lo que se llama amistad social y hospitalidad sincera hacia los demás", recalcó el arzobispo de Armagh, quien vio reflejada la realidad del país en muchas de las páginas de la encíclica. “Algunos suburbios están cerca de nosotros, en los centros de las ciudades o en nuestras propias familias. Esto obviamente nos estimula, aquí en Irlanda, a considerar quién podría ser excluido, a quién tendemos a poner al margen de la sociedad y a quién tratamos de olvidar".

Un gran texto de Doctrina Social de la Iglesia

El presidente del episcopado galo, Éric de Moluns-Beaufort, calificó la encíclica de “texto extenso y desafiante. Un gran texto en la doctrina social de la Iglesia". El arzobispo de Reims subrayó que “la fraternidad no es una actitud", sino parte del ser humano.

"El Papa describe sus diferentes dimensiones con gran libertad, como Cristo. No le impresionan las aparentes limitaciones de este mundo. Pone ante los ojos de todos los lugares donde todos se arriesgan a perder la fraternidad. Todos deben hacer un examen de conciencia: cada persona, empresas, familias, estados. ¿Cuál es el camino para pasar de la comunicación en llamas a la verdadera fraternidad?", se preguntó.

El Papa firma su encíclica 'Fratelli tutti'
El Papa firma su encíclica 'Fratelli tutti'

Finalmente, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, José Gomez, emitió hoy un comunicado celebrando la publicación de Fratelli tutti, "una contribución importante a la rica tradición de la doctrina social de la Iglesia”.

Una enseñanza profunda y hermosa

“La enseñanza del Papa Francisco aquí es profunda y hermosa –continuó–: Dios nuestro Padre ha creado a cada ser humano con igual santidad y dignidad, iguales derechos y deberes, y nuestro Creador nos llama a formar una sola familia humana en la que todos vivamos como hermanos y hermanas”.

La encíclica “nos aporta una visión poderosa y urgente para la renovación moral de la política y las instituciones políticas y económicas desde un nivel local hasta un nivel global, llamándonos a construir un futuro común que realmente sirva para el bienestar de los seres humanos”.

El Papa “nos desafía a superar el individualismo en nuestra cultura y a servir a nuestro prójimo con amor, viendo a Jesucristo en cada persona y buscando una sociedad de justicia y misericordia, compasión y preocupación mutua”, subrayó el arzobispo de Los Ángeles.

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