Obispos católicos y luteranos piden no olvidar a los refugiados "Lo que sucede en la frontera entre Turquía y Grecia pone a prueba nuestra humanidad"

Refugiados en Lesbos
Refugiados en Lesbos Afp

"En este momento, nuestras fronteras físicas y mentales están siendo puestas a prueba por el nuevo coronavirus y la situación de los refugiados en la periferia de Europa"

"Es inaceptable que los seres humanos que huyen se consideren una amenaza, y que asegurar el orden y la prosperidad en Europa se haga al precio del caos en las fronteras exteriores"

"Lo que sucede en la periferia de Europa, en la frontera entre Turquía y Grecia, pone a prueba nuestra humanidad".  Una decena de obispos católicos y luteranos de varios países nórdicos han emitido una declaración conjunta en defensa de los derechos de los refugiados.

"En este momento, nuestras fronteras físicas y mentales están siendo puestas a prueba por el nuevo coronavirus y la situación de los refugiados en la periferia de Europa", señala el texto, que aboga por "una responsabilidad personal y compartida, más allá de todas las barreras e independientemente de las posiciones políticas".

Para los líderes de estas iglesias, la atención a los refugiados es un desafío para cada uno individualmente y como sociedad, que debe empujarnos a "compartir y llevar la carga juntos: si fallamos, perdemos nuestra humanidad".

Asumir nuestras responsabilidades

"Los miedos deben ser tomados en serio, pero no deben mantenernos atrapados e impedirnos asumir responsabilidades" animan los obispos, que tildan de "inaceptable" que "los seres humanos que huyen se consideren una amenaza" e "incompatible con los valores éticos sobre los que se construye la Europa en la que vivimos" que "asegurar el orden y la prosperidad en Europa se haga al precio del caos en las fronteras exteriores".

Refugiados en Malta
Refugiados en Malta

En opinión de los obispos, la UE "debe seguir siendo un proyecto de paz", ayudando hoy "a resolver" situaciones "que obligan a la gente a huir". Porque el peligro para Europa no es la gente de las fronteras sino "la falta de confianza en el futuro, la pérdida de los valores universales y una política a corto plazo". "Somos una sola humanidad de Dios que vive junta bajo el mismo cielo".

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