Sucede a Mons. Rómulo Valles al frente de la Conferencia Episcopal de Filipinas Pablo Virgilio David, nuevo presidente de los obispos filipinos

Hoy, jueves 8 de julio de 2021, jueves, los miembros de la Conferencia episcopal de Filipinas (Catholic Bishops Conference of the Philippines) han elegido a Mons. Pablo Virgilio David de la Diócesis de Kalookan como presidente, sucediendo a Mons. Rómulo Valles, arzobispo de Davao, la ciudad de origen del mandatorio filipino, Rodrigo Duterte. También han elegido a Mons. Mylo Hubert Vergara, obispo de Pasig, como vicepresidente.

Las elecciones se celebraron en el marco de la reunión plenaria de la conferencia que tiene lugar dos veces al año:  en enero y julio.  El mandato de las oficiales de la misma dura dos años.

La elección de Valles coincidió con el primer año del mandato del presidente Duterte de quien es amigo y es pastor puesto que este fue alcalde de Davao antes de las elecciones nacionales. El cargo de alcalde de la mencionada ciudad lo ostenta actualmente la hija del presidente, Sarah.

La elección de David al frente de los obispos filipinos es significativa. Recuérdese que varias veces había chocado con Duterte que insultó a la madre del obispo y a quien el papa Francisco consoló de manera especial tras una visita ‘’ad limina’’.

David fue nombrado obispo de Kalookan en septiembre de 2015 por el papa Francisco, sucediendo a Mons. Deogracias Iñíguez, quien se jubiló por razones de salud. Kalookan es una diócesis de los márgenes.  Sufragánea de Manila pero con mucha pobreza, muchas injusticias. Había sido obispo auxiliar de la Archidiócesis de San Fernando.

Pablo Virgilio David nació en 1959 en Betis, Guagua, Pampanga dentro de la Archidiócesis de San Fernando.  Hizo los estudios segundarios en el Seminario Menor de la Madre del Buen Consejo. Después hizo los estudios de filosofía y teología en la Universidad Ateneo de Manila de los Jesuitas.

Fue ordenado sacerdote el en 1983 para San Fernando. Tras su ordenación, primero desempeñó el cargo de vicario parroquial y fue Director del Seminario de Madre del Buen Consejo hasta 1986. De 1986 a 1991 realizó estudios de postgrado en teología culminando con un doctorado en teología bíblica por la Universidad Católica de Lovaina.

Estudioso de las Sagradas Escrituras

Volvió a su país para enseñar en el seminario de su archidiócesis. Por sus estudios de teología bíblica en Lovaina, destaca como uno de los estudiosos de las Sagradas Escrituras con más renombre del país. En 2021 fue elegido vicepresidente de la Asociación de Estudiosos Católicos de la Biblia de Filipinas.

En mayo de 2006 fue nombrado obispo auxiliar de San Fernando y obispo titular de Guardialfiera por el papa Benedicto XVI.  Dentro del marco de la conferencia episcopal filipina, es también presidente de la Comisión Episcopal para el Apostolado Bíblico. Asimismo, David fue uno de los cinco obispos filipinos delegados al Sínodo de la Palabra de Dios en 2008. En 2019 fue galardonado por su alma mater jesuita con el Premio ‘’Bukas Palad’’ (manos abiertas) por su servicio en pro de los pobres y por su valentía al hablar en contra de la injusticia y violencia.

Mons. Valles, a pesar de ser amigo personal del presidente Duterte, también hizo declaraciones críticas durante su mandato como presidente de los obispos filipinos. Pero, al parecer, los obispos, sobre todo a la luz de los comicios nacionales de 2022, desean una voz más directa, menos diplomática a la vez tan evangélica sobre todo a la luz del hecho de que Duterte ha anunciado su intención de presentarse como candidato a la vicepresidencia para perpetuar su régimen de una forma.

Si bien sigue habiendo una colaboración ‘’in solidum’’ entre Valles y David, claramente los obispos filipinos han reconocido la necesidad de un cambio de estrategia en estos meses críticos antes de los comicios nacionales, en medio de una pandemia y el cierre más largo y duro en el mundo pero sin resultados satisfactorios. Recientemente, algunos fiscales de la Corte Internacional de la Justicia han anunciado su intento de iniciar una investigación acerca de la violación de derechos humanos por el régimen del mandatorio filipino. Todo eso pone de relieve que el mandato de Mons. David coincide en un momento de transición difícil para el pueblo filipino.

Los nuevos oficiales de la conferencia episcopal filipina comienzan su mandato el 1 de diciembre de 2021.