Habrá que cerciorarse de cualquier responsabilidad", pide el presidente de los obispos El Papa llora la muerte de una treintena de personas en el peor accidente ferroviario de la historia de Grecia

Accidente ferroviario en Grecia
Accidente ferroviario en Grecia Vatican Media

La colisión entre un tren de mercancías y otro de pasajeros se produjo anoche entre Atenas y Salónica, cerca de la ciudad de Larissa. El balance es de al menos 38 muertos y 85 heridos

Bergoglio bendice a los rescatistas y a quienes están prestando asistencia, agradeciéndoles su compromiso y solidaridad

Es el "peor accidente ferroviario jamás visto en Grecia", según apuntan los medios helenos, con más de treinta fallecidos. El accidente de tren en Larissa ha sido recibido con tristeza por el Papa Francisco, que ha enviado un telegrama a través del secretario de Estado, Pietro Parolin, en el que asegura sus oraciones "a todos los afectados por la tragedia" y a las familias de las víctimas. Al tiempo, Bergoglio bendice a los rescatistas y a quienes están prestando asistencia, agradeciéndoles su compromiso y solidaridad.

La colisión entre un tren de mercancías y otro de pasajeros se produjo anoche entre Atenas y Salónica, cerca de la ciudad de Larissa. El balance es de al menos 38 muertos y 85 heridos. Según las reconstrucciones, tres vagones descarrilaron pocos minutos antes de medianoche en el centro del país, tras la colisión entre un tren de mercancías y un convoy que transportaba 350 pasajeros.

Accidente en Grecia

"Un dolor que no se va a quitar"

"El tren llevaba retraso y se había detenido unos minutos cuando oímos un ruido ensordecedor", declararon algunos pasajeros a bordo del convoy. Los bomberos y rescatistas siguen trabajando, mientras el presidente de los obispos griegos, Pétros Stefánou, mostró el "dolor muy grande, que no se va a quitar". El prelado lamentó que "era un tren lleno de jóvenes". "Habrá que cerciorarse de cualquier responsabilidad", añadió Stefánou.

“Lo que pasó era impensable. Estamos rodeados por una serie de hechos trágicos, como el naufragio en Calabria. En estos casos es difícil encontrar las palabras y se puede confiar en el silencio y la oración. Oración por estos jóvenes y sus familias, devastados por esta tragedia”, subrayó el presidente de la Conferencia Episcopal helena.

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