La Iglesia lusa aparta a tres de los cien sacerdotes sospechosos en activo El Parlamento portugués llama a declarar al presidente de los obispos por el escándalo de los abusos

José Ornelas y Pedro Strech, durante la entrega del informe
José Ornelas y Pedro Strech, durante la entrega del informe CEP

José Ornelas se declara "totalmente disponible" para comparecer ante la Asamblea de la República. Las comparecencias fueron aprobadas por unanimidad de la Cámara

"Deseamos ser parte activa en la resolución de esta dramática situación, que es transversal a toda la sociedad"

Dos sacerdotes del archipiélago de Azores y otro de Évora (sur) fueron apartados preventivamente tras ser incluidos en la lista elaborada por la comisión de expertos que investigó los abusos a menores cometidos desde 1950 en el seno de la Iglesia católica en Portugal

El Parlamento portugués pedirá la comparecencia al presidente de la Conferencia Episcopal (CEP), José Ornelas, para hablar sobre los abusos a menores, para la que la Iglesia manifestó que está "totalmente disponible".

Ornelas comparecerá en la Asamblea de la República después de que una comisión de expertos creada por la propia CEP concluyese que hay al menos 4.800 víctimas de abusos en el seno de la Iglesia católica en Portugal desde 1950.

El Parlamento también llamó al presidente de esta comisión, el psiquiatra infantil Pedro Strecht; a la ministra de Justicia, Catarina Sarmento e Castro; y al cardenal patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, entre otros.

Las comparecencias fueron aprobadas por unanimidad de la Cámara.

"Deseamos ser parte activa de la solución"

La CEP y Ornelas se mostraron "totalmente disponibles" para dar todas las explicaciones que el Parlamento pida, aseguró el presidente en una nota remitida a medios locales, que dijo estar "satisfecho" con la decisión.

"Deseamos ser parte activa en la resolución de esta dramática situación, que es transversal a toda la sociedad", insistió.

La comisión de expertos validó 512 testimonios de víctimas en su informe final, aunque estima que el número mínimo supera las 4.800, y entregó a la CEP una lista con un centenar de sacerdotes sospechosos en activo.

Tres curas apartados

El pasado viernes, los obispos realizaron una asamblea extraordinaria para analizar el informe y tomar medidas, aunque la CEP descartó apartar por el momento a los sacerdotes sospechosos. Algo que ahora ha cambiado. Así, dos sacerdotes del archipiélago de Azores y otro de Évora (sur) fueron apartados preventivamente tras ser incluidos en la lista elaborada por la comisión de expertos que investigó los abusos a menores cometidos desde 1950 en el seno de la Iglesia católica en Portugal.

La lista, que incluye a un centenar de curas en activo que abusaron de menores, según las denuncias recogidas y validadas por la comisión, fue entregada la semana pasada a las diferentes diócesis del país.



La Diócesis de Angra do Heroísmo, en las Azores, explicó hoy en un comunicado que recibieron dos nombres, un cura de la isla de São Miguel y otro de Terceira.

"El obispo diocesano ya habló con ambos y, en conjunto, acordaron que los sacerdotes quedarán impedidos del ejercicio público del ministerio hasta el final del proceso de investigación previa, que ya fue iniciado y de acuerdo con las normas canónicas", informó.

Los casos también fueron remitidos al Ministerio Público.

La Diócesis matiza que la decisión no supone "una asunción de culpa" de los sacerdotes ni una "condena" del obispo, sino que sigue las recomendaciones del papa Francisco sobre procedimientos para afrontar casos de abuso de menores en la Iglesia.

"La Iglesia no puede siquiera intentar esconder la tragedia de los abusos. Actuaremos con tolerancia cero con los abusadores", aseguraron desde Angra do Heroísmo, donde consideran que "pedir perdón es poco"



"La Iglesia no puede siquiera intentar esconder la tragedia de los abusos. Actuaremos con tolerancia cero con los abusadores", aseguraron desde Angra do Heroísmo, donde consideran que "pedir perdón es poco".

También en la Archidiócesis de Évora se optó por tomar medidas preventivas y apartar de forma "cautelar", mientras se investiga, al sacerdote "del oficio de párroco y de todas las actividades pastorales que incluyan contacto con menores, sin perjuicio de su presunción de inocencia".

En un comunicado, explicó que, como no tenían datos sobre los supuestos delitos cometidos por este cura, los solicitaron a la comisión de expertos, que remitió informaciones sobre abusos en la década de 1980 en un seminario.

En la lista recibida en Évora estaba incluido un segundo sacerdote, pero falleció hace años y el proceso se da como "extinto".

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