El patriarca latino de Jerusalén critica la "política de desprecio" de los extremistas Pizzaballa: "Estamos al borde de la guerra civil"

Pizzaballa:  "Estamos al borde de la guerra civil"
Pizzaballa: "Estamos al borde de la guerra civil"

"Estamos asistiendo a una violencia ciega que nunca antes se había visto", recalca el patriarca, quien lamenta el "efecto dominó" en la escalada de la tensión en Jerusalén y los territorios ocupados

En la Franja de Gaza hay al menos 82 muertos y 500 heridos, de los cuales 115 son niños y adolescentes. Las autoridades israelíes hablan de 6 muertos. No se cuentan las agresiones entre árabes e israelíes en ciudades como Lod Jaffa o Tel Aviv

"Estamos asistiendo a una violencia ciega que nunca antes se había visto, estamos casi al borde de una guerra civil". El patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, lanza un grito de socorro y de denuncia ante "la política de desprecio que llevan a cabo los grupos de extrema derecha" contra la población civil, que tras varios días de violencia se está trasladando a las comunidades donde antes convivían, en paz, judíos y palestinos.

En la Franja de Gaza hay al menos 82 muertos y 500 heridos, de los cuales 115 son niños y adolescentes. Las autoridades israelíes hablan de 6 muertos. No se cuentan las agresiones entre árabes e israelíes en ciudades como Lod Jaffa o Tel Aviv. "Es una violencia ciega, y que nunca habíamos visto", destaca el patriarca latino.

"Estamos al borde de la guerra civil", advierte Pizzaballa, que añade que "lo que estamos viendo hoy es el resultado de años de políticas de desprecio e incluso de abandono". En este clima de violencia, los cristianos también se sienten perseguidos. "Ha habido casos de agresiones contra algunas familias, no por motivos religiosos sino por ser árabes (...). En la gente hay tanta sorpresa y gran preocupación por una violencia que ha estallado muy rápida e inesperadamente, signo evidente de un cansancio que se viene gestando desde hace tiempo".

De cara al futuro, ¿qué hacer? "Todo esto requerirá una acción común", apela el patriarca. "Ya no será posible permitir que la política, ni siquiera a un alto nivel, use el lenguaje del desprecio y el antagonismo como ha sucedido muchas veces por parte de algunos elementos que también se sientan en el Parlamento".

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