El arzobispo de Tánger asegura: "El Papa nos dejará aquí Evangelio vivido" Santiago Agrelo: "Los sin papeles, los sin nada, los nadie, son los que quisiera poner delante, pues son los predilectos que el Papa no podrá ver"

Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger
Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger

"Francisco dejará aquí lo que va con él a todas partes: nos dejará evangelio vivido: una mano tendida confiadamente y sin reservas mentales desde el mundo cristiano al mundo musulmán, y una denuncia de las injusticias contra los emigrantes"

"Hay cosas que sólo pueden sobrevenir por crecimiento desde dentro y que sería inútil, si no perjudicial, importar desde afuera. A ese ámbito pertenecen, creo yo, todas las expresiones de la libertad"

"El mismo espíritu que animó a Francisco de Asís y a Charles de Foucauld es el que anima al Papa Francisco y se manifiesta en sus gestos, en sus palabras, en sus opciones"

"Mi sueño sería que los emigrantes sin papeles –los sin nada- pudiesen acercarse al Papa, tocarlo, hablarle, recibir su bendición. Y voy a ver cómo me las apaño para conseguir realizarlo de alguna manera.

"Con desprecio para las palabras y para las personas, se ha llamado política migratoria al simple rechazo de los emigrantes, y eso no es política migratoria, sino apenas política de fronteras"

"Todos se sienten cómodos en el papel del que no sabe, del que no ve, del que no oye, del que no siente. El grito de los emigrantes no llega a la conciencia porque hemos optado por no oírlo"

Le llaman el profeta de Tánger y el abogado de los subsaharianos. Por eso, a Santiago Agrelo lo que más le gustaría es ver a Francisco acompañado de los "nadie", como él llama la los migrantes, a los sin papeles. Y aunque no están en el programa de la próxima visita del Papa a Marruecos, ingenioso y atrevido como es, el arzobispo de Tánger se las ingenierá para conseguirlo.

Respecto a los temas que Francisco podría abordar en su visita, el de la libertad religiosa no lo cree conveniente, aunque sí un horizonte.

En cuanto a las políticas migratorias lo tiene claro, no existen: "se ha llamado política migratoria al simple rechazo de los emigrantes, y eso no es política migratoria, sino apenas política de fronteras". Y le pediría a la cadena Cope que aprovechara su condición mediática para despertar conciencias sobre este indignante asunto.

"Me duele que la política, en nombre de la seguridad supuestamente amenazada de cada país, ignore la dignidad"

¿Qué sintió cuando le comunicaron que el Papa Francisco visitaría Marruecos, pero no su diócesis de Tánger?

Me pregunto por qué, en un primer momento, me sentí decepcionado, si jamás había tomado en consideración la posibilidad de que el Papa, viniendo a Marruecos, viniese a Tánger. Pero el hecho es que se me pegó al cuerpo algo así como un “¡qué lástima!”.

¿Que espera, en cualquier caso, que deje el paso de Francisco por Marruecos?

El Papa Francisco dejará aquí lo que va con él a todas partes: nos dejará evangelio vivido, nos dejará la mirada conmovida y compasiva de Jesús de Nazaret sobre la humanidad, el compromiso de Jesús con los pobres, una mano tendida confiadamente y sin reservas mentales desde el mundo cristiano al mundo musulmán, y una denuncia de las injusticias que a un lado y otro de las fronteras se cometen contra los emigrantes.

Agrelo y López, los dos arzobispos españoles de Marruecos

Confieso que esos emigrantes, los sin papeles, los sin nada, los nadie, son los que quisiera poner en todo momento delante del Papa, bien sabiendo que sólo podré hacerlo expresando de mil maneras ese deseo, pues esos nadie son los predilectos que el Papa no podrá ver.

¿Tras la visita a Emiratos y la firma del documento histórico con el Gran Imán, el paso por Marruecos será más fácil?

Una visita a Marruecos hubiera sido fácil de todas formas. Éste es un país acogedor, respetuoso, en el que la Iglesia católica goza de una estima generalizada.

Fue memorable la visita a Marruecos del Papa Juan Pablo II, una visita que dejó como fruto precioso el Estatuto por el que se ha regulado desde entonces la actividad de las comunidades eclesiales en este país.
Tengo motivos para esperar que la visita del Papa Francisco nos dejará en herencia algo semejante.

¿Aparte del diálogo interreligioso, espera que Francisco aborde el de la libertad religiosa plena en un país constitucionalmente musulmán?

Hay cosas que sólo pueden sobrevenir por crecimiento desde dentro y que sería inútil, si no perjudicial, importar desde afuera. A ese ámbito pertenecen, creo yo, todas las expresiones de la libertad.

La libertad religiosa, lo mismo que la libertad de conciencia, son conquistas del individuo, y puede que sean pocos los que se hayan preguntado alguna vez sobre la libertad con que viven.

Otra cosa son las garantías jurídicas para garantizar socialmente el correcto desarrollo de las libertades individuales. Y tampoco esas garantías se pueden importar. Por lo que he podido entender, en la sociedad marroquí está planteada desde hace años esta cuestión. Y todo indica que no se dan todavía los presupuestos de desarrollo que permitan reconocer el derecho de los ciudadanos a creer lo que crean oportuno o a no creer nada.

Claro que siempre es posible señalar el horizonte hacia el que es necesario caminar, y ese horizonte sólo puede ser el de la libertad.

Francisco visitará Marruecos este año

¿Espera que abogue también por los emigrantes que cruzan por Marruecos camino del sueño europeo?

Los emigrantes subsaharianos son parte esencial de la Iglesia de Tánger. Sea cual fuere su procedencia, sea cual fuere su fe, sea cual fuere su situación legal, todos ellos son hijos de esta Iglesia; y los que, por carecer de papeles, carecen de casi todo, ésos son para esta Iglesia motivo de mayor atención y mayor preocupación. Espero que sean éstos los que más se beneficien de la visita del Papa a Marruecos, los que más frutos puedan cosechar, los que tengan más motivos para agradecer que el Papa haya venido hasta estas fronteras. Ellos no podrán acercarse al Papa Francisco, pero habrán de ocupar un lugar privilegiado en su corazón de padre y en el corazón de su visita apostólica a Marruecos.

¿San Francisco de Asís y Charles de Foucauld estarán simbólicamente presentes en la visita papal?

No sé si habrá en esta visita algo que visibilice la memoria de Francisco de Asís o de Charles de Foucauld, en cuanto representantes de un modo muy especial de entender la relación don el mundo musulmán. Pero no creo equivocarme si digo que el mismo espíritu que animó a Francisco de Asís y a Charles de Foucauld es el que anima al Papa Francisco y se manifiesta en sus gestos, en sus palabras, en sus opciones.

¿Qué sueña con poder ofrecerle al Papa?

Mi sueño sería que los emigrantes sin papeles –los sin nada- pudiesen acercarse al Papa, tocarlo, hablarle, recibir su bendición. Y voy a ver cómo me las apaño para conseguir realizarlo de alguna manera.

Santiago Agrelo

Cuando el Papa acepte su renuncia, ¿volverá a Galicia?

Volveré con mis hermanos franciscanos. Volveré a la Provincia Franciscana de Santiago, a la que pertenezco, y me pondré a disposición de los superiores para lo que crean oportuno mandarme.

Durante sus años de pontificado ha sido el abogado defensor de los emigrantes. Tras su marcha, ¿se quedarán un poco más solos?

Creo que ni siquiera la notarán. La atención a los emigrantes es opción de Iglesia, no personal de este obispo. El obispo se va; la Iglesia queda; y ella es la que se ocupa de los pobres, también de los emigrantes.

Agrelo

¿Le duele que Marruecos y España hagan el papel de policías malos que Europa no quiere ejercer?

Me duele que en los países de destino de los emigrantes pobres, lo que mismo que en los países de tránsito, no haya una verdadera política migratoria. Con desprecio para las palabras y para las personas, se ha llamado política migratoria al simple rechazo de los emigrantes, y eso no es política migratoria, sino apenas política de fronteras. Me duele que la política, en nombre de la seguridad supuestamente amenazada de cada país, ignore la dignidad ciertamente vejada de las personas que se han visto empujadas a los caminos de la emigración.

¿Por qué el grito de los emigrantes no llega a sacudir la conciencia de España ni siquiera de la Iglesia española?

Para adormecer las conciencias siempre se ha utilizado la mentira, y para poder mantener una mentira es del todo necesaria la desinformación. Lo he manifestado muchas veces: si ante los ojos de la sociedad se pusiese la vida del emigrante, un día cualquiera de esa vida, no digamos ya si se pusiese también la muerte de los emigrantes, ninguna sociedad toleraría que la política ignorase lo que los ojos ven y el corazón siente. Pero todos se sienten cómodos en el papel del que no sabe, del que no ve, del que no oye, del que no siente. El grito de los emigrantes no llega a la conciencia porque hemos optado por no oírlo.

¿Le sigue indignando que la cadena Cope, propiedad de los obispos, se oponga en este tema a lo que sostiene el propio Papa y, sobre todo, el Evangelio?

Creo que no podría decir sin más “la cadena Cope”; tendría que matizar la respuesta.

Muchas veces he denunciado –y no se me ha dado motivo para dejar de hacerlo- la línea de opinión que, en torno a las opciones políticas, percibe un oyente cualquiera de los programas de la Cope. Resulta más que evidente la inclinación de los diversos programas hacia la derecha política, por no decir hacia la derecha extrema, y, en materia de emigración o de relación con el Islam, la línea de opinión está generalmente lejos de cualquier luz que proceda del evangelio. Otra cosa es la línea editorial de la casa. Ésa es más equilibrada, intenta ser evangélica, y no creo que dé motivo para escandalizar.

Dicho eso, añadiría que, dada la gravedad de la situación por la que desde hace años, muchos años, atraviesan los emigrantes, de la línea informativa de la cadena Cope yo pediría un compromiso mucho mayor con estos últimos entre los últimos, una denuncia continuada de los abusos que sufren, y una exigencia continuada de medidas políticas que abran a los emigrantes una puerta hacia el futuro.

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