"¡Recemos por su liberación!", afirma monseñor Pierre Dumas Secuestrada una religiosa en Haití

Haití vive en emergencia permanente
Haití vive en emergencia permanente

"Estos horribles actos inhumanos se deben detener en la tierra de Haití, que fue la primera en el mundo en poner fin a la esclavitud y la trata de personas. Oremos para que el Señor Dios toque la humanidad de sus secuestradores y los lleve a la compasión y la empatía"

La noche del viernes 8 de enero, una monja de las Hermanitas de Santa Teresa del Niño Jesús fue secuestrada por desconocidos en la residencia de las monjas en Brochette 99, municipio de Carrefour, en el distrito de Port-au-Prince.

La Agencia Fides ha recibido el llamamiento de Mons. Pierre André Dumas, obispo de Anse-à-Veau / Miragoâne, que exhorta: "Oremos por ella, por su congregación, por su familia, por la Iglesia y por el país. Estos horribles actos inhumanos se deben detener en la tierra de Haití, que fue la primera en el mundo en poner fin a la esclavitud y la trata de personas. Oremos para que el Señor Dios toque la humanidad de sus secuestradores y los lleve a la compasión y la empatía".

El Obispo también expresa “nuestra comunión, nuestra solidaridad y nuestra cercanía espiritual con su gran familia religiosa y con la Conferencia de religiosos haitianos! Y sobre todo, ¡recemos por su liberación! ¡Los milagros se logran doblando las rodillas! Encomendémonos a Dios y permanezcamos unidos en la oración para que este estado de desgracia e inhumanidad termine de inmediato ".

El 10 de noviembre, nuevamente en Haití, el padre Sylvain Ronald, de los misioneros de Scheut (CICM), fue secuestrado en la ciudad de Delmas, luego liberado el 13 de noviembre en el corazón de la capital haitiana.

Conferencia Episcopal de Haití
Conferencia Episcopal de Haití

Haití sufre una grave crisis socioeconómica que en muchos casos conduce a la desesperación y la inseguridad total. Desde hace varios meses, la población ha sido azotada por bandas armadas que han sembrado el terror en algunos barrios de la capital y ahora también en otras ciudades. Los voluntarios católicos y las congregaciones religiosas ya no saben cómo distribuir la poca ayuda disponible a los más necesitados sin ser atacados, robados o chantajeados.

La Confederación de Religiosos de Haití ha hecho varios llamamientos a las autoridades por un mínimo de seguridad y coherencia en la lucha contra la corrupción. La esperanza sigue viva en el país gracias a muchos religiosos y misioneros que continúan ayudando a la gente que sufre en la isla más pobre de América incluso en medio de tantas dificultades.

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