Borrell: "Deben respetarse las libertades fundamentales" La UE y la Casa Blanca critican la detención del cardenal Zen

Los detenidos, en una imagen de archivo
Los detenidos, en una imagen de archivo

La policía de Hong Kong acusa a Zen de supuesta colaboración con fuerzas extranjeras a través de un fondo -ya disuelto- dedicado a apoyar a integrantes de los movimientos de protesta a favor de la democracia que se movilizaron en la ciudad en 2019. La pena máxima que se prevé es de cadena perpetua

Estados Unidos exige "a la República Popular China y a las autoridades de la ciudad para que dejen de atacar a los partidarios de Hong Kong"

La detención y posterior puesta en libertad del cardenal emérito de Hong Kong, Joseph Zen, ha desatado todas las alarmas, y provocado las quejas de organismos internacionales, así como de la Unión Europea y la Casa Blanca.

Así, antes de conocerse su liberación, bajo fianza, del purpurado (quien ya se encuentra en la residencia salesiana de Hong Kong), el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, manifestó su "gran preocupación" por la detención del purpurado.



"Siguiendo con gran preocupación los acontecimientos relacionados con las detenciones del cardenal Joseph Zen, Margaret Ng, Denise Ho y Hui Po-keung en Hong Kong", dijo el jefe de la diplomacia europea en su cuenta oficial en Twitter.

"Deben respetarse las libertades fundamentales, tal como están garantizadas en la Ley Básica de Hong Kong y en la Declaración Conjunta Sino-Británica", añadió Borrell.

Por su parte, la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, subrayó que "la libertad de expresión es fundamental para las sociedades prósperas y seguras", por lo que "hacemos un llamamiento a la República Popular China y a las autoridades de la ciudad para que dejen de atacar a los partidarios de Hong Kong y liberen inmediatamente a los que han sido detenidos y acusados injustamente, como el cardenal Joseph Zen y otros detenidos hoy".

La Santa Sede, por su parte, mostró su "preocupación" ante la noticia de la detención de Zen y sigue "con extrema atención" los acontecimientos. 

La policía de Hong Kong acusa a Zen de supuesta colaboración con fuerzas extranjeras a través de un fondo -ya disuelto- dedicado a apoyar a integrantes de los movimientos de protesta a favor de la democracia que se movilizaron en la ciudad en 2019. La pena máxima que se prevé es de cadena perpetua.

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