Centenares de fieles muestran su solidaridad con la benedictina Una abadesa alemana, investigada por acoger a refugiados en su convento

La madre Mechthil
La madre Mechthil

"La injusticia clamaba al cielo. Traté de escuchar este grito y ofrecer algo de alivio, para dar esperanza", sostiene la religiosa

Nunca ha habido un pronunciamiento definitivo por parte del poder judicial sobre la responsabilidad penal de la iglesia por la hospitalidad en casos como estos

En Alemania, la discusión sobre los "santuarios de asilo para refugiados" sigue viva y sigue ocupando la opinión pública. Este lunes por la noche, de 200 personas mostraron su solidaridad con la abadesa benedictina del convento de Kirchschletten en la Alta Franconia, madre Mechthild Thürmer, investigada por auxiliar en la iglesia a migrantes y cuya sentencia está a punto de salir.

Los fieles se han reunido durante unos tres años para rezar para que se reconozca la legalidad de las acciones de la Madre Mechthild, pero en la última vigilia la gente era mucho más numerosa. La religiosa no estuvo presente, pero agradeció a través de Facebook por su solidaridad. 

Los refugiados que fueron alojados en Kirchschletten quedaron traumatizados por el sufrimiento indescriptible que sufrieron, y en ese momento no tenían perspectivas de aceptar la solicitud de asilo: “La injusticia clamaba al cielo. Traté de escuchar este grito y ofrecer algo de alivio, para dar esperanza", dijo la abadesa que inicialmente debería haber respondido a la suspensión ilegal ante el tribunal de distrito de Bamberg el viernes pasado después de que se rechazara una medida de sanción, con una multa de 2.500 euros.

La sanción fue suspendida porque la investigación está actualmente en curso para un nuevo juicio, según la información del tribunal. Los observadores otorgan una importancia sustancial al juicio, ya que nunca ha habido un pronunciamiento definitivo por parte del poder judicial sobre la responsabilidad penal de la iglesia por la hospitalidad en casos como estos. En la mayoría de los casos, la fiscalía bávara cierra el proceso "por poca culpa" sin multas, esta última siempre aceptada por el acusado.

Solidaridad con la abadesa

Volver arriba